Una fiesta de máscaras, que lo cambia todo. Una hermosa mujer, que salva a un extraño de ser asesinado. Un hombre inteligente, y mujeriego. Que no sabe quien quiere deshacerse de él. Una amenaza que lo llevará conocer lo que nunca imaginó, y lo que...
Mi cuerpo se inflama como un artefacto incendiario, me siento inquieta, excitada y miedo a lo desconocido, no se si es por todas las emociones que vivido hoy, o porque lo deseo, pero quiero hacerlo con el. Aunque el debe saber que soy virgen
- Detente - le digo cuando intenta abrir la puerta
- ¿Ya no quieres?- Pregunta ansioso, se queda mirándome.
- No es eso.- La puerta se abre y yo entro de inmediato.
- Yo- entrelazo mis dedos, esto es muy difícil de decir- nunca he estado con un hombre- digo sin mirarlo.
-¡¿Que?!¡¿Eres virgen?!- Grita como si fuese un insulto.
- Si- susurro tímidamente
- ¡Pero...¿Por que?!- Grita incrédulo - ¿Por que no me lo habías dicho?- Alzo mi mirada hacia el. ¿Por que esta furioso? Camina como león enjaulado tirando de su pelo con su mano
- Será mejor irme-
- Espera...no te vayas,- su tono de voz es de suplica- me gusta tenerte aquí- se acerca a mi, y lleva su mano a mi mejilla.
- ¿No estás molesto conmigo?- Niega con la cabeza
- Me siento indigno de ti...disculpame por lo del cuarto de juegos, si hubiese sabido lo inocente que eras, nunca te hubiera propuesto que seas mi sumisa- dice sincero
- no importa- me encojo de hombros
- Pediré la cena- ¿Que? Pensé que íbamos a coger, seguramente mi inexperiencia lo desanimó.
Christian, saca su celular de su bolsillo y pide la cena. Tengo la sensación que me rechazó.
- Quisiera ordenar solomillo al punto con salsa bearnesa con papas fritas y verduras salteadas para dos personas.- Cuelga, ni siquiera un por favor o un gracias
- Que- dice al ver que lo miro
- ¿Siempre hacen los que les dice?
- Por supuesto- su tono de voz es dura - yo tomaré una copa de vino blanco. ¿Quieres tú otra?- Asiento.
Se acerca a la nevera y saca una botella de poully fume.
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Me quedo mirándolo como boba, al ver como saca el corcho de la botella, vierte el vino en las copas. ¿Como puede estar tranquilo después que me beso, después que le confesé que soy virgen? ¿No le afecta? Me siento abrumada por su presencia, por la lujosa suite.
