Inopacable amor | Camren | Segunda Temporada - Como llegamos tan lejos?

CAPITULO 29 FINAL - NUESTRO AMOR, INOPACABLE...

El despertador sonó, provocando que Camila abriera uno de sus ojos sólo para ver la hora. Las 6:30. Se volteó y sonrió al ver el rostro de ángel que tenía su morena al dormir.

-Lauren, Lauren...-susurró moviendo suavemente el brazo para que Lauren se despertara-ya...se nos hace tarde. Despierta, mi amor.

La Castaña se incorporó y se quitó de encima la sábana, dejando su cuerpo desnudo al descubierto. Se levantó de la cama y se metió a bañar. Con el ruido de la ducha, Lauren se despertó.

-Ya voy-dijo adormilada- ¡Ya voy!

Lauren se metió a bañar con Camila y Camila, como siempre, terminó de bañarse mucho más rápido. Salió, se vistió y peinó.

-¡Voy a hacer el desayuno!-anunció la Castaña- ¡apúrate, que se nos hace tarde!

Huevos revueltos con tocino, ese fue el desayuno. Claro, no pudo faltar el jugo de naranja para ambas y un poco de yogurt de fresa para Camila. Lauren no quiso.

Al terminar, se lavaron los dientes, agarraron sus cosas y salieron de prisa del departamento. ya en el camino, en el auto, Camila tomó la mano de Lauren mientras ésta conducía.

-No lo creo, te despertaste tarde Cabello-dijo Lauren sonriendo y sintió cómo Camila le besaba la mano.

-Jajaja, pues es que estaba cansada-

-Lo imagino, con una noche como la de anoche...¿quién no lo estaría?

-Ay Lauren, de verdad eres tremenda. ¿Trajiste todo?

-Sí, todo. ¿Tú?

-Sí...Hoy tengo una sesión con un niño de quinto de primaria, tiene problemas en su casa. Lo citaron con sus padres y bueno...tendré que hablar con ellos. Yo opino que lo golpean.

-Wow, espero que no sea grave-dijo Lauren.

Llegaron a la escuela y en el auto se dieron un pequeño beso en los labios. Después, bajaron del auto hacia el edificio. Lauren se fue a la sala de maestros, Camila a su consultorio. Cuando entró a la habitación, puso todo en orden y revisó el expediente del niño. Después de ojearlo un buen rato, concluyó que sí era maltratado por sus padres y lo descubriría en esa misma cita, a las 10:30. Pidió que le llevaran un café y de mientras, contempló por la ventana la hermosa escuela. Se sentía realmente agradecida con Dios por haberle brindado ese empleo. Hacía lo que le gustaba y estaba junto a Lauren.

Lauren por su parte, se encontraba conversando con Esther, la directora.

-Me alegra que estén bien ambas, Lauren. De veras

-Gracias-dijo Lauren agradecida- Camila está muy feliz, muy agradecida con usted.

-Jajaja, al contrario-dijo Esther- desde que Camila está aquí, todo parece estar en mejor orden. Tienes suerte de tenerla, Lauren. Les deseo toda la felicidad juntas.

-Muchas gracias Esther, de verdad no sé qué haríamos sin tu ayuda

A las 2 de la tarde, Camila cerró su consultorio y caminó hacia el salón de música, donde Lauren acomodaba sus papeles y miró a Camila.

-Hola, ¿cómo te fue con el caso del niño?

-Como pensé, sí sufre de maltrato. Claro, mediante más sesiones lo voy a ir profundizando, pero por supuesto que pondré un alto.

-Ya verás que sí, eres muy buena en estas cosas

-¿Nos vamos? Te invito a comer

-Me parece perfecto-dijo Lauren sonriendo.