Capítulo 38: Nunca faltan los problemas.

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Parte 1

El constante golpeteo de las herraduras de los caballos provoca un eco metálico en un solitario camino.

*Clanc, Clanc, Clanc*

Una a una, las patas de los caballos golpean con la nieve debajo de sus pies y, a su vez, con las rocas en lo que debería ser un camino marcado por el desgaste del tiempo. Lo que parece un hermoso paisaje sacado de un cuento de hadas atrae la atención de Teitoku que causalmente desvía su mirada al camino de vez en cuando.

Actualmente el grupo que "consiguió" subyugar al ogro se encuentran dentro de una nueva carroza que contrataron para viajar a la ciudad más cercana afiliada al gremio de aventureros.

En el estrecho lugar donde apenas caben 6 personas es ocupado por Mila, Teitoku, Sarah, Hans y John que se han sentado en este orden en las dos filas de asientos disponibles dentro del transporte.

Por cierto, Mila y Sarah se han sentado a los costados de Teitoku que parece ignorar la situación en la que se encuentra evitando las miradas de celos que los dos chicos frente a él lanzan frecuentemente. Como si no fuera suficiente, Regu aprovechó la oportunidad y se escabulló dentro de su abrigo, por ahora está dormida plácidamente dentro de su ropa y mantiene su cabeza fuera por debajo de su cuello, esto no es algo que le incomode, de hecho, prefiere mantenerla cerca tomando en cuenta el poco sentido común que tiene.

Sin embargo, algo que no puede ignorar por mucho que lo intenta es la mirada acosadora y obviamente molesta que Mila trata de ocultar con respecto a Regu, 'Casi pareciera que ella se encuentra celo-...' No, eso simplemente no puede ser posible.

Apartando su mirada al camino, Teitoku pensó en carraspear su garganta para comenzar a hablar, pero-

"...Este silencio es un poco incomodo, ¿no es así...?"

Hans se adelantó a tomar la palabra un poco nervioso, tal vez se dio cuenta de que su comportamiento no era el mejor o realmente se sintió mal con el ambiente que los había envuelto, como sea, su sonrisa forzada hablaba por él.

"¿Qué piensan hacer cuando lleguemos a Serumin?"

"Oh, yo pienso visitar la nueva capilla que se la ha hecho a una diosa nueva... Creo que su nombre era Asteriel."

".........Sólo descansaré hasta que pase el alboroto, después regresaré a lo de siempre."

John respondió con emoción mientras que Sarah dio una respuesta fría, por otro lado, Teitoku arqueó una ceja al escuchar lo de "diosa nueva" pero se reservó las preguntas para otro momento.

Debido a que Mila volvió a concentrar su mirada en él, sólo que esta vez parecía estar buscando una respuesta al igual que Hans y el resto.

'¿Qué haremos después?' A diferencia del resto, Teitoku no tenía una respuesta clara a esta pregunta, su objetivo de "buscar una aguja en un pajar" lo podría llevar a cualquier lado del mundo, por lo tanto, decir algo como "iremos a..." o "haremos esto..." estaba fuera de discusión, además preguntarle a Merlín a donde se podrían dirigir sería inútil en este caso, pues desde que dijo que descansaría no volvió a hablar ni a molestar con sus bromas inesperadas, entonces...

"Ahhh—... Supongo que nos quedaremos un par de días a descansar en la ciudad y luego vamos a hacer algo de turismo en el norte."

"Por norte ¿te refieres a los lugares habitados por demi-humanos?"

"Sí, la verdad sólo he visto un par de demi-humanos, me gustaría ver a más con mis propios ojos."

'Después de todo, a los únicos que he visto así son a Chibi y a su antigua familia.' Murmuró desviando su mirada al camino, sinceramente Teitoku estaba emocionado por conocer a gente con esas "fascinantes" diferencias que tienen con los humanos, pero también recordaba la escena creada por el hombre con el que peleó hace tiempo, bueno, si es que "pelear" significa haberse salvado de milagro de tan precaria situación.

Isekai no VigilantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora