Capítulo 21: ¿Paranoias?

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Esteban se cubrió la boca con su mano libre y sollozó.

-Dios mío... Laura –Logró decir-

-Esteban –Ella también lloraba, se le notaba en la voz- Llamaba para decirte que estoy bien.

-Han pasado meses, te dieron por muerta... No lo puedo creer –Volvió a sollozar- ¿Dónde estás? ¿Qué es de tu vida? ¿Con quién estás?

-Espera –Laura rió levemente- Son muchas preguntas.

-Sólo respóndeme, quiero saber.

-No puedo decirte mucho Esteban, confórmate con saber que estoy viva, y bien.

-¿Cómo me pides que me conforme? –Preguntó enojado- Pensé que jamás volvería a verte.

-Lo siento, Esteban –Laura suspiró pesadamente- Es todo lo que puedes saber.

-¿Hiciste esta llamada a escondidas? –Se pasó la mano por el cabello y lo revolvió-

-No para nada, sólo quédate tranquilo, estoy bien. Se me acaba el tiempo.

-¡Laura, no, no!

La castaña alejó el tubo del teléfono de su oído, escuchaba las protestas de su hermano, y con todo el dolor de su alma, cortó la llamada.

**

Derek tomaba un refresco recostado por la camioneta mientras esperaba a la señorita Laura.

Estaba perdido en sus pensamientos cuando sintió que tiraban de su mano, dio un leve respingo y vio a una niña.

-Ciao –Le saludó en italiano la pequeña con una sonrisa-

-Ciao –Respondió Derek usando algo básico que había aprendido con su padre. Le acarició el cabello rubio- ¿Come stai?

-Bene, ¿E tú? –Rió tiernamente-

-Molto bene, grazie –Levantó la cabeza al ver acercarse a una despampanante rubia, monumento de mujer la verdad, y tomó a la niña de la mano-

Le dijo algo por lo bajo en italiano. Los ojitos azules de la pequeña se aguaron un poco.

Finalmente, la fémina dirigió su atención a él.

-Disculpe si mi hija lo incomodó –Dijo en alemán algo fluido-

-No, no –Derek se ruborizó ante la mirada color cielo de la mujer- Su pequeña no me ha molestado, ¿Cómo cree?

-Ah, está bien –Sonrió de lado- Vámonos Sarah, despídete del señor.

-Arrivederci –La pequeña agitó la mano-

-Arrivederci –Derek le devolvió el saludo amablemente-

Luego de que se alejaron, el joven vio que venían con lo que parecían ser guardaespaldas, y camionetas negras de vidrios polarizados.

-Parecen la mafia –Murmuró volviendo a beber de su refresco-

Seguía mirando hacia ellos hasta que escuchó que alguien le habló.

-Vámonos a la casa ya, es cerca de mediodía –Dijo la señorita Laura subiendo a la camioneta-

-Tengo que preparar el almuerzo –Derek arrojó la lata al cesto de basura que estaba allí-

Cuando subieron a la camioneta, el chico se percató de que la castaña había llorado.

-Señorita, ¿Se encuentra bien? ¿Le duele algo?

~Sueños, Sangre Y Pasión~ #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora