Capítulo 13.

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El humano despertó desconfiado de la cama. Miro a ambos lados con desconfianza y suspiro pesadamente. No podía creer en el problema que había logrado tener gracias a aquellos vampiros que de una u otra forma ayudaba.

¿Desconfiaran de mí? – Pensó -  Por supuesto que sí.

Puso sus pies en el suelo, sentado, y masajeo su cabeza intentando relajarse. Su cabeza latía y sentía ganas de vomitar.

Genial, estoy demasiado nervioso.

Se paró de la cama y se fue rápidamente al baño. Una vez dentro prendió el agua caliente y relajo sus músculos al sentir el contacto que hacia el agua con su cuerpo.

El joven McAdams se quedo ahí parado mientras el agua hacia todo lo posible para sacarlo de sus pensamientos. Comenzó con la propuesta de su secretaria, la señorita Hendricks.

-          Señor McAdams – dijo Amanda con voz insegura – Mi padre quiere hablar con usted.

-          ¿Su padre? – dijo el extrañado – ¿Sobre qué?

-          Pues, me ha dicho que tienen un tema en común y quisiera discutirlo con usted.

Aidan asintió con la cabeza y salió del auto junto a ella. Un hombre de un saco marrón oscuro estaba parado afuera de un edificio con los brazos cruzados y una sombría mirada.

-          Señor McAdams, al fin puedo hablar con usted – dijo Zephir con una sonrisa.

Negó con la cabeza como si aquel movimiento borrara ese recuerdo de su memoria. Intentando olvidar, esparció jabón por todo su cuerpo y luego lo enjaguo. Lavo su cabello y cuando ya estaba limpio; amarro una toalla a su cadera.

-          Mr. Aidan – dijo Zephir cuando el mencionado salió de la ducha – estaba esperándolo.

-          ¿Cómo sabes donde vivo? – dijo el conteniendo sus ganas de salir corriendo.

-          Me interesas joven, y los que me interesan. Me interesan sus hogares también.

***

Estaba Jane durmiendo cuando de repente siente algo extraño. Su corazón empezó a latir y sus sentidos le decían que vaya corriendo hacia el cuarto de Aidan. Algo no estaba bien.

Se paro con fuerza y velocidad de la cama y se quedo varada en medio de la habitación agudizando el oído.

“No tienes porque tenerme miedo, puedes confiar en mi” La voz de Zephir resonó al instante en las orejas de ella.

Ella entro en shock ¿Qué hacia el aquí? Y mejor aun ¡¿Qué hacia el aquí hablando con Aidan?!

La ira y decepción recorrieron cada parte de su cuerpo. Quería ir a su habitación y gritar ¡Traidor! Pero sería muy estúpido.  Decidió continuar escuchando.

-          No, no – dijo Aidan – No puedo hacer eso.

-          ¿Te estás negando?

Aunque los ojos no tenían nada que ver con el sentido del oír, los achino en forma de concentración. No entendía algunas partes, y bueno, la razón era que no se sentía con la suficiente energía como para agudizar todos sus sentidos.

-          ¡Está bien!  Lo hare ¿Si? Solo no metas a Amanda en esto.

-          Lamentablemente, querido amigo. Amanda esta tan metida como tú lo estas.

Tu PerdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora