Capítulo 10: ¡Salud Por Los Fugitivos!

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Ehhh, Gaby, tanto tiempo... XD

Voy a resumir todo así no los estreso: me dio varicela a finales de noviembre, cuando me recuperé a mis papás se le ocurrió la genial idea de viajar, bueno, ahí una semana sin internet. Al regresar a mi casa, cero tiempo para escribir porque se venía Navidad y nos juntamos otra vez con todos los parientes ._. 

Y así queridos lectores, Gaby subió cap después de casi un mes, nunca antes me había atrasado tanto en actualizar :'(

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Héctor se sentó en una butaca y escuchaba a sus compañeros hablar, pero no les prestaba ni la mínima atención.

-¿Jefe? –La voz de Walter lo hizo regresar a la realidad. El pelinegro asintió dando a entender que hable- ¿Cómo está la señorita Laura?

-Se quedó dormida –Suspiró-

-Se veía muy pálida cuando salió de aquí.

-Puede ser que la comida le haya caído mal –Murmuró Héctor intentando sonar tranquilo-

Todos se dieron cuenta de que él no quería dar muchos detalles así que siguieron debatiendo el viaje.

-Si nos instalamos en Alemania es una ventaja, las personas allí tienen un muy buen nivel de vida, económicamente hablando –Explicó Guido-

-No sé a qué podemos dedicarnos pero el dinero no será problema –Rió Alessandro bebiendo una taza de café humeante-

-Yo... -Héctor carraspeó- En un principio dije que quería dejar esta vida de fugitivo –Se puso de pie y comenzó a deambular por la cocina- ¿Saben? Vivo asustado, cada mañana que me levanto pienso que la policía nos atrapará a todos, y si eso pasa nos encerrarán de por vida en la cárcel...

-Admítelo, una parte de ti no quiere alejarse de esto, ¿Verdad? –El brasileño se burlaba de la batalla interna de su jefe-

El pelinegro sonrió tristemente.

-Laura merece algo mejor, no quiero arrastrarla a las persecuciones –Se acercó a la encimera, sin poder evitarlo, rebuscó en su bolsillo, sacó un cigarrillo y lo encendió. A los pocos segundos se sintió tranquilo, dejó salir el humo en una larga exhalación- Si me sucediera algo... Ella, simplemente, no lo soportaría –Se volteó y miró atentamente a cada uno de sus compañeros- Ustedes deciden si venir conmigo a Alemania o se pueden quedar aquí y dedicarse a lo que de verdad les gusta.

-Creo que... -Mariano se levantó de la butaca- Me lo pensaré –Murmuró y salió de la cocina-

Walter sólo lo observaba en silencio, entendía sus temores, sólo que le parecía algo increíble que los comentara en voz alta.

El pelinegro era de esas personas que preferían callarse las cosas para no preocupar a los demás y asegurarse de que todo saliera bien.

-¿Saben qué? –Héctor se dirigió a la puerta de la cocina- Piénselo, ya luego me dicen que decidieron.

Después que él se fue los tres hombres se miraron expectantes.

-No me quiero quedar –Murmuró Guido-

-Yo menos –Siguió Ale-

-Y yo ni siquiera pertenezco aquí –Dijo Walter haciendo reír a los otros dos-

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Laura se había levantado y se encontraba frente a la ventana cuando su novio entró al cuarto. Se volteó y sonrió al verlo.

~Sueños, Sangre Y Pasión~ #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora