CAPITULO 52

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Lion.














— Pero tú... ¡Tú estás muerto! ¡Estás muerto! ¡¿Cómo mierda...?!—

— ¿Quieres ver que no es así, Bennett?

Aprieto mis puños cuando veo cómo le quita el seguro a la arma con la cuál me sigue apuntando. Trato de no verme afectado, pero aún no puedo recuperarme de la impresión que me ha golpeado, pues el verlo aquí, frente a mí, me tiene más allá de lo desconcertado. No creo que se trate de una alucinación. No puede serlo...

— ¿Ahora sí te muestras cómo lo que eres, Bennett? Un marica, una farsa que sólo se creía superior por andar en los juegos de un hombre de mierda cómo Arthur.

— Maldición... ¿Qué fue lo que hiciste? ¿Fingiste todo este tiempo sólo para esto?

—  Hice lo que debía. — se acerca más, quitando su capucha de su cabeza. Luce diferente, puedo asegurar que casi parece otro. No recuerdo mucho de él, pero estoy seguro de que se trata del mismo maldito.

Esos ojos, esa arrogancia, no la olvidaría nunca. La diferencia es que está más delgado ahora, más demacrado. Su cabello también luce diferente, más ordenado y formal. Creo que incluso parece más mayor de lo que alguna vez sospeché que era.

— No soy otro de tus fantasmas, Bennett. Estoy seguro de que te deben atormentar muchos debido al asqueroso cargo de conciencia que debes llevar. ¿O me equivoco?

— No conoces nada de mí, y si esto es por ella...—

— Déjame decirte que en ambas suposiciones te equivocas. Porque durante todo este tiempo he estado tan cerca de ti, tanto que ni siquiera te has dado cuenta.

No soy capaz de detectar su siguente movimiento y, sólo de pronto, soy estampado contra la pared. Su arma me acorrala contra esta después.

—Todo este tiempo lo usé de ventaja para investigar lo cual mierda has sido y déjame decirte que entre tantos expedientes..., el tuyo es el que está más jodido y el que te deja con tantas y justas consecuencias. La muerte entre una de ellas.

Coloca el arma en mi frente, y en un movimiento rápido, logra tomarme del cuello para estrellar mi cabeza en la pared que está detrás de mí. Intento resistirme, intento detener los impactos, y, aunque es más rápido, el coraje que le guardo me hace actuar con brusquedad y firmeza para también atacarlo.

Quiero matarlo, quiero causarle tanto dolor ahora, pues soy consciente de lo que hizo, sé cuánto daño le causó a mi Monstruito. La ví destrozarse cada noche que estuvo conmigo, la ví sufriendo y cuestionarse por sentirse así por un mierda como él. Es importante para ella... No sé cómo tomar eso ahora, no lo puedo comprender del todo pero aún así tengo deseos de matarlo.

— ¡¿Ahora no metes ni las manos, marica?! ¡¿Vas a suplicar?! ¡Quiero que lo hagas!

Mi cabeza gira dolorosamente hacia un lado y siento la sangre invadir mi boca por el golpe que le da de pronto a mi rostro con la pistola. Patea de remate mi entrepierna, haciéndome caer hacia el suelo, mi cara impactando bruscamente contra este después. Mi nariz también palpita, el sabor metálico aún lo siento en mi boca y de pronto empiezo a escupir más sangre.

— Me lo debías Bennett. ¿Creíste que me quedaría de brazos cruzados al ver cómo lo terminabas de joder y engañar a todos? ¡No eres más que una mierda y un asesino!

✔️DANGEROUS WORLD (Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora