The Wedding

XIV. Sentimientos.

Emma

— ¿Entonces te vas? ¿Me dejas por el trabajo? — pregunto cuando veo a Ross hacer sus maletas.

— Será solo un mes.

— ¡En un mes es nuestra boda!

— Estaré aquí dos días antes. Te lo prometo.

Laura también volverá dos días antes. Lo miro sorprendida.

— Te vas con Laura... Ella es la modelo. — murmuro sin poder creerlo.

— Emma...

— ¡Te vas un mes con mi maldita mejor amiga y no me lo pensabas decir! — grito enojada.

— No pasará nada, te amo a ti. Realmente lo hago. Nos casaremos en un mes... Eso no cambiará. — susurra Ross acariciando mi mejilla.

Suelto un suspiro y asiento, intentando calmarme. Estaba comportándome como una novia paranoíca

— Confío en ti. Lo siento. — le hago saber sonriendo levemente. — Además, Laura y yo tenemos nuestras reglas... Y ella misma las puso. No me haría eso.

— Por supuesto que no.

— Oye... ¿Tienes que irte realmente ahora? — pregunto sonriendo de lado mientras lo abrazo por el cuello y lo acerco a mi.

— No... Puedo quedarme un tiempo más... — murmura.

Entonces lo decido. Lo beso con deseo, con una sensualidad que jamás había tenido con él ni con ningún hombre. Ross me corresponde el beso mientras me recuesta en la cama suavemente.

— ¿Quieres esto? ¿Estás segura? — pregunta mi prometido.

— Quiero esto contigo. — le aseguro antes de desvestirlo.

Él hace lo mismo mientras sus besos recorren mi cuerpo. Joder... Ahora entiendo por qué Laura prefiere el sexo antes que cualquier otro tipo de relación.

Estoy a punto de entregarle mi virginidad al hombre que amo desde hace años, pero entonces se separa rápidamente de mi y se viste.

— Yo... No puedo... No puedo hacerlo... — susurra cerrando los ojos con fuerza. Parece desesperado.

— ¿Qué? ¿Qué ocurre? — pregunto.

— Debo irme. — dice para después agarrar sus maletas y marcharse dejándome completamente confundida.

¿Qué diablos pasó por su mente?

Llego al bar diez minutos después de lo arreglado y veo a Harry esperándome allí. Sonrío al verlo y él me devuelve la sonrisa.

— ¿Cómo estás, Emma? — me pregunta cuando me siento en frente suyo.

— Ross se marchó. Volverá en un mes, dos días antes de la boda. Estará con Laura.

— Bien... Eso apesta.

— ¿Por qué? Es solo trabajo.

— Emma... Deja de ser tan ingenua...

— Ross jamás me engañaría. Laura jamás me traicionaría así, podrá ser una perra total con todo el mundo... Pero es mi mejor amiga.

— Tú sabes lo que ella siente por él.

— No, juro que no lo sabía ni lo sé. Al principio sabía que le gustaba y estaba enamorada, por eso no interferí demasiado. Pero luego todo cambió, y ella ya no era la misma... Lo olvidó. O eso me dijo miles de veces. No le estoy robando el hombre, ella me aseguró que no sentía nada por Ross. ¿Por qué lo sentiría ahora? Ross la superó, siguió adelante... Pueden ser solo amigos.