La historia gira en torno a Arisu Teitoku, un estudiante común de preparatoria quien junto a su grupo de amigos termina llegando a otro mundo, al inicio algunos se emocionan ante tal oportunidad, sin embargo conforme pase el tiempo comenzarán a dars...
Desde hace un largo rato Teitoku ha estado caminando por la nada sin rumbo fijo. Desde que perdió el conocimiento luego de pelear contra Roland llegó a un mundo que parece estar repleto de una profunda oscuridad.
Golpes, saltos e incluso patadas contra la aparente estructura que lo sostiene son intentos vanos por conseguir un resultado diferente. Por más cosas que haga, nada nuevo pasa. Por lo menos, hasta donde sus ojos le alcanzan a otorgar un rango de visión aceptable pudo revisar su cuerpo y las heridas que tenía desaparecieron ¿o tal vez nunca estuvieron ahí?
Con sus manos dentro de las bolsas de su pantalón se ha resignado a seguir avanzando hasta encontrar algo que sea diferente en esa tétrica oscuridad.
"¿Será una broma de Merlín? No sería de extrañarse que hiciera algo tan desagradable..."
Murmurando para sí mismo casi al punto de hacer una rabieta Teitoku escuchó algo que llamó su atención, esa era la respiración entrecortada de una persona que ha estado llorando por un largo rato.
Dirigiendo su mirada al lugar de donde provenía ese sollozo, vio la silueta de alguien en el suelo a lo lejos, con un pensamiento de "debe ser esto lo que finalice la broma" se acercó a esa ¿persona? Hasta que pudo verla de forma correcta, esa era...
"¿Una chica...?"
"...!"
Probablemente su voz sorprendió la persona que estaba dándole la espalda, ella no llevaba ropa alguna y su cabello era muy parecido al suyo en algunos aspectos.
Volteándose un poco, la chica se le quedó mirando en silencio mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas, por la forma en la que se expresaba daba a entender que algo la tenía en constante sufrimiento.
"...Hey."
Ignorando el hecho de invadir su privacidad al verla desnuda, Teitoku se acercó a ella lo suficiente hasta que fue detenido por un muro invisible con el cual chocó de lleno.
"Huh."
"No te acerques más."
Forzando sus palabras, la expresión en su rostro trató de mostrar cierta seriedad que era opacada por la belleza de su rostro, ahora que la veía bien, Teitoku se dio cuenta de que ella tenía lo que parecían ser un par de cuernos prendidos en llamas azules los cuales se movían con un ritmo propio.
La mujer desconocida con cabello bicolor no apartó la mirada de Teitoku durante un buen rato hasta que finalmente entonó.
"¿Por qué siempre que intento ayudar termino así?"
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"¿Qué quieres decir?"
Las palabras de esa mujer por alguna razón provocaron nostalgia en Teitoku, aunque no sólo eso, el verla, oírla y hablar con ella... De un modo u otro se sintió como si estuviera viendo a alguien importante para él con la cual había perdido contacto desde hace muchos años, probablemente esa sensación era la más cercana a una persona que no pudo ver a su familia hasta que el "destino" hizo que se encontraran de nuevo.
