No Name

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Eren mentía, lo sabía desde que había pronunciado aquellas palabras, no es que fuera un chico malo, no lo era, simplemente no quería quedar mal frente a Annie a pesar de que ya no le importaba una mierda la mera compañía de esta, pero el hecho de escuchar a alguien más decirle cosas sobre cómo tratar a alguien que te "gusta" valía la pena, incómodo, pero valía la pena.
Y bueno, si tenemos que hablar sobre nuestro Levi, en resumen, se estaba torturando mentalmente: entre tanto ajetreo de conciertos, reuniones, ensayos y unos asuntos que aún no podía tratar, sentía su mente colapsar en cualquier jodido momento, sumándole que Eren ni siquiera le dirigía la palabra que no fuera para pedirle un pequeño favor o algo como "buenos días, Levi". Y si, lo estaba volviendo loco, ¿Acaso el menor quería torturarlo? ¡Bien! Lo estaba haciendo a la perfección, todo su teatrito estaba saliendo bastante bien, pero no estaba ya para seguir tolerando los caprichos como los que el castaño tenía.

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Semanas más tarde, todos pudieron tomar un buen descanso sobre la sala del café de Hanji, agotados debido a la jornada más larga de aquella temporada pero claro, la paga que vendría sería enorme; Mikasa quería tomar un ligero descanso (si bien no trabajaba ahí, debido a la falta de personal tuvo que tomar un trabajo) pero no lo haría ahí, oh no, tenía asuntos que arreglar con cierto enano.

—Hey, Mikasa, ¿No piensas cenar con nosotros?— Preguntó Eren mientras se sentaba en el sillón junto con Armin y Sasha, quienes se daban ligeros masajes en los hombros debido al cansancio.

—Uh, no, quiero dormir un poco arriba— sin más, subió a una velocidad que no fuera considerada fuera de lo normal, aunque proviniendo de ella, sería completamente normal. Parte de ella no quería hablar con su hermano mayor, no eso traería consecuencias negativas y una recaída de depresión, y claro, ella no deseaba recaer en estos momentos; antes que pudiera seguir subiendo a la habitación de Levi, la figura de su mayor se impuso ante ella, sacándole un pequeño grito.

—¡Demonios no hagas eso!— apartó algo brusca a su hermano, pero eso solo torció lo labios— Tenemos que hablar.

—¿Ah sí? ¿Y desde cuándo te prestas? Porque si vamos a hacerlo, yo también tengo un par de cosas que decir— Levi no quería discutir con su hermana, no, al menos no por ahora y si de lo que querían hablar era sobre Eren, que se fuera muy a la mierda.

—Es sobre Kushel— Levi quiso  mencionar una frase algo como  "el estúpido de Eren ni me interesa" mas sin embargo, el escuchar el nombre de su madre lo hizo prestar atención— Ella quiere verte, quiere vernos.

—¿Ah? ¿Y desde cuándo recuerda que tiene hijos? Porque que yo recuerde, la única hija que tenía eras tu— no era un reclamo, a Levi le había dejado de interesar ser hijo de una persona tan hipócrita como su madre lo era— no quiero saber nada de ella.

—¡Escúchame carajo!— levantó la voz la azabache en señal de molestia— No tenemos de otra jodida opción, el padre de tu querido Eren es amiga de nuestra madre y organizará una cena, y por lo visto, te quieren ahí.

Bien, una cena, una estúpida y jodida cena, ¿Que tenía de malo? Solo vería la cara de su madre una vez más y eso sería todo, ¿Cierto?

—Aja, ¿Eso es todo? Porque yo aún...— y antes que pudiera terminar, su menor le interrumpió.

—Quiere a Eren ahí— el Ackerman mayor sintió como el poco color de su rostro se iba desapareciendo, ¿Eren? ¿A ese idiota lo querían en la cena? ¿QUÉ CHINGADOS TIENE KUSHEL EN LA MENTE?—No me preguntes porque, ni para que, pero conociendo a madre.

—Kushel, se llama Kushel, Mikasa.

—Conociendo a Kushel, no será nada bueno.

No, no lo era, pero no tenía nada de qué preocuparse, ellos no tenían ninguna relación cercana, ambos estaban de extremo a extremo y ni siquiera por causalidad podrían tocarse, entonces, ¿Por qué se preocupaba tanto? Ah cierto, por eso.

—No va a ir— dictó el mayor.

—¿Acaso tienes miedo? ¿Que no supuestamente no sientes nada por el?— Si seguía preguntando, explotaría— dijiste que lo querías lejos de tu vida cuando lo viste con Annie, cuando me dijiste que ya no sentías más que una jodida y estúpida...—

—¡YA BASTA!— el golpe sobre la mejilla de Mikasa ni siquiera Levi lo vio venir, de nuevo, un arranque de ira se vio descargada sobre un ser que amaba. La azabache llevó su mano hasta su mejilla para intentar disminuir el dolor, y aunque quisiera evitarlo, sus ojos se llenaron de lágrimas que no tardaban en desbordarse— Mikasa yo...—

—No, olvídalo Levi, sigue siendo el idiota que eres— sin más, dejó atrás a su hermano, solo y con las emociones a flor de piel.

¿Desde cuándo no tenía un arranque de ira? Mucho, desde hace mucho tiempo... Llevó sus manos hasta su cabello para tirar de este en un intento de aliviar su ira, pero era prácticamente imposible, no estaba molesto con su hermana, no, estaba molesto con su propia cobardía y sus propias acciones. Por su culpa no podía acercarse a Eren, por su culpa no podía admitir que en verdad lo quería para algo más que una noche, lo quería desde hace mucho...

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Eren no paraba de ver a su hermana mientras caminaban por aquel centro comercial al cual fueron debido a una importante misión que su queridísima Hanji les había otorgado: buscar tela y algunas cosillas para el café, y bien, ¿Por qué no le quitaba la vista de encima? Bueno, el color morado y rojo que teñia su mejilla derecha no se veía como si fuera un violento sonrojo, literalmente.

—¿Ya vas a decirme?— cuestionó con la misma y severa voz que había utilizado las promesas veces que preguntó sobre su estado.

—Me caí, ¿Qué más quieres que te diga?

—Oh no sé, ¿La jodida verdad?— Mikasa no quitó la mirada de aquellas brochas como si fueran lo más interesante del mundo. No iba a decirle la verdad, sería condenar a su hermano mayor, pero... Ah.

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Levi no había podido dormir durante los siguientes 2 días debido a los estúpidos pensamientos que tenía sobre sus acciones contra su hermana, joder jamás le había puesto una mano encima y ahora que la tenía para él, lo único que hace es dañarla. Dejó de lado su limpieza en la sala y se tiró en el sofá para así abrazar una almohada en un desesperado intento de controlar sus emociones, y oh vaya, apenas comenzaba el desastre.

—¿¡Le pegaste a Mikasa!?— grito Eren Al entrar a su ya acostumbrada casa...

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Sorri por tardarme en subir esto, buuut tengo un colapso mental y ahh, comienzo a quedarme sin ideas, lo único que tengo es casi el final y algunas cosas que pasaran en unos capítulos. Pero si no logro sacar esto adelante, con todo el dolor de mi corazón, tendré que borrar. Prefiero iniciar algo que sí sea bueno y darles un buen contenido a algo que ya tiene tiempo pero no puedo acabarlo :(
Los amo~