¿Por qué demonios ese tipo tenía las manos sobre Kaname?
Ese imbécil tenía una sonrisa que intentaba ser seductora, mientras se inclinaba sobre el castaño con una mano apretando ligeramente su hombro. Le señalaba algo en el menú mientras hablaba de quién sabe qué, mientras el Kaname soltaba encantadoras risas.
¡Estaba violando su espacio personal! Y para empeorar las cosas el castaño ni cuenta se daba de las intenciones del tipo. ¡Hasta le sonreía!
Será inocente.
Y Neith, quien debería proteger a Kaname, miraba de lo más entretenida la escena.
De dos zancadas estuvo frente a la mesa, poniendo su mano en el otro hombro del castaño, dedicándole una mirada de odio puro al camarero que hozo tocar a su protegido.
— ¡Zero! ¿Qué tal te fue? —saludo Kaname con una adorable sonrisa en su rostro.
—Perfecto. —Sonrió de vuelta, revolviendo con cariño las hebras castañas. — ¿Esperas algo? —Se dirigió esta vez mocoso que había tenido la decencia de quitar su mano lejos del castaño.
—Pues, en realidad, le estaba sugiriendo a este lindo chico el nuevo postre de nuestro menú. —Sonrió sin amedrentarse por la presencia del peli plata. Esa aura de chico malo no le asustaba en lo más mínimo. — ¿Y bien? ¿Te gustaría un Far Breton? —preguntó esta vez inclinándose hasta el oído del castaño, manteniendo su sonrisa seductora mientras señalaba la imagen del postrecito en la tableta.
Kaname se mordió el labio inferior indeciso—acción que provocó estragos en el camarero y aumentó el enojo en Zero. — no estaba seguro de qué pedir, solo quería un postre pequeño para acompañar la mitad del batido de fresa que le quedaba. ¿Sería lo suficientemente delicioso?
Neith por su lado apenas podía evitar soltar una risa descontrolada. ¡Era tan gracioso ver al serio y todo poderoso Zero echando humo por los celos! Escondía su sonrisa de gato rizón tras su taza de café. El camarero había salido más atrevido de lo que esperó.
Y su pequeño e inocente amigo ni se daba cuenta de la pelea de fieras que tenía sobre su cabeza.
¡Oh, dioses! ¡Si tan solo pudiera grabarlos!
— Te aseguro que es delicioso, al igual que tú. — Sonrió el joven, sin poder evitar acariciar la mejilla ajena.
— Eso es canibalismo. —rio el castaño.
— Depende de la definición de "comer".
Y hasta ahí llegaba su paciencia.
— ¡Hey, Kaname! Ren preparó unos pasteles de merengue y fresa, de esos que tanto te gustan. —comentó llamando la completa atención del mayor.
— ¡Tenemos que ir, antes que Mitsuki se los coma! —Habló con decisión, tomando de un trago lo que quedaba de batido, para después levantarse, siendo rodeado con firmeza por el brazo del cazador.
—Ya ves...Te quedaste sin conquista galán. —rio la peli morada levantándose también. —Iré a pagar la cuenta, adelántense ustedes.
El muchacho bufó quedo, para después retomar su sonrisa, después de todo, su número ya estaba escrito en un papelito estratégicamente guardado en el abrigo de su bello cliente. Tomó la mano del castaño con elegancia y plantó un beso en el dorso, cual caballero antiguo. Cosa que logró sacarle un adorable sonrojo al mayor.
—Muchas gracias por elegir nuestro local. Te deseo una espléndida noche.
—Vámonos. —gruño Zero, empujando con su cuerpo al mayor para alejarse de ese idiota.

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Flor de Almendro
FanfictionYuuki lo había decidido: su hermano merecía una segunda oportunidad. Después de tantos años buscando una forma de hacerlo, la había encontrado y esperaba de todo corazón que su hermano pudiera ser feliz viviendo como humano y que lograra descongelar...