XVIII. Arruinado.

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Ross

Le doy un trago a mi bebida mientras a mi lado unos hombres conversan. Era mi despedida de soltero y yo estaba apartado de todos sin ánimos para nada. Extraño a Laura.

— ¿Entonces? ¿Qué ocurrió? — le pregunta uno de los hombres a su amigo.

— Ella estaba sentada en una esquina apartada de todos... Y entonces la vi. Me sonrío y yo le devolví la sonrisa para después acercarme a ella. Conversamos un poco y luego nos fuimos de aquí. Fue la mejor noche de mi vida con una mujer. Lo juro. — comenta riendo.

— Pensaba que se había cansado de esto, en la fiesta de Issues no habló con ningún hombre. Eres un jodido con suerte, siempre te quedas con las buenas y en el momento en el que todos las desean.

— Mark, de todas formas... Ella se acuesta con todos. Es Laura Marano.

— ¿Tan conocida es? Recién vengo de Italia, la conocí allí pero no me dirigió siquiera la mirada. — dice Mark confundido. — De todas formas, parece ser una mujer increíble a pesar de como se muestre.

— Es Laura Marano, Mark. Es una zorra de primera clase. — dice su amigo rodando los ojos.

Estaban hablando de Laura. Mark se había acostado con ella. Laura no había esperado siquiera una semana para meter a otro en sus sábanas.

Tengo ganas de romper algo, y peor es cuando lo escucho llamarla zorra.

—  Oye, Jordan, ella tiene los mismos derechos que tú, que yo y que cualquier hombre. ¿Tú no te acuestas con las mujeres que deseas? ¿Incluso a veces más de cinco por semana? Si. ¿Alguien te llama zorra o puta por ello? No, te llaman ganador. ¿Por qué? ¿Qué diferencias hay entre un hombre y una mujer? Solo tienes pene, ella vagina. Laura puede disfrutar del sexo tanto como cualquier otro hombre, eso no la convierte en una zorra o una perra en celo. Respeta a la mujer, no importa con cuántos se acuesta ni con quienes, importa ella. No son objetos que uno puede follar y tirar, y luego tildar de zorras solo porque te desearon y quisieron acostarse contigo. Si ella es una zorra de primera, entonces también lo eres tú. No quiero volver a escucharte decir absolutamente nada como aquello otra vez, porque sino perderás mi respeto. — responde Mark, parece un poco enojado pero lo dice con calma.

Le doy otro trago fuerte a mi bebida. A Mark le gustaba Laura, no se iba a cansar hasta tener una relación con ella. Jodido imbécil. Quiero romperle la cara.

— Oye... Tú... Mr. Igualdad... — murmuro como puedo.

— ¿Si? — me pregunta. — ¿Estás bien?

Y antes de que pueda decir algo, mi puño es descargado contra su cara y no para incluso cuando está en el suelo. Uno tras otro. Laura era mía. Laura se había ido de mi lado por mi culpa y él podía tenerla. Mark había tocado a mi mujer. Mark había besado y visto desnuda a mi mujer. Eso me pone enfermo y lo golpeo con más fuerza, ni siquiera tiene tiempo para responder los golpes y solo gime de dolor.

Escucho voces lejanas y manos en mi, pero no me detengo. Estoy furioso. Entonces escucho una voz femenina y unos brazos rodeándome el cuello, conteniéndome.

— Ross... Detente... Lo vas a matar... — murmura Laura en mi oído y yo me separo de inmediato de Mark para abrazarla.

— Te extraño... ¿Por qué te acostaste con él? — pregunto llorando.

Laura me mira confundida y parece molesta, pero no me importa. Suelto un sollozo.

— ¡Tú nunca me entiendes! — grito mientras lloro con más fuerza y me voy a la barra.

— Me tienes que estar jodiendo... —  murmura. — Ya vuelvo, voy a ver a Mark y averiguar si necesita algo.

— Claro. Déjame por él. Como siempre lo haces.

The Wedding Donde viven las historias. Descúbrelo ahora