Capitulo 16

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  POV  Anastasia

Me siento un poco aburrida, me pregunto que hubiera pasado si hubiese aceptado la propuesta de Christian, de convertirme en sumisa, seguramente en estos momentos ya estaría desvirgada. Mmm, ¿Por que no lo pensé mejor? Tengo veintidós años y sigo siendo virgen, pensé que había encontrado el hombre para entregarle mi virginidad pero el me quería como esclava sexual. Oh dios, debí pensar mejor las cosas. El sonido de mi celular me saca de mis cavilaciones.

- Ana Steele- digo desanimada, es un numero desconocido.

- Ana, hija soy Jose Rodriguez- ¡Jose! Me olvidé por completo de el, seguramente su padre esta llamando para saber como esta su hijo.Que bien cuida de tus amistades Anastasia. Me riñe mi subconsciente.

- Señor Rodriguez ¿Como esta usted?-

- No muy bien, Ana, es Ray- toda la sangre abandona mi cara.

- ¿Que ocurre con mi padre?- Pregunto asustada.

- Es su corazón - dejo de respirar.- Esta en el hospital.

Mis lagrimas empiezan rodar por mi mejillas. La adrenalina me corre por
todo el cuerpo y me llena de pánico a su paso. Me cuesta respirar, mi padre no por favor.

- ¡Ana ¿Que te sudece?!¿Por que lloras?- Me pregunta Ethan, asustado.

- Mi padre- logro decir, el llanto no me deja hablar. Por favor que no le pase nada malo a mi padre, no lo soportaría.

- ¿Que le sucede a tu padre?

- Esta...en el...hospital.

Ethan, me quita el celular, y empieza hablar con el señor Rodriguez.

- Ok- escucho que dice y cuelga.

- Tu padre lo han llevado en el OHSU hospital de Portland- ¿Que demonios hacía en Portland? No tengo tiempo  para pensar eso. - Le llamaré a Mía, para que te lleve. Me gustaría llevarte yo mismo, pero no puedo- me dice a modo de disculpa.

- Gracias-...

Me siento en una de las sillas, y mis lagrimas fluyen libremente, estoy temblando de miedo. Temo por la vida mi padre, el es lo único que tengo en esta vida, el ha sido padre y madre conmigo, a pesar de no llevar su sangre me cuido cuando mi madre nos abandonó. Para irse con otro hombre...

No se cuanto tiempo ha pasado, pero pareciera una eternidad que estoy esperando a la novia de Ethan. Hasta que finalmente llega.

- Oh Ana, lo siento- dice ella abrazandome.

- Gracias. Solo quiero llegar a Portland.

- Vamos ahora.

Ethan, le advierte a su novia que conduzca con cuidado, y me dice a mi que tenga fe.

En el auto ya no puedo reprimir más mi angustia. Aprieto las rodillas contra el pecho y me hago un ovillo en el asiento de atrás. Tengo tanto miedo...el tiene problema al corazón, la ultima vez que lo acompañé el doctor fue casi un año, y el doctor nos dijo esa vez, que Ray, debía tener cuidado que la válvula cardiaca no estaba funcionando bien. Que la sangre no fluia bien.

- Anastasia, hemos llegado- anuncia Mía.

- Gracias- digo con un hilo de voz.

Ella sale, y me abre la puerta. Cuando salgo del auto, mis piernas empiezan temblar.

- Vamos- me dice

Caminamos hasta la recepción de urgencia.

- Buenas tardes, estamos buscando al señor Raymond Steele- dice Mía

- Un momento por favor - responde la recepcionista y nos dedica una sonrisa educada.

Minutos despues localiza a Ray y nos manda a la zona de cuidados intensivos.

Nunca antes me habían parecido tan lento los ascensores como lo parece en esto momento. ¡Vamos vamos! Digo mentalmente para que el maldito ascensor suba mas rápido, pero parece imposible se detiene en todas las plantas. Por favor que mi padre este bien, eso es lo único que pido.

Por fin las puertas se abren y Mia y yo salimos disparadas hacia otro mostrador de recepción, este lleno de enfermeras con uniformes azul marino.

- ¿Puedo ayudarlas?- Me pregunta una de las enfermeras.

- Estamos buscando a Raymond Steele, sabemos que esta internado aquí- dice Mía, agradezco que ella esté en estos momentos conmigo.

- Un momento por favor- comprueba con eficiencia en la pantalla del ordenador.

- El. Lleva un par de horas aquí, pero en estos momentos no pueden verlo . Si quieren esperar, pueden hacerlos en la sala de espera está ahí. - Señala una gran puerta blanca identificada claramente con un letrero de gruesas letras azules que pone: SALA DE ESPERA.

- ¿El está esta bien?- Diga que si por favor

- No puedo darle mas informacion. Tendrá que esperar a que uno de los médicos que le atiende salga a decirle
algo, señoritas.

- Gracias- susurro con tono apenas audible.

Mía, abre la puerta, y visualizo de inmediato al señor Rodríguez.

- ¡Señor Rodriguez!- El se levanta y viene hacia mi

- Oh, cariño...lo siento tanto- solloza y me abraza.

- ¿Como está?- Digo llorando.

- No se nada, no han querido darme información- me aparta un poco de el- no llores cariño, a Ray, no le gustará verte así- me dice tiernamente.

- Ella es Mía Grey, una amiga- sollozo presentando a mi nueva amiga

- Soy José Rodriguez. Mucho gusto- tiende su mano para saludar a Mía

- Igualmente- responde Mía, educada.

- Siéntate - me dice Mía.

- ¿Que hacían aquí en Portland?- Limpio mis lagrimas

- Ibamos a pescar a Astoria, y de repente se llevó su mano en su pecho, y se desplomó- oh papá. Por favor se fuerte, si me dejas no podré soportarlo...

   POV  CHRISTIAN

Soy un idiota, le dije al imbécil del doctor Kavanagh, que no estaba apto para atenderme y ahora estoy aquí, solo lo utilicé para verla a ella. Hoy por la mañana cuando fue por sus cosas no pude verla.

Llego a recepción de la consulta del doctorcito pero para mi decepción ella no está. ¿Donde estará?

- Señor Grey, estaba esperando por usted, es mi ultimo paciente - me dice tendiendo su mano, lo tomo y le doy un apretón.

- Doctor Kavanagh...¿Usted también hace de recepcionista?- Digo

- No, mi recepcionista tuvo un problema personal, y tuvo que retirarse temprano.

- ¿Que le sucedio?-  Pregunto ansioso.

- Su padre tuvo un accidente -

-¿Ella está bien?¿En que hospital está el padre de la señorita Steele?- Las palabras salen antes que las pueda detener. El doctor Kavanagh, me mira como si me hubiera salido un tercer brazo.

- ¿Por que tanto interés con Anastasia?- Pregunta curioso

- Eso es algo que no le incumbe. Dígame donde está Anastasia- mi tono de voz es frío y duro.

- En Portland, pero pase a la consul...

Lo dejo hablando solo, salgo a grandes zancadas de la consulta del doctorcito Kavanagh.

- Nos vamos a Portland- le ordeno a mi chofer

-¿A Portland?-

- Si- me subo a mi audi.

Jason Taylor, perplejo se acomoda en el asiento del piloto.

- Llame a Stephan y dígale que lleve el Charlie Tango en la azotea del escala ¡Ahora! 

- ¿Puedo saber porque haremos este viaje?-

- Asunto mio.



ELLA ES PARA MÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora