Capítulo 10.

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La ansiedad recorrió con fuerza por todo el cuerpo de Jane, sus piernas flaqueaban y su respiración se volvía entrecortada. Cuanto miedo le tenía a ese ser, solo quería escapar, huir y sentirse libre por primera vez.

-          ¿Qué quieres? – pregunto Jane retrocediendo lentamente.

-          ¿Así me das la bienvenida, amor? Esa no es la manera correcta de hablarle a tu creador ¿Es que sigues sin aprender? – su rostro pasivo reflejaba que aquella charla era insignificante pero dentro de él su ser estaba cargada de odio.

-          ¿Cómo supiste que estaba aquí?

-          Ay amor, siempre supe dónde estabas. Pero no podía desperdiciar esta oportunidad ¿verdad?

Aquella respuesta hizo que las venas de la muchacha se vuelvan hielo. Su terror crecía y no estaba seguirá de cuan vulnerable se veía.

-          ¡¿Qué quieres de mí?!

-          Tanto tiempo juntos ¿Y aun no lo sabes, amor? Te quiero a ti, todita – su sonrisa diabólica reflejaba sus oscuros pensamientos.

-          ¿Por qué? – su voz se quebró y algunas lagrimas lograron escapar después de haber sido encarceladas por tanto tiempo - ¡¿Por qué yo?!

-          No lo sé realmente – su voz intentaba ser suave y dulce pero cargaba veneno – cuando te vi, sabía que ibas a ser la indicada. Pero tú te rehusaste.

-          ¡Intentaste matarme!

-          ¡Te di una vida mejor!

-          ¡Yo no pedí  una vida mejor! – no pudo seguir conteniendo el llanto – nunca quise ser esto. Maldito egoísta, me malograste la vida.

-          No te la malogre, te la mejore amor ¿Quién no quiere ser un vampiro? Somos una raza superior a cualquier otra. Dominamos la cadena alimenticia. Dominamos este sucio planeta, - extendió sus brazos con un aire de suma superioridad – deberías estar agradecida por darte este tipo de vida para ti.

-          Pues no lo estoy – el tono de Jane estaba cargado de odio, había dejado de llorar y su ira había crecido grandemente.

El creador rio sin gracia. Su rostro cambio y reflejo en ella toda la amargura de su detestable esencia.

-          Te crees muy graciosa ¿eh? Pues no me pareces nada graciosa. Te has pasado del límite, hermosa.  No te voy a permitir que me hables de esta manera.

Jane lo miro fijamente y pensó que sería mejor no contestarle ¿Qué se supone que debía hacer ahora? ¿Correr? No, la alcanzaría ¿Rogar para que le deje en paz? No, suficiente dignidad ya había perdido. Decidió esperar a ver qué es lo que quería él, porque claramente sus reacciones se basaban en las futuras acciones de ella. Debía estar preparada, deba estar alerta a cualquier intento de agresión.

El creador, llamado Zephir, planeaba castigarla por haber deshonrado su gran “caridad” al haberla convertido en una vampiro y, como si fuera la gran cosa, haberla dejado convivido con él. ¿Si la amo? De eso no estaba seguro ni el mismo, su personalidad era tan oscura que con solo una mirada de podía dar a conocer el odio que cargaba su alma.

El también se quedo parado mirándola, admirando las facciones de su rostro que se habían enriquecido al pasar de los años. Se veía como se solía ver: su cabello negro alborotado, su piel liza pero sus ojos. Sus ojos no le enseñaban ese temor, esa fobia con la que solía verlo. Ahora tenía algo más oscuro, algo más fuerte que el odio y eso le desagrado, le desagrado bastante. Lanzo un gruñido y huyo. Pero antes de huir lanzo un “Nos veremos pronto”

Tu PerdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora