~Sueños, Sangre Y Pasión~ #2

Capítulo 16: ¿Y La Regla De "Cero Secretos"?

↑ Este tema pertenece a Soraya Lamilla, la letra es hermosa, escúchenla por fa ↑

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Los días fueron pasando y Laura se sentía insegura por segunda vez en su vida, siempre había sido fuerte y decidida, pero esta vez algo la detenía, le decía que esperara un poco más.

Miró a Héctor, quien dormía plácidamente con la sábana cubriéndole hasta el cuello. Le acarició la mejilla pero retiró la mano cuando él se removió, no quería despertarlo ya que apenas eran las 08:20 a.m.

Se sentó un poco e, inconscientemente, pasaba las manos por su abdomen. Sentía que no debía ocultarle aquello a su novio, pues ella tanto le exigía lo de "cero secretos" y sería injusto callarse algo así. Pero, ¿Qué pasaba si el pelinegro se enojaba? ¿O si la obligaba a deshacerse de esa vida que comenzaba a formarse en su interior?

Así es.

¿Hacía falta decir más?

Laura Suárez estaba embarazada.

Se estremeció.

Los ojos se le llenaron de lágrimas, quizás Héctor ni siquiera quería tener hijos y por un descuido ahora la castaña llevaba un niño en su vientre.

Respiró hondo para tranquilizarse, no lo dudaría más, ya había dado muchas vueltas al asunto, se lo diría y enfrentaría las consecuencias.

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Derek Müller parecía estar muy concentrado viendo la televisión, Alessandro lo miraba desde una distancia prudente, no se arriesgaría a que lo atacara de nuevo, en la cocina le había demostrado que no se metiera con él y el rulos lo iba a respetar, no debían de tener problemas, además iban a trabajar juntos.

Se acercó unos pasos, el chico no lo sintió llegar o, al menos, eso pensaba.

Se detuvo abruptamente cuando el jovencito habló sin siquiera voltearse a verlo.

-Puedes venir a sentarte aquí conmigo, no muerdo –La diversión era palpable en su voz, esta vez, lo miró por encima del hombro- A menos de que me provoquen, ahí no respondo ni tampoco me hago cargo de mis acciones.

Alessandro tragó saliva, Derek le daba miedo, era una especie de asesino encerrado en un cuerpo angelical.

Tuvo que encerrar sus miedos en lo más profundo de su alma porque necesitaba hablar con él y disculparse de verdad.

Caminó hasta el sofá, se sentó sin dejar de ver al chico, este no le dirigió una sola mirada, sus ojos seguían puestos en la pantalla de la televisión que alumbraba su perfil.

-¿Cómo supiste que era yo el que estaba aquí? –Se cruzó de brazos para que no se notara de que le temblaban las manos-

-Por tu colonia, es obvio –Derek lo miró de reojo- Usas demasiado, te huelo a metros.

Disimuladamente, Alessandro acercó un poco su nariz a su camisa y se dio cuenta de que el chico tenía razón.

-Ya –Dijo simplemente- Oye, lo que pasó en la cocina, yo nunca suelo atacar a las personas porque sí, en serio, lo siento.

El chico sonrió levemente.

-Está bien –Se giró en el sofá y lo miró- Intentemos llevarnos bien, prometo no atentar contra tu vida de nuevo –Le extendió la mano y el rulos la tomó, estrechándola- ¿Amigos?

-Amigos –Asintió relajado-

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A Héctor lo despertaron uno ruidos extraños, le costó bastante identificar que sucedía hasta que sus sentidos reaccionaron.