Hoola mis lectores, volví a desaparecer, sepan disculpar, la escuela no me deja tiempo para nada, necesito vacaciones...
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Alessandro y Mariano hacían bromas buscando animar a Laura, pero ella parecía estar perdida en sus pensamientos, de vez en cuando sonreía, se notaba que estaba intentando disimular bienestar.
Cuando Walter y el colombiano se adelantaron unos pasos, Ale se acercó a la castaña.
-¿Estás bien?
-Estoy bien –Bajó la cabeza y miraba al suelo mientras caminaban-
-No pareces sentirte a gusto.
-Es imposible no sentirse a gusto con ustedes, son muy divertidos.
-Ese es otro de nuestros trabajos –Rio Ale- Entretener.
-Agradezco mucho que me hayan invitado.
-Sabes que puedes contar con nosotros siempre.
Laura sonrió levemente.
-Gracias –Murmuró-
Recorrieron todo el centro de la ciudad, viendo tiendas y riendo de cosas sin sentido, parecían adolescentes.
Cerca del mediodía decidieron volver, al llegar a la casa fueron recibidos por Derek y un espectacular almuerzo.
La castaña no tenía hambre, sólo quería dormir, en sus sueños la vida era más simple y menos dolorosa. Pero pensó en el chico, se había esforzado mucho para hacer aquello, en realidad, todos estaban haciendo un intento por animarla, incluso Guido, que casi no hablaba, se unió a las bromas de Ale para hacerla, aunque sea, sonreír.
Se sentó en la mesa junto a ellos y comió un poco, la comida sabía genial, Derek era un gran cocinero.
Se quedó una hora más acompañada por aquel grupo de hombres que eran de su entera confianza, cómo una familia. Laura tenía entendido que la principal orden de Héctor era que la protegieran con su vida y no dudaba de ello.
Ayudó a Mariano a lavar los platos, luego se retiró a su habitación. Al entrar miró la cama con las enormes almohadas que el pelinegro había comprado para su comodidad. Se acarició el vientre.
Pobre niño que no tiene la culpa de haber sido concebido en el peor momento.
**
-¿Qué va a suceder ahora? –Preguntó Mariano mirando a Walter-
- Não o sei (1), ya han pasado dos semanas desde que Héctor se fue, y comienzo a preocuparme –Respondió picando un tomate, dejó el cuchillo sobre la encimera- Nunca antes había hecho una cosa así, sinceramente, me sorprende que se comporte de esta manera tan... -Movió las manos buscando una palabra-
-¿Inmadura?
-Bom (2), quizás un poco, pero es como si estuviera asustado y se supone que no debería estarlo, es decir, un hijo no tiene nada de malo.
Derek entró en la cocina con una bolsa de papel llena de frutas y verduras.
-Intenta ponerte en su lugar, ¿Cómo te sentirías si, siendo prófugo de la justicia, te enteras de que vas a ser padre? –El jovencito levó levemente las cejas- Mi papá también tuvo el mismo temor cuando supo que yo vendría al mundo, temía por la seguridad de mi madre y la mía.
-Vaya. Você é sempre assim? (3)
-¿Qué?
Walter rio volviendo a picar el tomate.
-Que si siempre eres así.
-¿Así cómo?
-De escuchar todo lo que se habla en esta casa.
-Para eso estoy aquí –Sonrió- También para dar mi opinión.
-Yo recuerdo que Héctor dijo que aquí estaríamos seguros, que era un mejor lugar para vivir –Murmuró Mariano, pensativo-
-A mí me preocupa la señorita Laura, cada día la veo peor, ella lleva una vida en su interior, y su deterioro afecta a ese bebé, se niega a salir de su habitación y casi ni toca la comida que le llevo, no hace más que llorar.
-¿Qué podemos hacer? –El colombiano suspiró-
-Buscar a Héctor y decirle que deje de comportarse como una niña y que venga a asumir su responsabilidad –Walter miró a ambos- ¿Não lhes parece? (4)
Derek y Mariano se miraron, luego asintieron.
-Espera –Dijo el moreno mirando al brasileño- ¿Dónde lo buscaremos?
-Debe estar escondido por ahí, es un profesional en eso.
-Pudo haberse hospedado en un hotel cercano –El alemán se sentó y mordió una manzana-
-Eres tan inteligente –Mariano lo abrazó provocando un leve sonrojo en las mejillas del chico-
-Es lo obvio –Se encogió de hombros y sonrió-
**
Héctor había pasado muchas noches de su juventud junto a una ventana, cuidando su libertad y la de sus amigos. Con una taza de café en sus manos vigilaba para que la policía no los sorprendiera.
En esta ocasión fue similar, sólo que en lugar de una taza de café tenía un vaso con agua y en la otra mano una pastilla para el dolor de cabeza. Amaneció sentado junto al ventanal del hotel, no pudo dormir, cada vez que cerraba los ojos veía a Laura, los remordimientos y el vacío que sentía por dentro lo estaban destruyendo.
Era un maldito egoísta. Ni siquiera había llamado para avisar que estaba bien, no se había atrevido por temor a que la castaña le respondiera la llamada.
Revisó su billetera, aún le quedaba algo de dinero.
Respiró hondo y se tomó la pastilla. Al mirar el cielo completamente despejado Héctor supo lo que tenía que hacer. Se levantó del sillón y tomó su abrigo, había decidido arreglar las cosas.
Salió del hotel y se dirigió a su camioneta.
Atte: Gaby_ G ♥
Traducción:
(1) No lo sé.
(2) Bueno.
(3) ¿Siempre eres así?
(4) ¿No les parece?
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~Sueños, Sangre Y Pasión~ #2
Teen FictionEl regreso del más temido y astuto criminal. Un misterioso hombre sin rostro que provoca terror entre los ciudadanos y desesperación en el cuerpo policial que no puede capturarlo, a él y a sus cómplices. Autora: Gaby...