Capítulo 43.2 Epílogo 2.

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Parte 1

—Zona costera. Al noroeste de Frague.

*Swwwhhh*

Una oscilación de viento dobló el espacio y formó una brecha de la cual dos "personas" salieron.

"¡Ahhh! ¡Eso fue demasiado lento, maldito Hatter! Si hubiera sabido que esto sería tan aburrido, habría preferido llegar aquí recorriendo todo el camino por mi cuenta."

Al menos así hubiera sido más entretenido. Delante del mar que se movía vívidamente de un lado a otro, Levi se quejó furiosamente con sus brazos cruzados.

"Oh, vamos, ¿no crees que una salida dramática es un lujo que podemos darnos? Después de todo fuiste tú la que decidió retirarse."

"¡Jum! Si dejar de hacer algo me asegurará una gran diversión, entonces no le veo problema. Después de todo él lo prometió."

"Ahhh- ¿Y cómo puedes asegurar que cumplirá esa promesa?"

Hatter suspiró por el comportamiento de Levi y acomodó el bombín en su cabeza con una leve sonrisa en su rostro.

Levi, por otro lado, se quedó en silencio pensando en esa pregunta, pero simplemente terminó bufando con sus ojos cerrados.

"¡Una promesa es una promesa!"

"En ese caso, ¿realmente harás lo que te han pedido?"

Cuando Hatter preguntó, ella ladeó su cabeza y "Ugh." Dejó caer sus hombros.

"Si quiero divertirme no hay de otra."

"Joo, así que no hay de otra."

Tal vez Hatter encontró divertidas las reacciones de Levi, ya que cubrió su boca ocultando una sonrisa que se acrecentaba con cada palabra que decían. A diferencia de él, Levi ahora estaba más decaída intentando pensar en algo que la pudiera entretener durante tanto tiempo.

"Quizás yo pueda..."

"Y bien, ¿alguno me dirá en donde estuvieron metidos estos días?"

La voz que llegó como un frío balde de agua cambió los ánimos de ambos demonios y a su vez, un ligero temblor sacudió la zona donde se encontraban empeorando la tensión en el ambiente, ¿quizás se trató de una mera coincidencia? No había manera de saberlo.

Cuando voltearon sus rostros al origen de esa sombría voz, Hatter y Levi se encontraron con alguien que se acercaba a ellos a paso lento, pero firme.

Tenía la apariencia de un ser humano, pero dándole una mejor inspección, esto solo era así a la distancia. Al acercarse lo suficiente, se podía ver que poseía varias características que lo distinguían de un ser humano corriente. Entre ellas, su altura hablaba por sí sola. Ese "hombre" que se detuvo al frente de ellos, era lo suficientemente alto para que Hatter apenas pudiera llegar a la altura de su cintura y Levi, la más pequeña entre los tres no superara la de sus rodillas.

Tomando esto en cuenta y que sus ojos poseían una esclerótica de un profundo color oscuro, ese ser realmente no era algo que pudiera ser llamado un humano.

Él también es alguien semejante a los dos seres delante suyo, Efialtes, el Demon Lord de la Tierra.

Cuando se acercó lo suficiente, Efialtes se encorvó y se puso de rodillas, inclinando su rostro hacia un costado insistió:

"¿Y bien?"

Hatter forzó su sonrisa pensando en una buena respuesta, a diferencia de Levi que aprovechó esto y con un rápido movimiento se subió encima del hombro de ese enorme ser.

Isekai no VigilantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora