Capítulo 26: ¡Sorpresa!

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MESES DESPUÉS...

Laura entró a la cabina con cuidado de no golpear su gran barriga de embarazada, sacó de su bolsillo una moneda y la colocó en la ranura. Tomó el tubo del teléfono y discó los números, esperó.

-Hola, casa de la familia Suárez, ¿Con quién me comunico?

-Hola Esteban, soy Laura.

-¡Laura! Al fin vuelves a llamarme, han pasado meses, ¿Cómo estás? ¿Podemos hablar mejor esta vez?

-Sí, sí, ahora tengo tiempo... -Miró hacia atrás, Walter estaba dentro de la camioneta-

-¿Nadie te está apuntando con un arma?

La castaña sonrió.

-No, tranquilo, estoy en una cabina telefónica.

-¿De dónde consigues el dinero? Laura, exijo saber qué sucede.

-Esteban, debo decirte la verdad... -Hizo una pausa- Me fui de Estados Unidos por voluntad propia...

-¿¡Qué!?

-Eso no es todo –Respiró hondo- También estoy embarazada.

Se produjo un silencio al otro lado, Laura creyó que su hermano había cortado la llamada, hasta que volvió a hablar.

-¿Estás...Estás embarazada?

-Sí, sí, de casi nueve meses –Otra vez silencio-

Y luego, el sonido que indicaba que la llamada había terminado.

Laura miró el tubo del teléfono sin poder creer que Esteban le había colgado.

**

-Todo ha permanecido demasiado tranquilo, ¿Eso no te preocupa? –Preguntó Mariano de repente -

-Sinceramente, no –Respondió Héctor mirando al cielo mientras fumaba un cigarrillo-

El sol se estaba poniendo, una brisa agradable agitaba las copas de los árboles ubicados detrás de la casa, sentados debajo de éstos se encontraban el colombiano y su amigo.

El pelinegro sabía que la paz de esos últimos siete meses podría acabarse de un día para otro.

La policía extrañamente no había intervenido en el asunto del supermercado, Derek creía que lo buscarían ya que hubo muchos testigos en la escena, pero nada pasó, ningún cartel pegado en los muros de "se busca" o algo así. Héctor tenía la sensación de que Serena Ricci estaba detrás de toda aquella quietud, la justicia corrupta y el dinero fácil iban de la mano...

De todos modos, no se confiaba, esa mujer podría atacar en cualquier momento, así que se había estado preparando, colocó códigos de seguridad en la casa, cámaras de vigilancia, guardó armas en lugares donde nadie pensaría en hacerlo... con decir que tenía una pistola pegada debajo de la cama que compartía con Laura, por si acaso...

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando Alessandro salió de la cocina con una sonrisa.

-¡Todo listo! –Anunció y volvió a entrar a la casa-

-Vamos –Dijo Héctor poniéndose de pie-

Le habían preparado a Laura una fiesta sorpresa, por su cumpleaños número veinticuatro. Algo de alegría no vendría mal, una reunión sencilla para celebrar, también, la llegada del bebé Balvanera, un niño, según el último control que se había realizado la castaña hacía dos meses. Todos esperaban con ansias al pequeño.

~Sueños, Sangre Y Pasión~ #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora