Frente a todas se encontraba un señor con bata de médico y a su lado una enfermera.
-Una de ustedes- era una mujer rubia, alta, porte de modelo y muy joven quién hablaba- nos quiso ver la cara de estúpidos.
-Es la patrona. -Todas murmuraban- algo anda mal.
-Ya sabemos que hay una que está en embarazo. Encontramos vómitos en las afueras de su dormitorio. -Puso su mirada en todas- Ya saben que según las reglas debe sacarse a esa criatura.
Todas temblaban, hasta Ema.
-Le doy cinco minutos para que se confiese o de lo contrario le haremos estudios a todas y la que lo esté, le irá muy mal por incumplir las reglas.
Luisa comenzó a llorar desconsolada mientras Elif la cubría con su brazo.
-De manera que eres tú. Número veintisiete ven acá. -Gritaba histérica-
Después de casi treinta segundos llegó.
-Dígame Patrona. -Habló con carácter-
-Traiga a esa muchacha con nosotros. -La señaló-
-¡Vamos carnecita!Se fueron todos a una habitación quedando las mujeres a cargo de Número veinte.
-Vayan todas a la habitación.
Todas acintieron desconcertadas.
La que más sorprendida estaba era Ema.
Una vez todas en la habitación Número veinte se va.
-Procuren no hacer coger rabia a la Patrona, ya saben como es. -Terminó cerrando la puerta-
-Chicas. -Nuevamente habló Elif- Vengan todas acá.
-Reunión. -Habló Josefina mientras caminaba hacia donde Elif-En menos de un minuto estaban todas sentandas en forma de circulo.
Camila, Josefina y María del Mar lloraban.
-¿Alguien sabía lo del embarazo de Luisa? -Preguntó Diana-
-Yo, -responde Primavera- yo era quién dormía con ella, pues lo sospechaba.
-Sé como debe de sentirse, -Hablaba María Paula- a mí igual me hicieron abortar. Pero no ellos, mis papás.
-Lo lamento amiga. -Diana puso su mano en el hombro de María Paula-
-Pues, ella es muy valiente. -Echó su cabello endulado hacia atrás Camila- Yo era muy íntima con ella.Se estalló en llanto a lo que todas se fueron abrazarla.
-Déjenme seguir, -sopló los mocos con un pañuelo que Josefina le había dado-
-Continua. -Habló Ema-Cuando Camila por fin iba a continuar la Patrona junto a número Ventisiete entraron interrumpiendo la reunión.
-Luisa ha fallecido, -irritada la patrona dijo- espero esto quede de ejemplo.
Fue inevitable que todas llorarán e incluso, Ema.
-Para que cuando sientan náuseas, su periodo no llegue a tiempo o cualquier cosa, se dirijan hacia mí o donde un Número. Porque Luisa iba para seis meses y murió por falta de sangre. Que tengan buen día. -Se marchó la patrona junto con Número Ventisiete-
Cada una se daba la mano abrazándose y compartiendo su dolor.
El día transcurrió así.
A las dos horas llegaron las cocineras como de costumbre y les trajeron comida.
Las cocineras eran dos mujeres mayores, un tanto soberbias y sólo cocinaban para las "carnecitas." Cómo eran tildadas por los Números.
Sólo traían diez platos.
-Lamentamos lo de su compañera. Ya habíamos servido los once platos y recibimos la terrible noticia.
-Espero les guste.Ambas hablaban interrumpiéndose entre sí.
Pero ninguna prestaba atención. Todas sentían dolor por la partida de Luisa.
-No es justo, ella sólo tenía dieciséis años de edad, tenía toda una vida por delante. -Las lágrimas acompañaban a Camila- Tuve la oportunidad de hablar con ella. Me contó muchas cosas de su vida.
Camila hablaba en voz alta mientras una a una se fueron acercando con el plato del almuerzo en mano.
-Me dijo que sólo vivía con sus abuelos porque su papá había matado a su mamá quitándose la vida al instante. Ella tenía solo ocho años y vio colgado a su padre.
Ella noche tras noche lloraba y oraba pidiéndole a la mamá que la ayudará y no la abandonará.
También me decía que se levantaba todos los días a las cuatro de la mañana después de la muerte de sus padres a atender a su hermano menor de tres años y también a sus abuelos que ya estaban muy viejos.
Luisa con tan sólo doce años empezó a trabajar en una finca como aseadora. Una mujer muy amable le dio trabajo ayudándola con sus necesidades.
Pero un día la mandaron a comprar leche a tres fincas más. En el camino se tropezó con una camioneta. ¿Y adivinen quién estaba adentro?
Todas se miraron entre sí asombradas.
-¿Quién? -intrigada pregunta Elif-
-La patrona, -todas excepto Ema, suspirarón fuerte- quien la sorprendió dándole dulces, una coca cola y convidandola a subir. De ahí no recuerda sino esté lugar.
-¿Y ella de dónde era? -dijo Ema confusa-
-De Marruecos. -Responde Camila- Nunca gozó de una buena niñez, padres, nunca fue feliz. Porque a pesar de que aquí todas nos demos la mano siempre que termina el día deseamos no haber nacido nunca.Ema miraba hacía todos lados.
-¿Y el cuerpo? -Dijo Ema-
-Nunca sabemos nada de el. -Responde Elif- como te decía, yo fui la primera en llegar junto con dos amigas más y nunca nos podemos despedir como tal.De repente entra Número ocho diciendo.
-Todas listas para el Congo, tienen trabajo que hacer. No se tarden, estaré esperando en la puerta.
Todas se levantaron a cambiarse de ropa.
-Haz lo mismo, y no te preocupes. Recuerda que el congo es nuestro salón de belleza. -Hablaba Diana-
Ema sólo la miró acongojada.
-Apúrenle carnecitas. -Se encontraba desesperado Número ocho-
Todas se pusieron lo primero que encontraron menos Ema que sólo traía la ropa que tenía puesta.
-Me acabaron de decir que salgan todas excepto Ema. -A Número ocho le habían hablando mediante un auricular.
-¿Cómo y por qué yo no? -Se le notaba la angustia-
-Sólo me dijeron que alguien iba a hablar con usted. -habló en voz alta- Y ustedes salgan rápido.___________________________________________
Nota: Les pido guardar esta historia en su Lista de Lectura Favorita, para que estén al tanto de sus próximas actualizaciones.
Gracias por leer, tus votos y comentarios, querido lector. Vuelve pronto.
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María Camila. [EDITANDO]
General FictionEn su diccionario no existía la palabra amar, hasta que él apareció. La vida de Ema,una adolescente que a sus quince años se va de un hogar donde era maltrata por su padrastro tanto verbal como físicamente. Look, un chico quién llega inesperamente...