IX. Trampa

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Maratón 3/3

Emma

Cinco años atrás...

— ¿Deberíamos decirle a Ross sobre la muerte del padre de Laura? ¿Hacerle saber que lo rechaza por eso? — pregunta Raini mientras estamos almorzando.

— Laura lo ignora porque simplemente quiere sexo y todos sabemos que Ross es un romántico total. — digo comiendo mi hamburguesa.

— Todas sabemos que Laura no quiere saber nada sobre Ross porque no quiere salir lastimada ni que se vaya de su lado... Además se rehúsa a creer que el amor existe y todos los días lo comprueba. Tenemos que ayudarla... — murmura Alexa y mi mirada se dirige a la mesa de las porristas y el equipo de futbol.

Laura está sentada en el regazo de Ross mientras se ríe por algo que dicen los chicos y él la tiene sujetada por la cintura y la mira encantado.

En ese momento, ella dirige su mirada hacia Ross y arruga la nariz tiernamente por algo que él le dice, provocando una sonrisa hermosa en Ross.

— Están completamente enamorados... Pero ella no se anima a estar con él, tenemos que decirle a Ross y que la haga reaccionar. — propone Sav. — Prefiero el sexo, pero sé que Laura no es lo que aparenta y que prefiere una relación... Nunca se lo digan.

— Dejen de meterse en sus vidas, ya son grandes. Laura sabe qué le conviene y qué no, Ross es solo su capricho porque todavía no estuvo entre sus piernas. — digo enojada para después irme de allí.

Adoro a Laura, realmente lo hago, pero cuando actua de esta manera me dan ganas de matarla.

No lo decía por celos, sino porque ella misma me dijo que solamente lo quiere en su cama. Laura no se merece a Ross, es demasiado para ella.

Yo sí podría merecerlo, yo quería quererlo y cuidarlo... Quería ser alguien para él.

Actualidad...

— Creo que Ross me engaña. — digo parándome en frente de mis amigas, Laura aún no había llegado.

— Oh Dios... ¿Por qué crees eso? — pregunta Raini preocupada.

— El día de la fiesta no volvió a casa y su camisa huele a mujer... Laura dijo que no estaba con ella, así que no se con quién estuvo.

— ¿Crees que haya sido ella?

— ¡Por supuesto que no! — exclamo. — Laura es mi mejor amiga, jamás me haría algo así.

— No, Laura no puede ser... — susurra Savannah sonriendo de lado. Ella sabía algo.

— ¿Qué ocurre? — pregunto.

— Ross no te engaña, linda. Ross estuvo con Ryland luego de la fiesta, Ryland lo llamó porque estaba algo tomado y yo no estaba disponible... Tú sabes a los lugares que va Ryland, de ahí es el olor de Ross.

— ¿Y por qué no me lo dijo?

— ¿Le has preguntado?

— Mmm... No...

— ¿Entonces por qué te lo diría?

Suspiro aliviada y me siento. Tiene razón. Cinco minutos más tarde, la puerta del lugar se abre dándole paso a Laura, quien entra con sus gafas de sol, su cabello perfecto y su mejor sonrisa arrogante. ¿Cómo hace para lucir increíble todo el día?

Las miradas de todos van a ella pero las ignora por completo y se sienta en frente mio.

— Buenos días, zorras. — saluda.

— Vaya eres una completa caradura luego de tu polvo del fin de semana... — bromea Savannah. — Jodida hija de puta.

Laura suelta una carcajada y las demás nos miramos confundidas ante la conversación en códigos de ellas dos.

— ¿Nos perdimos de algo? — pregunto.

Ella coloca su mano debajo de su mentón y me mira sonriendo, no era una sonrisa verdadera.

— ¿Cómo van los planes para la boda? — me pregunta.

— Nos casaremos en dos meses. — anuncio feliz.

— Eso es... increíble. Es un gran partido Ross. ¿Sabe que eres virgen?

— Mmm... Si... Ambos lo somos. Él nunca estuvo con una mujer porque... — comienzo a decir pero me detengo por completo.

— ¿Porque me estaba esperando a mi? ¿Eso querías decir?

Mierda.

— Si. Pero a ti no te gustaba, así que...

— ¡¿Y tú que diablos sabes sobre lo que siento?! — me grita. — ¡Sabes solo lo que te conviene!

— Laura... Tranquílizate... — murmura Alexa.

— No, porque ahora mi ex mejor amigo me detesta. Jamás me dijiste algo sobre lo que él sentía, jamás me dijiste que él seguía enamorado de mi luego de lo ocurrido en el gimnasio... Eres mi mejor amiga, Emma, y me ocultaste eso. No sabías lo que sentía por él, o no quisiste verlo.

— Yo no sabía... Lo juro... — murmuro nerviosa.

— Descuida, de todas formas no lo amaba así que no has roto ninguna regla ni mucho menos nuestra amistad. Pero si que has roto mi buena relación con Ross, porque ahora ni siquiera puede verme.

— Lo siento, Laura... Puedo hablar con él.

— No. Ya está hecho. Pero Emma...

— ¿Si?

— No jodas conmigo. — me dice para después irse furiosa.

Las chicas me miran confundidas, menos Savannah quien sonríe orgullosa.

— Joder... La adoro... — murmura.

Suelto un bufido y llamo a Ross, de inmediato me contesta.

— Amor, estoy en medio de una sesión... ¿Ocurrió algo?

— ¿Podemos salir este fin de semana con Laura y Calum?

— ¡Calum no! — exclama Raini.

— Bien... ¿Puede ser con tu hermano mayor soltero? ¿Rocky?

— ¿Quieres que salgamos en una cita doble con mi hermano y tu mejor amiga?

— Si, y por favor trátala bien... Ella se enojó conmigo por haberle ocultado que tú estabas enamorado de ella y que por eso la buena relación se arruinó.

— No quiero que salga con mi hermano. No es para ella.

— Cualquier hombre es para ella.

— Bien... ¿Qué quieres lograr con esto?

— Que tú y ella se amiguen, es mi mejor amiga y tú pronto serás mi esposo... quiero que dejemos atrás todo el pasado y nos llevemos bien. Los adoro a ambos. La cita les servirá para pasar tiempo juntos. Por favor... No quiero perderla. — pido desesperada.

— De acuerdo, cariño... Nos vemos luego.

Corto la llamada sonriendo ampliamente y Savannah niega con la cabeza mientras mira el suelo sonriendo levemente. Su actitud comienza a molestarme, actúa como si yo fuera una tonta ingenua.

Pero lo que yo no sabía es que en ese momento había caído completamente en la trampa de Laura Marano.

The Wedding Donde viven las historias. Descúbrelo ahora