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-¿Que? Espera un segundo- toque mi sien intentando acomodar todas las ideas, pero aquel azabache me interrumpió.

-¿Que no comprendes? Ya puedes traer toda tu basura aquí, tu hermana ya se encargo de eso- dijo con cierta molestia en su tono de voz. Se levanto del sofá y solo le dio una leve  mirada a Mikasa.

-Acompaña al mocoso a casa, después terminaremos de hablar- dijo con seriedad para volver a subir a su habitación. EL ambiente lo sentí tenso, Levi era tan frió, tan distante que inclusive pensé que el estaba en un estante lejos de mi o de cualquier otra persona, es como si quisiera que nadie lo tocara. Mi vista nunca se aparto del pasillo que conducía hacia arriba, hacia donde Levi había ido.

-Eren despierta- mi hermana sacudió levemente mi hombro para llevarme a la realidad- Debemos ir, Carla quiere hablar contigo- fruncí el ceño.

-¿Solo ella?- 

-El doctor tuvo que salir, sabes que siempre es así- cierto, nada de esto me impresionaba, mi padre casi nunca estaba debido a su trabajo. No hice otra cosa mas que obedecer y acompañar a Mikasa hasta abajo.


Al salir, mi peor enemigo había salido de su jodido auto rojo.

-Joder Mikasa, te tardaste años- Mire a Mikasa molesto y esta se encogió de hombros.

-La verdad me dio pereza venir caminando hasta acá, así que le llame a Jean que me trajera- le tome la muñeca para alejarnos un poco de ese idiota.

-Sabes que lo odio, ¿y encima le pides un favor? ¿Estas loca?- ella giro los ojos con molestia.

-¿Acaso piensas cargar todas tus maletas desde casa hasta acá? Si ese es el caso, no pienso ayudarte para nada- se soltó de mi agarre y enseguida fue hasta el auto de Jean para entablar una pequeña conversación. Mikasa estaba rara, bastante, ella no era de no hacer nada, salí cada que podía a correr, hacer ejercicio o cosas por el estilo, pero ahora la veía diferente. 

°°°

Ahorrándome todo el trabajo de empacar cosas necesarias e innecesarias, solo tome mis maletas y baje hasta el living, observando como mi madre al verme cruzaba los brazos y suspiraba de manera pesada.

-¿no piensas detenerme?- dije divertido.

-Ay Eren, creo que tienes edad suficiente como para decidir esto- sonrió de lado, sus delgados y delicados brazos me rodearon de manera inesperada, ella era de estatura promedio, al menos en las mujeres, sin embargo, le gano por al menos 10 centímetros, al igual que Mikasa- Te voy a extrañar mucho, cuídate y no dejes de ir al colegio- revolvió mi cabello y dejo un pequeño beso en mi frente- Te amo mi pequeño.

Gire los ojos con diversión, a veces Carla podía ser cariñosa, enojona y todo, pero seguía siendo mi madre.

-Vendré, a veces, si quiera a decir hola o a saludar a papá- mi madre asintió y volvió a abrazarme.

-Ya vete o me negare a soltarte- retome mis cosas y por fin salí de la casa, la cajuela del auto estaba abierta para meter las maletas que faltaban.

-Eren no se por que demonios cargas con tantas cosas, como si tuvieras tanta ropa- Jean no paraba de molestar durante todo el camino que ahora que yo no estaría tan cerca de Mikasa, seria su oportunidad para poder acercarse a ella.

-No se por que pierdes el tiempo en mi hermana cuando ella no te hace caso- respondí después de meter la ultima maleta y cerrar.

-Maldito niño rico- quería acercarse a mi, pero la azabache se cruzo en el camino.

-Jean- dijo de forma severa y este levanto los brazos en forma de rendición.

-Tch, tu ganas, Mikasa- dirigió su vista a mi, volvió a hablar- Esto no acaba aquí, Jaeger- Negué sin mas, solo quería ir a "casa" comer algo y dormir hasta mañana. Al parecer no fue asi.

°°°

Era la tercera habitación que limpiaba, los hombros comenzaban a dolerme y mi estomago no paraba de pedirme comida.

-Mocoso, las cosas se hacen con entusiasmo- Levi entro a la habitación con una escoba en mano y un plumero.

-No es como si tu las hicieras así- respondí- ¿por que tenemos que limpiar todas las habitaciones de este lugar?-

-No pienso vivir en un lugar asqueroso y con un mocoso sucio como tu- replico- termina rápido, aun te falta lavar los platos- solté un suspiro en forma de quejido.

-No quiero hacerlo, me da pereza- el azabache tomo mi camisa por el cuello y estrellar mi cuerpo contra la pared.

-Me importa una mierda si te da pereza o no, estas viviendo bajo el mismo techo que yo y no pienso dejarte hacer lo que quieras mocoso estúpido, ¿comprendes?- soltó ,i prenda no sin antes volver a azotarme contra los ladrillos. Salio de la habitación así como entro, de manera sigilosa y silenciosa. 
Sobe mi espalda con mi mano, al menos hasta donde alcanzaba.

-Ese enano...- solté un quejido cuando alcance a tocar mi hombro derecho- vaya que si tiene fuerza.

°°°

ESPERO LES PINCHES HAYA GUSTADO


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