Hoy es el último día de la cuenta atrás. Estamos todos reunidos en el comedor, como el viernes. Todos. Sin excepciones. Guardianes. Ancianos. Adultos. Jóvenes y niños. Puede que fuera la última noche para muchos de nosotros. Nunca habíamos tenido a alguien a quien llamar Jefe. Todos íbamos a una aunque tuviéramos nuestro pequeño grupo. Esta noche, los que estaban al mando y daban las órdenes eran el grupo de ancianos, con la excepción de Iván, que desplegaron sobre la pared un dibujo del Palacio de Linares tanto por fuera como por dentro y empezaron a explicar el plan que llevaban semanas trazando. De todos nosotros, los guardianes eran los que mejor sabían enfrentarse a estas situaciones. Su grupo lo formaban personas que habían sido militares o policías. Éstos irían detrás de los peones, osea los demás que habíamos decidido unirnos a ellos. Iván lo explicó como si de una partida de ajedrez se tratara.
Los militares tendrán sus propios peones protegiendo el exterior del edificio. Sus rangos irían aumentando a medida que nos acercáramos a nuestro objetivo: el Hombre y su familia. Por eso los guardianes tienen que ser los que se enfrenten a ellos para estar al mismo nivel. A nosotros nos tocaría allanarles el terreno quitándoles peones de encima. Iríamos armados con todo nuestro arsenal. Como ellos, también contábamos con bombas de humo y gas lacrimógeno que habíamos conseguido quitarles a los soldados que nos atacaron el viernes. El ataque comenzaría a las doce de la noche. A las once tenemos que estar todos allí para colocarnos en nuestra posiciones.
Uno de los ancianos, el de mayor edad, dio un paso adelante y se aclaró la garganta para empezar a hablar.
-Rebeldes, mañana es el gran día. El día en el que pasaremos a la historia por haber luchado por nuestra libertad. Por haber luchado y ganado a esa gente que cree que puede decidir qué persona vive y qué persona muere en este mundo. Ha llegado el día de pararles los pies, de demostrarles que no pensamos redimirnos a su poder, que vamos a pelear con uñas y dientes para que en este mundo podamos vivir en paz unos con otros. Sin importar edad, raza, clase social, condición sexual, religión. Antes de todo eso somos PERSONAS. Mañana muchos de vosotros arriesgaréis vuestras vidas. Por triste que sea, muchos de vosotros caeréis durante la pelea, pero eso os hará aún más grandes, porque caeréis siendo héroes y heroínas. Creédme que si no fuera por mis huesos me uniría a vosotros, pero no quiero ser una carga. Yo ya soy perro viejo y lo que pase en el futuro no me concierne, pero sí me importa el futuro que tengan mis nietos, y no quiero que sea este. Un futuro donde todo se rige por estúpidas leyes sobre cómo debemos de pensar, sobre cómo debemos de sentir, sobre cuándo un anciano debe morir para no costarle caro al gobierno. ¿Toda la vida trabajando para tener una vida tranquila de mayor para que al final te maten porque ya no les haces falta y lo único que haces es estorbar? No. No pienso permitir algo así. Lo único que puede decidir cuando morir una persona es la propia muerte, no un politicucho que se cree el rey del mundo. A esos que quieren implantar esta "Nueva Era" les digo que con los Rebeldes no van a poder, que somos millones de personas en el mundo los que lucharemos mañana para acabar con toda esta barbarie. Y lo haremos por todas esas personas que hemos perdido durante el camino, por todas esas personas que nos han arrebatado para siempre por el simple echo de vivir feliz su propia vida. No van a poder con nosotros. No van a poder con vosotros, chicos. Vais a ir allí y demostrarles que aún hay personas que luchan por una vida en paz. ¡¡Porque nadie tiene el derecho a arrebataros vuestra felicidad!!
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Sobrevive como puedas (Trilogía "Como puedas". Tercera parte)
RomanceAdriana y Laura encontrarán refugio en los Rebeldes. Todos unidos harán frente a la guerra y lucharán porque el mundo vuelva a la normalidad. ¿Serán capaces de conseguirlo?