Tenía mucho qué pensar. Muchísimo. Habían tantas preguntas y ni una sola respuesta.¡Ahg! ¡No podía simplemente ignorarlo! ¡Era su amigo, a quien le debía lealtad!
Cuando lo vio en el parque la impresión le paralizó. Verlo ahí, después de tantos años, riendo, tranquilo, sin esa pose elegante, sin esa carga en sus hombros...fue simplemente asombroso.
Siendo francos, dudó. Dudó de que ese joven fuera Kaname, principalmente porque el castaño era humano. Yuuki le había comentado su deseo de despertar a Kaname, con la esperanza de que él supiera cómo hacerlo, pero no había podido ayudarla. Claro que eso fue hace décadas. Él se marchó, se concentró en sus empresas en el extranjero y sólo sabía de Ren y Mitsuki por Kaien Cross, y alguno que otro vampiro que comentaba del desempeño de la joven.
No había escuchado palabra de Yuuki o de Zero.
Estuvo varios días dándole vuelta al asunto, hasta que se decidió. Hubo varias veces que estuvo dispuesto a acercarse al castaño, mas había un cazador que lo acompañaba a todas partes y la chica peli morada del parque.
El cazador notaria su presencia y jamás podría hablar con el castaño. Solo quería eso, hablar con él, verlo una vez más, sentirlo cerca.
Así pasó unos días meditando. ¿Qué hacer? Y mientras se desidia siguió cuidadosamente al castaño, estudiando sus movimientos. Nunca se había considerado un indeciso, de hecho tenía una gran confianza en su personalidad y desempeño, pero el factor "Kaname" mandaba su confianza al Everest.
Así que cuando vio al castaño llegar al café junto a Zero, vio su oportunidad; por muy contradictorio que sonara. Ocultó su presencia totalmente, una técnica que Kaname le había enseñado—a él y a Seiren—, y esperó paciente el momento en que el castaño estuviera solo para mostrarse ante él. Por fortuna, no fue mucho tiempo.
Por un segundo pensó en abandonar el plan, en salir corriendo y olvidarse del asunto, precisamente en el momento en que sus ojos cruzaron con los borgoñas, tan claros, tan puros como jamás había visto, no tenía el corazón para empañarlos. Sin embargo, fue el mismo Kaname quien le reconoció.
Impidió que el cuerpo del castaño tocara el piso cuando este se desmayó, y se mantuvo unos segundos pensando. Ciertamente Yuuki había descubierto la manera de traer al vampiro a la vida, esta vez como humano.
Ella lo logró. ¡Lo logró!
—No tienes que recordar esto. —puso su mano derecha sobre la frente del castaño, un halo dorado emanó de ella. — Olvida este encuentro.
Dejó delicadamente el cuerpo del castaño sobre el suelo. Zero vendría por él en cualquier momento, estaba seguro de ello. Y él debía marcharse antes de que eso sucediera.
*
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Apenas se acomodó en el asiento se quedó dormido, para nerviosismo de Zero. Según él solo había sido un golpecito, nada importante; pero Zero y Neith insistían que debía ver a un médico.
Al final ganó él. A regañadientes el cazador aceptó llevarlo a casa, con la advertencia de que llamaría a uno una vez llegaran. Él simplemente quería dormir, estaba muy cansado y aún muy confundido por lo sucedido.
Zero miraba de vez en cuando al castaño dormido a su lado. Fue una suerte que hubiera llevado el auto, no tenía arnés para niños en la moto.
¿Cómo demonios podría estar tranquilo si todo representaba un potencial peligro para Kaname? ¿Tendría que poner todo de espuma?

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Flor de Almendro
Fiksi PenggemarYuuki lo había decidido: su hermano merecía una segunda oportunidad. Después de tantos años buscando una forma de hacerlo, la había encontrado y esperaba de todo corazón que su hermano pudiera ser feliz viviendo como humano y que lograra descongelar...