Dos años después...
— Insisto en que no era necesario traer a Sophie. — digo mientras suelto un bufido.
Él rueda los ojos sonriendo antes de juntar sus labios con los mios. Le correspondo el beso en seguida, jamás me cansaría. Habían pasado años y las cosas no habían sido fáciles... Pero seguía siendo el hombre que elegía día a día.
— ¡Deja de besar a mi mamá! — exclama Sophie.
— Es una noche importante para mi, quería a mis dos mujeres conmigo. — me hace saber cuando se separa de mi antes de irse junto a sus compañeros de trabajo.
Suelto un suspiro y sonrío ampliamente mientras lo miro reir. Era imposible no fijarse en mi novio, y eso lo odiaba bastante. Era mio.
— Vaya... Vaya... Laura Marano ha regresado. — dice una voz detrás mio.
Me giro al instante y abrazo con fuerza a mi mejor amiga. — ¡Savannah! — exclamo, feliz de verla finalmente.
— Tú y tu adonis han desaparecido luego de esa boda.
Río mientras ruedo los ojos, pero no lo niego. Lo necesitábamos tras lo sucedido en aquel día, y sinceramente había sanado en estos dos años. Era una mujer nueva.
Dos años atrás...
— Yo me opongo... Me opongo a esta boda.
Todas las miradas van hacia mi, pero yo simplemente miro a Ross quien me mira confundido. Lo entiendo. También yo lo estoy.
Pero entonces, comprendo que las miradas van más allá de mi, menos la de Ross, van hacia el hombre que acababa de abrir las puertas de la Iglesia.
— ¿Harry? — pregunta Emma sorprendida.
— Yo... Lo siento, pero debía hacerlo. Te amo, Emma... Siempre lo he hecho. Eres la mujer más hermosa e increíble que conozco, estoy completamente enamorado de ti. Sé que estoy arruinando tu boda soñada con el hombre que siempre has querido, pero simplemente no pude evitarlo... Debía luchar por ti. Porque tú lo vales. Te amo, Emma. No te cases, ven conmigo y déjame hacerte feliz. En el fondo, sé que tú también me amas. — dice.
Sonrío al escuchar sus palabras y mi mirada vuelve a encontrarse con Ross, Emma parece estar debatiéndose entre lo correcto y lo que quiere así que Ross decide por ella, robándose por completo mi corazón con ello.
— Para Harry, tú eres la mujer más hermosa e increíble que conoce... Pero para mi, la mujer más hermosa e increíble que existe es Laura. — comienza a decir provocando que todos jadeen sorprendidos y se volteen a verme. — Para mi, ella es única y creía amarla... Creía estar enamorado de ella. Tal vez lo esté. A lo que voy es que, desperdiciarás tú vida casándote conmigo cuando tienes a otro hombre que te ama y te valora como yo jamás lo haré. Vete, Emma... Sé feliz. Lo nuestro no es amor, éramos adolescentes y tú sentías la necesidad de reparar lo que tu mejor amiga rompió, te tengo cariño. Está bien si decides irte, está bien si decides darle una oportunidad. De todas formas, he elegido a Laura desde el primer día en el que la conocí.
Emma le sonríe y lo abraza con fuerza antes de correr hacia Harry y tomar la mano que él lo ofrece, para después irse juntos. Sonrío al saber que Emma tuvo su final feliz, y al recordar las palabras de Ross. Él me ama.
Cuando pienso que se va a acercar a mi para solucionar las cosas, sigue de largo y se marcha de la Iglesia. Suelto un suspiro intentando retener las lágrimas.
Se había acabado. Lo mio con Ross se había acabado... Y él no sabía cuanto yo lo amaba.
Él jamás lo sabría.
Actualidad...
— ¿Vamos, cariño? — pregunta Mark colocando su mano en mi cintura mientras yo me servía champagne.
Le dedico una sonrisa y me dejo guiar por él a una de las mesas, en ella estaban Sophie, Savannah y la familia de Mark.
— Atención todo el mundo, quería aprovechar esta noche especial, en donde celebramos el inicio de mi carrera como jefe de cirugía, para también darle inicio a algo que es aún más importante que mi trabajo. — dice y yo lo miro confundida. — Laura, en estos dos años hemos pasado por varias cosas. Hemos superado fantasmas del pasado y hemos aprendido a amarnos... No imagino una vida sin ti en ella, te amo. Eres la persona más valiosa que tengo, eres la luz de mis días junto a Sophie y no quiero vivir siquiera un día sin esa luz. Te amo, y es para siempre... Laura Marie Marano, ¿me haría el honor de pasar el resto de su vida conmigo y convertirse en mi esposa? — me pregunta arrodillándose en frente mio con un anillo en manos.
Lo miro sorprendida, pero de todas formas sonrío ampliamente y ni siquiera lo dudo antes de contestar.
— Si, Mark... ¡Si! — exclamo antes de abrazarlo con fuerza.
Mark me corresponde el abrazo y luego coloca el anillo, lo miro encantada. Era realmente precioso. Cuando levanto la vista para decirle que lo amaba, mis ojos se encuentran con un hombre que estaba a lo último de la habitación. Ross Lynch.
Estaba con traje, una mirada fría y una bebida en mano. Sus ojos finalmente hacen contacto con los mios y levanta la copa mientras sonríe con arrogancia y me guiña el ojo, dándome a entender el mensaje:
Esta boda era otra boda que no se realizaría.
No si él podía impedirlo.

ESTÁS LEYENDO
The Wedding
RastgeleUna boda que lo cambiará todo... O no cambiará nada. #449 en DE TODO.