~Sueños, Sangre Y Pasión~ #2

Capítulo 27: Todo Se Está Viniendo Abajo.

¡Hola lectores! Se nos está yendo ésta Segunda Temporada de "Síndrome De Estocolmo". Muchas gracias a todos por sus votos y comentarios, me río bastante con algunos de ellos :'D

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¡¡ÚLTIMOS CAPÍTULOS!!

Héctor nunca había sentido tanto miedo en toda su vida, Laura iba sentada a su lado, inconsciente, cada tanto miraba por ella. Manejaba a toda velocidad, yendo por otras calles para esquivar semáforos, y con su corazón latiendo a mil.

Dobló en una esquina, no dejó que el miedo lo cegara, porque si lo hacía, no podría recordar las calles que Derek le había enseñado una vez para llegar al hospital, o a cualquier otro lugar importante.

En cuanto vio el edificio, desaceleró hasta estacionarse junto a la acera. Se bajó rápidamente y abrió la puerta del copiloto, cargó a Laura y entró corriendo al hospital con ella en brazos.

-¡Es mi prometida! ¡Necesita ayuda!

La gente se volteaba a mirarlo con expresión de desconcierto, pronto cayó en cuenta que todos hablaban alemán y se les hacía desconocido el idioma de Héctor.

De todos modos, un doctor de cabello castaño se acercó a él, para sorpresa del pelinegro, le habló en inglés.

-La llevaremos al quirófano y le practicaremos una cesárea de emergencia –Dijo el hombre mientras se volteaba y hacía unas señas a unas enfermeras-

-¿Ella estará bien? –Murmuró, esperó con miedo la respuesta-

-No sabría decirle, debe esperar aquí –Trajeron una camilla y se llevaron a Laura, Héctor se quedó allí, parado en medio del pasillo, con el terror atenazándole el corazón-

**

-¡Acelera Walter! –Exclamó Mariano desde el asiento del acompañante-

-¿Você quer que nos matemos?  –Respondió el brasileño apretando los dientes-

-Tranquilos chicos –Alessandro se asomó desde atrás entre ambos asientos delanteros-

-Conduces cómo una anciana, ahí tienes el acelerador –Le señaló el colombiano con gesto brusco-

-Silencio Mariano –Murmuró enojado el moreno-

-Los golpearé a ambos si no cierran la boca en este instante –La voz de Ale sonó amenazante-

-Mantente al margen Alessandro Ferrant, no quiero apuñalarte –Mariano lo miró significativamente-

-Inténtalo, Olmos –Le sostuvo la mirada, apretando los labios en una fina línea-

-No me provoques.

-No te tengo miedo.

-Pues deberías.

-Ni que fueras tan intimidante.

-¿Sabes? Tengo una linda navaja a estrenar –Dejó la insinuación flotando-

-No creo que nada se compare a mi cuchillo dentado...

Se oyó el sonido de un seguro de pistola siendo quitado.

-¿Van a seguir? –Guido enarcó una ceja-

-Hey, hey, no es para tanto –Ale rió algo incómodo y volvió a sentarse al lado de su amigo- Baja esa arma, no es necesaria.