Laura y sus celos
— ¡Vamos de fiesta! — anuncia Alexa con cuatro botellas en sus manos y una sonrisa amplia.
En serio, ¿quién les dio la llave de mi casa? ¿Y mi madre dónde estaba? Bueno, esta última pregunta es bastante fácil de responder... Follando con el abusador de su amante.
— Dije que esta noche no quiero salir... — murmuro viendo mi libro de economía.
— Oh, Laura sigue deprimida porque se enteró que Ross anda detrás de Emilia Crossen. — dice Savannah, ingresando a mi habitación haciendo un puchero fingido.
Cierro con fuerza mi libro al recordarlo y agarro una de las botellas, para después abrirla y tomar un largo trago.
— No estoy celosa de Emilia. — digo.
Ross no me dirigía siquiera la mirada por estar coqueteando con ella, pero a mi no me importaba. Nop. Ni siquiera un poco.
— Si, si lo estás. Esta noche somos solo nosotras tres, lo cual es mucho más divertido porque Raini y Emma son unas mojigatas. Las adoro, pero ni siquiera beben. ¡Tenemos 17 años!
Si, era mi anteúltimo año, y por lo tanto... Lo estaba viviendo al máximo. Solo me faltaba una maldita cosa: Ross en mi cama. Nos besabamos y a veces las caricias iban a otro nivel, pero jamás me permitió algo más.
Me paso la siguiente hora vistiéndome, maquillándome y bebiendo junto a mis amigas. Mentiría si dijera que no estaba pasando un agradable momento.
— ¿Vamos? Mi hermano nos pasará a buscar en diez minutos... — dice Alexa terminando la última botella.
Increíblemente, no estoy borracha. Pero Alexa si, de hecho... Fue la que se tomó la mayoría de las botellas.
— ¿Saben quién es un imbécil? Rocky Lynch. No saben cuánto he intentado que me mire, disimuladamente lo he intentado, y nada... Estoy tan frustrada. — murmura haciendo puchero, a punto de llorar.
Savannah suelta un sollozo. — Ryland Lynch solo me quiere por sexo, y su novia es la estúpida de mi prima, Kelsey.
— Ross Lynch no se acostará conmigo hasta tener una cita, y yo simplemente quiero estar en su cama. — digo haciendo puchero.
— ¿Qué les hemos visto? Es decir, todas estamos enamoradas de un Lynch... Y ellos nos ignoran.
— Yo no estoy enamorada. — respondemos Savannah y yo al mismo tiempo, provocando que Alexa ruede los ojos.
En ese momento, una bocina suena y las tres bajamos con dificultad las escaleras de mi casa.
— ¿Saben qué deberíamos poner en práctica? — pregunta Savannah mientras vamos a la fiesta.
— ¿Qué?
— Las reglas Dua Lipa.
— Oh... Si... — digo asintiendo totalmente de acuerdo, para después cantar. — One. Don't pick up the phone you know he's only calling because is drunk and alone.
— Two, don't let him in
You have to kick him out again. — me sigue Alexa.— Three, don't be his friend
You know you're gonna wake up in his bed in the morning. — canta Savannah.Y entonces cantamos las tres juntas:
— And if you're under him
You ain't getting over him. ¡I've got new rules, I count 'em!De acuerdo, tal vez estemos un poco borrachas. Solo un poco. Llegamos a la fiesta a las 2 de la mañana, y el hermano de Alexa nos ayuda a bajar antes de decirnos que no nos separemos y otras mierdas más que ninguna de las tres le da importancia. Ni que fuera la primera vez que salimos. Patético.
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The Wedding
RandomUna boda que lo cambiará todo... O no cambiará nada. #449 en DE TODO.