Inopacable amor | Camren | Segunda Temporada - Como llegamos tan lejos?

CAPITULO 8 - LAUREN VIVE

Camila se encontraba ya, camino a casa, pensando en la "alucinación" que acababa de tener. 

Fue algo real...Lauren hasta la había abrazado ¿y si era verdad? ¿y si en realidad su Lauren seguía viva? Clara y Alejandro tendrían mucho que explicar...demasiado que explicar. De pronto, se encontró con que estaba en la calle, de rumbo a casa de su padre y al llegar, suspiró y tocó la puerta. 

Marie la atendió y se sorprendió de verla allí, casi nunca iba y cuando iba, era para quedarse largos ratos en el cuarto de Lauren, llorando por su amor perdido. Claro, Camila no sabía que Marie y Dona sabían de esto, pero sí que lo sabían. Sólo ellas dos. 

¿qué haría? Si Camila entraba a la casa e iba al cuarto...verías las cosas de Lauren. Lo mejor sería disimular. 

-¡hola Camila! Que...sorpresa 

-Marie...¿puedo pasar? Vengo a corroborar algo importante, es una emergencia-dijo la Castaña

-¿estás bien? ¿el bebé?-dijo Marie preocupada viendo el vientre de Camila 

-el bebé está bien, sólo es que tengo algo que hacer-dijo Camila suplicante y Marie le dio paso-gracias

Camila caminó hacia el ya tan conocido cuarto y lo abrió rápidamente. 

Casi se desmaya allí mismo al ver que estaba lleno de cosas y al recibir el inconfundible aroma a Lauren que invadía la habitación. No conforme, pensando que era una coincidencia, Camila corrió hacia el clóset y lo abrió sólo para descubrir ropas desconocidas, ninguna que conociera ya. Rápidamente se metió al baño y de nuevo la invadió aún con más intensidad el aroma y sintió un fuerte vuelco en su corazón al ver todos los productos para el cabello favoritos de Lauren sobre el tocador. 

**no, esto no es posible** pensó la pecosa mientras salía del baño y observó con rapidez el cuarto. Estaba desesperada, tendría que buscar más pruebas...Su mirada dio con una cómoda y, tras dirigirse a ella, empezó a esculcar uno a uno los cajones hasta que llegó al último y lo que vio en él despejó cualquier duda posible. Habían cartas, la playera rosa que le regaló el día de su cumple, un álbum de fotos, dos libretas, una cinta de video y una cajita, entre otras cosas. 

Camila, con el corazón en la mano, abrió el álbum y casi se muere de la impresión al ver las primeras fotos: habían unas de ella y Lauren besándose, otras de ella nada más, otras de Lauren nada más, otras de ellas dos con su familia, con sus amigos, ellas dos en el cumpleaños de Lauren, ellas dos en la cabaña, ellas dos en la escuela, ellas dos...ellas dos. En ese álbum se plasmaba el amor que existió entre ellas y Camila ya lloraba al llegar al final del álbum, donde salían las dos abrazadas, mostrando sus tatuajes. Camila pasó su mano por una foto de Lauren, tocando sus labios, aquellos labios que noche a noche deseaba volver a besar, aquellos labios que la conocían tan bien y la hacían llegar al cielo y conocer lo desconocido. 

Luego de ver eso, aun llorando, recorrió las libretas, donde se encontraban los poemas, poemas que Lauren no le había mostrado nunca, y otra libretita era el diario de Lauren, el diario que escribía cuando eran novias, y allí expresaba el 99% lo que sentía por Camila, describía todo y la Castaña sonrió ruborizada al encontrar una página que empezaba con ¡ya lo hicimos! Ha sido la mejor noche que he tenido en mi vida...y así, Camila seguía leyendo y leyendo. Cuando se dio cuenta de dónde estaba, se encontró así misma con la cara empapada por las lágrimas y sonriendo a la vez, su corazón palpitaba más de lo normal y un hormigueo que no experimentaba hacía años recorría su cuerpo entero: Lauren estaba viva y estaba allí, en Miami.

**Debo verla, necesito verla y tocarla...MI LAUREN ESTA VIVA** pensaba Camila mientras guardaba todo y, pensándolo, agarró una foto donde estaban las dos besándose abrazadas (Harry les tomó la foto) y abajo estaba firmada Te amaré por siempre Camila, jamás te olvidaré.
Camila salió casi corriendo, con dificultad a causa de su crecido vientre, del cuarto y, mientras recorría ansiosamente los pasillos de la mansión buscando a Marie, se percató que afuera llovía. No le importó y siguió buscando a Marie.