CAPÍTULO 22

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Lilo





















Un mes...

Desde hace un mes no he tenido noticia alguna de Lion Bennett. Ha vuelto a desaparecer de mi vida, dejando cómo siempre a mi cabeza hecha un desastre sin fin. Ni siquiera Jannine tiene idea de en dónde pudiese estar ahora. La pobre está muy preocupada, y eso que no tiene ni la menor idea de los verdaderos riesgos que en realidad corre su hermano, gracias a estar involucrado en ciertos negocios peligrosos.

Desde hace un mes... las cosas en K-FENIX se volvieron un poco turbias. Fueron cuatro las veces en las que varios hombres armados llegaron a buscar a un tal Lennon. Fuera cuál fuera su asunto con ese tipo... se les notaba que estaban muy desesperados por encontrarlo, pues hicieron un gran desastre en el lugar. Claudia tuvo que cerrar el bar por tiempo indefinido para evitarnos más problemas con ellos.

Las chicas que trabajaban ahí, y yo, estuvimos de acuerdo con su decisión, apesar de que eso consistiera en dejarnos sin el empleo a todas. Estoy segura de que también para ellas eso era lo último que les preocupaba, pues con el susto que nos dieron esos hombres la última vez que los vimos... supongo que ninguna querrá regresar al restauran- bar, si Claudia decidiera abrirlo otra vez.

Ya no estábamos seguras ahí, los hombres nos dejaron con una clara advertencia. Aún no sé cómo estarán las cosas por esos rumbos, no he tenido tiempo últimamente para salir a Downtown. He estado en contacto con Jannine y con Linda sin embargo, pero de Claudia y de las demás... aún no tengo nada concreto. Sólo espero que estén bien.

Desde hace un mes... las cosas en Lynn han ido muy raras y tensas también. Todos los días temo salir de casa, todos los días me siento acechada al hacerlo. Ni siquiera en mi habitación me siento segura, ni siquiera encerrada en el más escondido rincón de mi casa logro sentirme a salvo. Todo el tiempo siento que están detrás de mí, que me observan. Le he echado la culpa a la paranoia que me consume últimamente por todo lo que me ha ocurrido en K-Fenix, pero... lo he visto. Siempre es el mismo auto negro, parece un Mustang, no estoy segura, pero siempre que llego de la market o de cualquier otro lugar... veo a ese maldito auto, cerca, siguiéndome.

Siguiéndome...

Sin embargo eso no es lo que me tiene hundida en la incertidumbre. Pues, desde hace un mes... desde esa noche en la que ví a Lion en el viejo auditorio, desde esa vez en la que se agarró con mi primo a golpes... ni mis tíos, ni sus amigos, y ninguna otra persona fuera o dentro del vecindario... hemos tenido idea de donde se encuentra Dylan ahora.

Ya no soporto la manera en la que la angustia y la ansiedad aprietan a mi pecho sin piedad alguna. Me hace sentir más asfixiada y más impotente de lo que ya me sentía. Siento que el corazón está a punto de salirme por la boca. La desesperación me está consumiendo lentamente. A cada segundo parece empeorar, no sé si lo resistiré por más tiempo, pero lo mínimo que puedo hacer ahora... es buscar la manera para mantenerme viva en el aquí, porque en esta situación no caben los cobardes. Menos una cómo la que siempre he sido. Soy fuerte, de alguna forma sé que puedo serlo... y lo tengo que seguir siendo.

Mis manos, mis piernas, no paran de temblar, es cómo si hubiera un gran terremoto dentro de mí.

<<Tienes que manejarlo, Lilo.

Ahora no es el momento para dejarse vencer.>>

Sé que seguir así no me ayudará en nada, sé que seguir así sólo me hará sentir más vulnerable y tal vez terminaré perdiendo el doble si la situación se llega a poner peor de lo que ya está, pero... estoy tan angustiada.

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