Desde aquel día, Eren comenzó a portarse un tanto extraño con el mayor, evitaba a toda costa saludarlo y si lo hacía era por la educación que su madre le había enseñado, fuera de ahí, no hacia algún tipo de contacto visual o físico, lo cual sabía que lo pondría mucho más nervioso. Esa era la palabra, sentía nervios, nervios porque probablemente en algún momento Levi saltaría sobre el con un cuchillo en mano para amenazarlo que no dijera nada sobre aquel día, sin embargo, nunca sucedió. Eren no tenía la necesidad de contarle a los demás sobre los sentimientos de Levi hacia su hermana, sobre su pasado con su madre y sobre el fortalecimiento de su terrible carácter, no, el azabache había confiado aquellas palabras en el menor por una razón y aunque no comprendía el por qué, decidió no cuestionar más.
—Eren despierta, la clase ya acabó— Armin agitaba su mano frente a la cara de Eren, quien veía fijamente el pizarrón, al darse cuenta de que su amigo se notaba preocupado, sonrió.
—E tranquilo, estoy bien, no es nada, solo que la clase me dejo sin ideas, creo que hoy no poder ayudarle a Isabel con su tarea que le dejo Mikasa ayer— su rubio giro los ojos.
—Son puras excusas, Eren.
Tras llegar a la cafetería, Isabel bajo a recibir a su castaño y preferido profesor con un enorme abrazo muy típico de ella.
—Bájate que ya estas más pesada— rio el mayor, lo cual causó que la pelirroja formara en sus labios un tierno puchero.
—Eres malo, Jeager— trató de hacer la voz profunda, parecida a la de Levi, cosa que Eren notó e hizo que un leve escalofrió recorriera su cuerpo— Por cierto, Levi te busca, de nuevo— los terribles nervios lo invadieron de nuevo, por una parte se emocionó de que Levi lo buscara pero aún seguía en pie la idea de su muerte. Subió al apartamento y ahí estaban dos azabaches, la chica midiendo el cuerpo del mayor, quien giró su vista al ver que Eren llegaba.
—Llegaste tarde— pronunció sin emoción alguna.
— ¿Tuve problemas para llegar aquí? — preguntó sin sentido alguno.
—Si claro mocoso, come lo que sea que saldrás conmigo— Frunció el ceño, confundido por la palabras del mayor. Miró a Mikasa con cierta desconfianza, pero esta estaba concentrada en otros asuntos, midiendo aquí y allá, insertando agujas en la tela y pintando algunos detalles, pero se dio cuenta de algo. Ella había llorado, lo noto en sus rojas mejillas y ojos levemente hinchados, detesto por un momento a Levi, pero Eren tampoco notó que Levi estaba igual: sus blancas y tiernas mejillas mojadas de lágrimas y debajo de estas, un lindo carmesí que lo hizo parecer tanto adorable como débil. No dijo más y evito ver a los dos Ackerman a los ojos o de lo contrario, haría alguna estupidez. Se encerró en la cocina para respirar algo del aroma a comida, su curiosidad le carcomía en lo más profundo de su ser, quería saber por qué aquellos dos estaban en tan mal estado, pero no lo hizo y no lo haría a menos que uno de los dos se lo dijera. Eren finalmente comió algo ligero: unas verduras hervidas acompañadas de algo de carne asada hecha por Sasha para él y bebió solo un poco de agua. Una vez que terminó y salió de su encierro, Levi ya estaba ahí, esperándolo, usaba una jersey negra un poco más grande que él, unos jeans negros y sus zapatillas del color más obvio; Eren miro hacia otro lado, teniendo toda la precaución del mundo por no mirar al azabache que comenzaba a ponerlo de lo más raro.
—Sera mejor que muevas tu asqueroso culo ahora o yo te sacó a patadas— palabras no faltaron para que el menor acatara e hiciera lo pedido. Salieron del edificio, pero el castaño aun no tenía idea de a dónde iban, incluso era un misterio todavía de por qué Levi lo había llamado de nuevo. ¿Acaso importaba? No mucho, su corazón se alegraba de que aquel chico le haya pedido estar con el de nuevo, o algo parecido.
Levi comenzó a caminar hacia la derecha, el lado opuesto de Eren, torpemente lo siguió por la calle, estando detrás de él, cosa que molestó al mayor.
—No eres ni mi perro ni mi guardia para andar detrás de mí, así que compórtate como mayor y camina con normalidad— extrañado de las palabras ajenas, Eren emparejo su caminar con el de Levi, quien se notó un poco más cómodo por eso. Seguían caminando, las personas poco a poco fueron desaparecieron hasta que llegaron a una pequeña calle un poco tenebrosa. Eren quiso oponerse a entrar ahí por dos cosas: no sabía qué demonios podía haber ahí y dos, no quería morir abandonado en un lugar así. Levi se metió a un pequeño local que parecía almacenar una dos o tres almas, el castaño lo siguió.
Al parecer se equivocó, ahí no había nada, exceptuando las horrendas mesas de madera tiradas en el piso y una puerta al final de esa habitación, el azabache caminó hacia allí y pateo con fuerza la puerta, abriéndola con un estrepitoso ruido. Se adentró en la oscuridad, sin decir algo. Eren no tuvo de otra sopa más que seguirlo. Probablemente ese era su lugar de muerte, era un gran error.
Un enorme salón con escenario hasta el final se abrió paso cuando el castaño por fin bajó, era algo imposible para un lugar así, era parecido a un bar abandonado pero bien cuidado: mesas y sillas algo polvorientas pero lo bastantes discentes para el lugar. El bar era mejor de lo que pensó mientras más analizaba cada rincón de este.
Levi estaba en el escenario, sosteniendo un micrófono algo anticuado.
— ¿debe preguntar que hacemos aquí? —Levi, disgustado, suspiró.
—Solo te pido que escuches...
El azabache exhalo con fuerza y su melodiosa voz resonó en todo el bar...
||Voten hijas de la verga o borrare esta vaina alv
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No Name
FanfictionNo Name es una famosa banda conformada por solo 3 integrantes: Mike, Hanji y Levi. Apesar de solo contar con pocas canciones, su numero de fans es increíble. Aquí es cuando aparece nuestro castaño de ojos verdes, Eren Jaeger. Eren ha estado últimam...