Isekai no Vigilant

Capítulo 10: La hipocresía de un "héroe".

Al doblar en uno de los pasillos del corredor que da al patio principal, Teitoku se detiene por un momento. Tiene miedo, miedo de que las cosas se compliquen y algo pueda salir mal. ¿Lo mejor sería irse? Teniendo en cuenta el dinero que encontró dentro de su pulsera, tiene una vida arreglada si se va del reino, incluso si se lleva a Chibitsune, ambos se las podrían arreglar para vivir solos, pero... Tampoco quiere que las personas con las que ha pasado tanto tiempo salgan heridas, por supuesto, sólo sus amigos.

Incluso si no tiene la capacidad para protegerlos, incluso si no es fuerte como los demás, hará lo que sea necesario para volver, tiene una promesa que cumplir.

"(De nada me sirve darle vueltas al asunto, yo volveré.)"

Dejando atrás ese sentimiento que le impide moverse, se acerca a los demás.

En el patio central lo esperan las otras 25 personas que irán derrotar a esas bestias que amenazan la vida de los inocentes, los magos de la corte ya han dibujado un círculo a su alrededor y dan inicio al hechizo correspondiente de la magia "Telepor" una de las que no tiene conocimientos, pero guiándose por el nombre, debe ser algo que lleve a una persona u objeto de un punto "a" a un "b" en este caso, a los héroes.

Dándole un golpe en su espalda, Yoshio se acerca a Teitoku.

"Vamos, Tei, lograremos resolver este asunto y regresaremos antes de que la cena termine."

"Sólo harás que nos maten."

"Ten un poco de confianza en él, Tei, nosotras hemos visto todo de lo que es capaz, ¿cierto, Reiko?"

"...Es mejor de lo creerías, yo tampoco lo aceptaba al inicio."

En favor de Yoshio, Shigeko y Reiko se unieron a la plática. Shion, que hasta hace un momento estaba hablando con el Rey, se acerca a ellos tres con su mano en la empuñadura de su espada.

"No lo consientan demasiado, él también tiene sus trucos."

"¿De qué hablas Shion-san?"

"De nada, no hagas caso a lo que dice Prinpice-san."

Suspirando por la actitud de Teitoku, Shion le da la espalda al grupo de chicos.

"Como sea, prepárense, llegaremos a nuestro destino en un segundo. No bajen la guardia."

Albert, se paró en frente de todos y aplaudió un par de veces para que le prestaran atención.

"Nunca han tenido un entrenamiento para pelear contra bestias mágicas. Así que les daré un pequeño consejo, no se enfrenten a ellas en un combate individual, ese es el punto fuerte de las bestias. Lo mejor que pueden hacer es rodearlas entre varios y atacar a sus puntos ciegos. Asegúrense de que su enemigo esté muerto o podrían lamentarlo... Confiaremos en ustedes, sé que podrán hacerlo teniendo a Yoshio-sama y Shion de su lado, aun así, si algo malo llega a ocurrir, prioricen su seguridad, no podemos arriesgarnos a perder a nuestros héroes. Recuerden que ustedes son la salvación de este mundo."

Simulando ser un ejército de soldados bien entrenados y listos para el combate, los héroes afirmaron con sonrisas llenas de confianza, salvo uno que todavía no aceptaba la situación.

"Yoshio-sama, Shion, a partir de aquí, lo dejo en sus manos."

""Sí.""

Junto a las palabras de Albert, los magos finalizaron el hechizo y el círculo se iluminó envolviendo a todos.

"Buena suerte, héroes."

Despidiéndose de ellos, los jóvenes desaparecieron junto con el brillo celeste que iluminó un poco esa oscura noche.