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― ¿en la boca del lobo? ― repitió Levi, cuestionando con un aire divertido, de seguro solo era alguna broma planeada por Mikasa, Eren no haría eso. Pero estaba olvidando un detalle que nunca pensó, ese no era ese Eren.

―No tengo que repetirlo, Ackerman, será mejor para ti que implores por tu miserable cordura o yo mismo terminare con ella― si tan solo supiera que ya no estaba cuerdo desde que lo conoció.


―No tengo porque hacer-― fue interrumpido por un brusco beso por parte del menor, disparando una alerta dentro del cuerpo de Levi. Aunque por una parte, quería frenarlo, esa sensación de tener de nuevo esos labios junto a los de él era el placer prohibido más delicioso.

No iba a quedarse así como así, de una manera u otra tendría que tener el control sobre el beso: su mano fue a parar en la nuca de Eren para profundizar, pero este no se dejó. Aparto los brazos de Levi para enseguida ir a sus muñecas y llevarlas arriba de su cabeza, apretándolas con fuerza. El mayor emitió un gruñido tras la acción del castaño, a lo que recibió una buena mordida en su labio inferior causándole un gran estrago en su cuerpo.

―No tienes idea de todo lo que he tenido que soportar― susurró con una hermosa y grave que puso a Levi mucho más débil― Te voy a castigar por lo que hiciste el día del concierto.

Levi volvió a temblar, su cuerpo se quedó helado ante la propuesta del chico y sintió ir su alma hasta los pies. Y puede que haya perdido mucho más que eso cuando Eren bajó sus besos al cuello del mayor, sacándole un jadeo innecesario. Eren sonrió.

― ¿te gusta? ¿O quieres que pare? ― Una de sus manos fue a dar a la camisa del azabache, levantándola con cuidado y así tocar su piel prohibida. Levi forcejeo puesto que si seguían así, acabarían follando. Eren tocaba sin prisa alguna, las yemas de sus dedos rozaban apenas la pálida piel de su mayor, explorando y recordando cada parte de este; no estaba asombrado de que Levi tuviera un torso bien definido, es más, era mucho mejor para Eren, la diversión no acabaría ahí.

―Mmgh― suprimió un gemido quedo cuando Jaeger succionó un buena parte de su cuello, asegurándose que dejara marca― ¡¿Eres idiota?! ¡Eso dejara puta marca!

―Esa es la intención, mi lindo Levi― dejo otro casto beso en su clavícula y por fin dejo libres sus muñecas, separándose sin decir nada y retomar su camino― por cierto, mejor cúbrete esas marcas, no quiero que sospechen de mí.

Los colores subieron a sus mejillas: enseguida sacó el móvil para ver su cuello y efectivamente, había marcas de dientes totalmente rojas, mientras que una que otra se estaba poniendo morada.

―M-maldito mocoso.

°°°

―Espera espera, ¿esas marcas te las dejó Eren? ― Mikasa estaba en la cama de Levi, boca arriba mirando el techo y sonriendo totalmente divertida. Mientras que su hermano yacía en su silla giratoria frente al escritorio lleno de papeles, plumas y algo de ropa, un verdadero desastre.

―Ya te lo dije, fue el― no estaba serio, es más, estaba nuevamente sonrojado de solo pensar en esos besos en su cuello, de pensar en esos labios sobre los suyos, devorándolo y ansiando por más.

―enano, conozco a Eren y no haría tales cosas, ¿seguro que no te fuiste de ebrio y te acostaste con alguna puta con SIDA? ― Levi le dio una mala mirada y la menor se encogió de hombros― en fin, no creo que eso sea posible y más cuando te pasivearon.

El mayor no dudo en lanzarle una almohada a la menor, causándole que esta le levantara el dedo del medio.

―Mikasa es en serio, esto debe ser un jodido sueño, nada de eso pasó y probablemente este soñando.

―dile eso a tus chupetones y mordidas.

― ¡Agh! Es imposible hablar contigo― Levi se levantó y en vez de sacar a Mikasa por la fuerza, se acostó a su lado― ¿deberé considerarme el pasivo en la relación?

― ¿relación? Ustedes ni siquiera son amigos, me extraña que pienses así, al parecer te trae más que estúpido.

―es tu maldita culpa― puso una mano sobre el rostro de Mikasa para apartarla con fuerza.

―Imbécil no molestes― la contraria se levantó y suspiró― ¿quieres respuestas? Bien, últimamente he visto a Eren con Annie, y déjame decirte que esa narizona no es de fiar, probablemente ella fue de la idea de hacerte esto.

Pero no era así, Eren Jaeger no necesitaba ayuda de nadie cuando de vengarse de trataba: desde niño había tenido una retorcida mente que estaba prácticamente oculta y reservada para esos idiotas que quisieran pasar esos límites. Bien está el caso de Jean: se conocieron desde la secundaria y el tal Jean era un dolor de culo para Jaeger, no solo acosaba a Mikasa, sino que era un fanfarrón de primera. Había veces en las que el supuesto mejor amigo de Jean, Marco, un azabache de sonrisa sincera y lindas pecas, lograba controlar la situación y dejar que esos dos perros se dejaran en paz. Al menos hasta Marco tuvo que trasladarse de secundaria a mitad de ultimo año que cursaba Eren, Armin, Mikasa y el resto que ya conocen.

Cuando ese balance se fue por la borda, Eren y Jean peleaban por casi todo: comida, tareas y deberes, superar el uno del otro en deportes y en estudios. El castaño de ojos verdes comenzó a cansarse y dejo de molestar a Jean, pero siempre planeaba algo dentro de su pequeña mente...

(Flashback)

Jean había sido citado por Mikasa a verse más allá de la pista de atletismo, ¿las cartas y rosas habían funcionado? Tal vez, nadie se resistía al encanto de Jean Kirschtein. Llegó algo nervioso hacia los árboles que adornaban la entrada a un pequeño jardín, ansiando ver a la asiática azabache radiante como nunca... no fue así. Eren llego detrás de el para vendarle los ojos con fuerza, a lo que Jean respondió con un grito ahogado y forcejos, nada de eso sirvió; todo se tornó oscuro tras sentir un golpe en su nuca. El castaño no tenía ni el más mínimo remordimiento, es más, había encontrado una pequeña felicidad a esa acción, y lo que venía iba a ser toda una joya.

Esa tarde, Jean fue golpeado, pateado, azotado con una regla, pinchado con alfileres en sus manos, piernas y parte de sus brazos, cortado con el filo de un sacapuntas y llevado al punto de explotarse la garganta de tanto gritar. Eren no había tenido piedad, le había gustado ver llorar a su enemigo y verlo suplicar. No estaba enfermo ni era un psicópata sin sentimientos, no, es solo que cuando le colmaban la paciencia, no había quien soportara el ritmo de Eren alterado. Desde ese entonces, Jean bajó sus acciones: a pesar de que aún le gustaba Mikasa, su forma de coquetearle era mucho más discreta. Cuando Jaeger y Kirschtein entraban en discusión, nadie salía ganando, pero con solo una mirada por parte del de ojos verdes al contrario, todo se calmaba. Claro que actualmente se odiaban, pero Jean aún tenía en cuenta que Eren no era normal cuando las cosas no se hacían a su gusto.

°°°

―Entonces, ¿me estás diciendo que debería apartar a Eren de Annie para que así yo tenga algún control sobre él?

―no es una buena idea, pero al menos intenta ponerla en práctica.

En cuanto a la pareja mencionada, ambos adolescentes yacían debajo de un árbol, Annie fumando y el contrario dibujando en su libreta cosas que nadie más podría entender.

―Jaeger, ¿Por qué nunca me contaste lo que le habías hecho a Jean? ― preguntó la rubia tras darle una calda a su cigarro y expulsar el humo por sus labios.

―Nunca se lo conté a Armin o a Mikasa, no tuve por qué contarte a ti.

―fui tu novia, los novios hacen cosas como esas― la rubia se acercó al chico, sentándose a su lado― y a lo que mi mente retorcida puede entender, ese es un chico atado a una cama― Annie sonrió de lado― no pensé que tuvieras ese tipo de pensamientos, Grey.

―no, y no pienso ponerlos en práctica― cerró su libreta― no soy ese tipo de activo.

― ¿entonces qué clase?

―uno mucho peor.

|||verán, me hubiera gustado hacerlo muuuuucho más largo, pero eso incluiría flashbacks y todo el pedo, dudo que quieran leer eso pero en fin. Lamento cambiar la historia así y c que hay cosas que no concuerdan con el principio de la historia, sin embargo, tratare de arreglar eso con el paso de la historia. Gracias por seguir leyendo, votar y comentar. Se aprecia mucho. ya somos 1K wn que emocion. MIL GRACIAS POR SEGUIR LEYENDO ESTA BASURA.

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