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Eren echo la cabeza hacia atrás, no quería ir y verle la cara a Levi, por otro lado, si era Isabel quien lo llamaba, con gusto estaría para ella. Subió hasta la sala y para su suerte, estaba ahí la pelirroja.

— ¡Ereeeeen! — Canturreo la chica con voz chillona — Necesito de tu ayuda — El castaño sonrió de lado y se sentó junto a la chica. No era gran problema lo que tenía que hacer, un par de ecuaciones y leer uno 5 capítulos del libro que Levi le había dejado.

— Recuerda que debes despejar a "x", ¿De acuerdo? — Isabel frunció el ceño, confundida.

— ¡Wuaaa! Nunca podré hacer estas cosas — Eren suspiro y siguió hablando.

—Recuerda que debes hacerlo o... — la chica lo interrumpió.

— O Levi va a matarte o probablemente duermas en la cafetería, lo sé Eren, pero es demasiado complicado para mí, apenas sé sumar, restar, multiplicar, dividir, leer y escribir. Eren de verdad agradezco que me ayudes, pero será mejor para — dejó el cuaderno de lado y se levantó para ir hacia la cocina. Ahí se quedó Eren, pensando que mesa estaría más cómoda para esta noche, antes que pudiera bajar de nuevo a trabajar, cierto personaje entro con cara de pocos a amigos.

— Mocoso, arriba ahora — dijo Levi sin más y subió a los últimos pisos.

Eren se quedó pensando un rato si obedecer como el buen perro que era o bajar y hacer como que no escucho, era un buen plan, al menos hasta que Levi le grito que subiera. El castaño acató y subió, primero fue a la habitación del mayor, pero ahí no había nada, entonces escucho el dulce sonido de un piano, una dulce sinfonía. Eren subió otro piso y camino por aquel enorme pasillo que solo contaba con una puerta a la derecha, giró el picaporte y se topó con un enorme salón, algo prácticamente imposible para un edificio de ese porte. Era blanco, totalmente blanco, un candelabro de cristal en forma de espiral que caía colgaba en el techo, siendo un hermoso adorno para aquel lugar; no era un lugar cerrado, enormes ventanales que daban una preciosa vista hacia la ciudad era un detalle que Eren no podía creer, pero no era todo. El piano de cola color negro estaba en el centro, siendo tocado por Levi, quien mantenía los ojos cerrados, la concentración en aquella melodía y sus dedos se movían por si solos.

Aquel intruso no quiso perderse por ninguna circunstancia la bella canción que el azabache practicaba, sin embargo, Levi dejo de tocar.

— Se pide permiso antes de entrar— habló el mayor con calma, abrió los ojos lentamente y se dirigió hacia Eren— Siéntate— Eren obedeció sin decir más, aquel largo banco era suficiente para ambos, sin embargo, el castaño no quería hacer contacto con el azabache.

— Tocas bastante bien— alegó Eren. Levi tocó ligeramente una blanca tecla del teclado, haciendo que su sonido llenara el salón.

— No es suficiente, al menos no como yo quisiera— alejó su mano del instrumento. Su vista no dejaba en paz el perfecto seguimiento de las teclas, blancas y negras, todas en cada lugar que les correspondía.

— Me gustaría saber por qué...— Mala decisión, eso pensó Eren.

— Tal vez no lo comprendas porque apenas eres un mocoso, Jaeger—

— Tal vez si me explicas— Levi por fin miró a Eren, el castaño se sorprendió de lo que veía. Un azabache que era duro de tragar estaba ahí, vulnerable a la vista de todos, era si aquel lugar le hubiera arrebatado toda la rudeza que solo el podía cargar.

El mayor suspiró con aires de nostalgias.

— ¿Tienes idea de lo que es vivir en las sombras de tu madre y hermana? —Eren se encogió de hombros, no tenía hermanos, al menos no biológicos, solo a Mikasa y la conocía desde que tenía 9 años, no sabía nada de su pasado o por que llego a su casa un día muy golpeada y seria. Sin embargo, la azabache hacia todo por proteger a su hermana y esta salía siempre como muy destacada.

— Tal vez, Mikasa es muy protectora conmigo y pues, siempre la admiran por ser fuerte— Levi exhalo.

— Algo así es por lo que paso... Cuando mi hermana vivía conmigo y con mi madre, solía cantar y tocar el piano, lo tocaba de una manera tan hermosa, podría destruir tu ser en cuestión de segundos— hizo una pequeña pausa, como si estuviera recordando algo— cuando Mikasa creció, su amor hacia la música se le inculco, comenzó a cantar y pronto con el piano, yo la admiraba, sin embargo, me daban celos que mi madre prefiriera elogiar a la menor que a mí. Salí de casa cuando tenía 12, a Kushel no le importo nada, así que me dejo ir.

Eren ponía atención a todo lo que Levi le contaba, era una pequeña oportunidad de comprender mejor al azabache.

— Es obvio que no deje de estudiar y como era un cerebrito, terminé pronto. Sin embargo, tomé un mal camino y pronto termine como alguien de mala espina, cometía delitos menores, robaba para alguien más, golpeaba y deje atrás todo lo que mi madre me había enseñado— Levi miro hacia los enormes ventanales, admirando la hermosa ciudad. Cuando Cumplí los 20, conocí a Hanji en un bar, poco después no hicimos buenos amigos y fue ahí cuando me entere de nuevo sobre Mikasa, que ella estaba bien, tenía una nueva y bella familia que la quería mucho, además de que tenía un trabajo con ella.

Eren comenzó a pensar en todas las palabras que el azabache soltaba, Mikasa tenía un pasado que desconocía por completo, tenía otro hermano y una madre que al parecer no era muy linda. Quiso seguir procesando la información, pero Levi no dejaba de hablar.

— Intente estar cerca de ella y disculparme por haberla dejado sola, el día que lo hice, solo discutimos más, nos herimos y nos mandamos a la mierda, me sentí una porquería de hombre, de hermano y de ser viviente. Cuando desee volver a esos tiempos de vandalismo, la loca me ayudo, me regalo este estúpido piano y mi amor por la música volvió, me saco de todas las idioteces por las que había pensado. Hable con ella y fue de ahí que surgió "No Name" no quería que nadie me conociera, ni supiera quién demonios era yo o dieran conmigo por ser hijo de Kushel Ackerman, no, yo forjaría mi propio camino.

Sin palabras, eso fue en lo único que pensó Eren al ver que Levi había concluido su historia, aún quedaban huecos dentro de esta, demasiados, pero si preguntaba probablemente el mayor lo mandaría a la mierda.

— No sé cómo responder a esto... — Levi se levantó del banco y despeino al castaño. Su toque encendió algo dentro de Eren, una enorme e incontrolable llama, la cual comenzaba a propagarse por todo su cuerpo, haciendo que los nervios florecieran y las ganas de salir huyendo fueran en lo único que podía pensar.

— No es necesario que respondas, de todas maneras, me escuchaste atentamente, mocoso — el pequeño azabache se dirigió hacia la puerta — Pensé que eras un bueno para nada, al parecer no.

Cuando por fin se alejó, el castaño dejo caer su cabeza en las teclas y cubrió la misma con ambos brazos. Palpitaba su corazón como nunca le había pasado, dolía y ardía, pero aquel sufrimiento era placentero...

||Hasta ake criaturas uwu no olviden votar :3 las amo -3-  

No NameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora