I. Pasado

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Tres años atrás...

Ross

— Lynch, bebe un poco. ¡Cumplirás 18 años en tan solo un mes! — grita uno de mis compañeros y yo niego con la cabeza sonriendo levemente.

— Yo no bebo... — murmuro.

— ¡Oh, vamos! ¡Hazte hombre de una vez! ¿Deprimido porque Marano ni siquiera te dirige la mirada?

— No es eso, no me gusta tomar.

— Hablando de Roma, la perra se asoma... — dice Calum, sonriendo de lado mirando hacia la entrada del lugar.

Me volteo para mirar también y... ¿Vieron esa típica escena de Gossip Girl donde la perra y su séquito entran con su cabello moviéndose en camara lenta, sonrisa de suficencia y un caminar elegante? Bueno, Laura encabezaba su séquito.

Me la quedo mirando sin poder evitarlo, y en ese momento ella me sonríe seductoramente antes de volver a mirar al frente. Así acababa nuestro juego de miradas. Ella entra a un lugar, yo la miro encantado y me dirige esa sonrisa que sabe lo que provoca en mi... Y se termina todo.

¿Por qué? Porque ella quería solo sexo conmigo, como con el resto. Pero yo no podía ofrecerle solo eso, estaba enamorado de ella. Laura Marano no sabía que la amaba, me dedico a fingir que la ignoro.

— Joder... Si Laura me sonriera así, ya la tendría debajo mio gimiendo mi nombre. ¿Por qué no te la tiras? Es un partido caliente. — murmura Jordan.

— Es la típica porrista zorra, tú eres el capitán. ¿Por qué no sales con ella? Todo el mundo está esperando eso. — dice Calum, mi mejor amigo.

— Porque no estoy interesado en eso. No me interesa. — respondo para después irme a sentar en uno de los reservados.

Suelto un suspiro. La noche recién empezaba y ya quería irme. ¿Por qué Laura es tan complicada? ¿Por qué le tiene tanto miedo al amor?

Mis ojos se encuentran con los de ella sin querer pero ya no puedo apartar la vista. En su grupo esta noche eran tres. A un lado estaba Emma Martins y al otro Alexa Dowd. Pero Laura Marano es la que destaca entre ellas, con su vestido rojo que dejaba muy poco a la imaginación, unos tacones negros y su maquillaje perfecto... Era imposible no fijarse en ella.

Sus amigas también eran hermosas, no tanto como ella, y la más simpática parecía ser Emma. De hecho, era muy tímida, buena, dulce y adorable. Muy diferente a su grupo de amigas.

Con Laura nos seguimos mirando por un largo tiempo, hasta que un hombre se acerca a ella y le habla al oído. Ella sonríe encantada mientras asiente para después tomarle la mano, antes de irse se da la vuelta y se encoge de hombros mirándome.

Jodida castaña.

Suelto un suspiro y agarro una copa para después beber todo su contenido. No sé que es, pero ahora mismo no me interesa.

— De acuerdo. Estoy cansada de esto. — dice una chica parándose en frente mio.

— Disculpa, ¿qué?

— ¡Llevo enamorada de ti dos años y lo único que miras es a mi mejor amiga! Y es completamente injusto porque tú a ella le das igual. Soy Emma, no soy tan bonita, caliente ni tan divertida como ella... Pero puedo ofrecerte algo mejor que lo que Laura te ofrece, que lo que ella puede darte. Así que, olvídala de una vez porque eres un jodido imbecil y ella está enamorada de mi hermano, o eso creo. Si, estoy algo tomada. ¿Y qué? — me grita.

Río suavemente mientras me levanto. Esta chica es genial.

— Emma, me encantaría conocerte. — le digo.

Emma, me encantaría olvidar a Laura. Ayúdame.

Eso significaban mis palabras.

— ¿En serio...? — murmura sonriendo y yo asiento para después besarla.

Había que admitirlo. Se sentía bien besarla, de hecho... Muy bien.

Y en ese momento lo supe. Yo podía ser feliz junto a ella, Emma era una mujer que buscaba lo mismo que yo. Podía llegar a amarla.



Presente...

— ¿Por qué le pedirás matrimonio a una mujer que no amas? — pregunta Calum negando con la cabeza.

— Porque es lo correcto. Y si la amo. — respondo.

— No, no lo haces. Deja de mirar la revista en donde sale Laura Marano.

— ¡No estaba mirando eso! Miraba... La sección de... ¿Productos de belleza?

¿Es en serio? ¿No podía estar en una página mejor?

— Oh, ¿en serio?

— Quiero comprarle a Emma este nuevo maquillaje. Ella lo adora. — miento.
— Ross...

— Amo a Emma. Me hace feliz y me siento afortunado por tenerla. Estoy enamorado de ella, llevamos ya tres años y he olvidado por completo a Laura. Créeme. Fue mi primer amor, no fue fácil olvidarla... Pero Emma me ayudó. Fue paciente conmigo, soportó que por momentos mirara a Laura y soportó mi comportamiento idiota por unos meses. Luego terminó la secundaria y fuimos solo nosotros, y las cosas mejoraron. Amo a mi pareja, realmente la adoro. Quiero hacer esto, quiero pedirle matrimonio y pasar el resto de mi vida junto a ella. — digo, esta vez no miento.

Había llegado a amar a Emma, a mi manera.

— Si, Laura... Todo está en orden. ¡ lo importante es que volverás! — chilla emocionada mi novia mientras baja las escaleras. — ¡Por supuesto que no! Oh, vamos... ¡Laura! De acuerdo. Yo también te quiero.

Cuando corta la llamada, nos mira sonriendo ampliamente.

— ¡Laura abandonó su trabajo! — exclama feliz. — Le han dado uno mucho mejor aquí y ha aceptado. ¡Volverá a la ciudad este fin de semana!

Emma y Laura siempre fueron mejores amigas, realmente cercanas. Raini y Alexa formaban parte de su grupo pero ellas dos tenían una amistad más especial. Se conocían desde la guardería, aunque su grupo de amigas fue formado hace unos años.

— Eso es genial... — murmuro sonriendo.

— Lo sé, ¿verdad? — pregunta para después sentarse en mi regazo y besarme. — Está empezando como modelo y le va genial. Oh, justo tienes una revista en donde aparece ella aquí...

Mierda.

— Si, yo estaba mirando... Ya sabes... Siempre he tenido una debilidad por Laura. — me salva mi mejor amigo.

Emma se ríe negando con la cabeza. — No hay hombre que se resista a ella, ¿verdad?

No, no lo había.

— Cariño, ¿quieres ir a cenar esta noche? — le pregunto sonriendo.

— Claro. Debo irme. Alexa quiere que la ayude a organizar una fiesta de bienvenida para Laura.

— De acuerdo, amor. Llámame si necesitas algo.

— No te preocupes. Te amo... — murmura para después besarme.

Le correspondo el beso acercándola más a mi y acariciando su mejilla.

— Nos vemos. Yo también te amo, cariño. — respondo una vez que se separa.

Cuando Emma se va, me encuentro con Calum mirándome con las cejas alzadas.

— ¡Está olvidada! — exclamo exasperado para después irme a mi habitación.

Laura Marie Marano ya no estaba en mi corazón ni en mi mente.

Laura estaba completamente superada gracias a Emma.

Y eso estaba a punto de ponerse a prueba. La pregunta era, ¿la pasaría o fallaría completamente?

The Wedding Donde viven las historias. Descúbrelo ahora