The Wedding

X. Especial

Ross

— Entonces... Laura Marano... — murmura sonriendo mi hermano.

Lo fulmino con la mirada y decido dejar las cosas en claro de una vez.

— No la toques. No la beses. No la mires. No le hables. No le coquetees. Es mía. — digo completamente serio.

Rocky me mira sorprendido y la verdad es que no lo culpo, no me reconozco ni yo. ¿Qué me sucede?

— Hermano, ¿es tu amante?

— No, es decir, si... No lo sé. La traté de zorra y me marché, pero no he dejado de pensar en ella. Me acosté con ella, me siento culpable cada vez que miro a Emma pero no puedo parar de desear estar nuevamente con Laura.

— ¿Laura no es la mejor amiga de Emma? Ross...

— Lo sé. Estoy actuando de manera horrenda, pero espera para conocerla y verás que no te cuesta mucho desear tenerla debajo tuyo. — lo interrumpo. — Por Dios... Debo parar...

Rocky niega con la cabeza mirándome de manera reprobadora y yo miro hacia la puerta, justo en ese momento ingresan Emma y Laura hablando y riendo entre ellas.

— ¡Hola, cariño! — me saluda Emma para después besarme. Le correspondo el beso con entusiasmo, intentando no pensar en su mejor amiga.

— Hola, Ross. — dice Laura, sonriendo de lado, pero de inmediato su atención se va a mi hermano. — Él es Rocky, ¿verdad?

— Si, es mi hermano. — le aclaro.

— Bueno... Definitivamente es más atractivo que tú.

Ruedo los ojos y ella se sienta a mi lado mientras me guiña el ojo. Emma parece enojarse porque Laura tomó su lugar pero de todas formas no dice nada y se sienta en frente.

— Así que... ¿Eres de aquí? — le pregunta mi hermano, y ya ha roto tres reglas.

Le tocó la mano.
La miró.
Le habló.

El muy jodido la desea. Suelto un bufido y me acerco más a Laura, ella parece notarlo ya que sonríe levemente mirando su plato.

— Si, soy de Los Angeles. Estuve afuera por trabajo desde... desde que terminé la preparatoria. Estudié en Columbia y he asistido a academias de modelaje. — le explica animadamente.

— ¿Qué has estudiado? — le pregunto, queriendo que centrara su atención en mi.

— Ciencias políticas. — responde indiferente para después mirar a Rocky otra vez. — ¿Tú has estudiado algo?

— Economía. Trabajo con mi padre, aunque mi relación no es la mejor... Seguro ya sabes...

— Yo... No sé... — murmura confundida.

— Mi padre jamás nos ha prestado atención, no recibimos amor de él ni mucho menos su apoyo. Fue muy difícil la infancia, sobre todo la adolescencia... Nos hemos marchado de casa los dos en cuanto pudimos.

Laura jadea horrorizada recordando algo y me mira con arrepentimiento.

— Lo que te dije cuando comenzamos las clases... Por Dios... Lo siento mucho, Ross. — murmura.

Oh, eso.

— Ven... —  susurro y agarro su mano para después salir del local.

—  ¡Jamás me lo contaste! — me reprende. — ¡Te podría haber ayudado! Me burlé de ti diciendo que necesitabas afecto... Cuando en realidad era así. Lo siento mucho, en serio. Estoy dejando a un lado todo mi papel de perra y te estoy diciendo la verdad... Realmente siento lo que he hecho.