Capítulo 39: Problemas en Serumin.

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Parte 1

A la mañana siguiente dentro del comedor de la posada donde se hospedaron...

"............No importa que lo esté viendo, no puedo aceptar que esta sea la verdad."

"Impresionante, ¿verdad? Sólo verla me quita el hambre."

Con un par de miradas que dejan al descubierto sus pensamientos, Teitoku y Mila están sentados frente al otro en una pequeña mesa, delante de ellos hay algo de comida que previamente ha sido traída por uno de los camareros y desprende un aroma y vista únicos que provocarían hambre en cualquier persona que pasara a su lado.

Sin embargo, ninguno trata de tocar su comida, de hecho, incluso han arrimado un poco sus platos al frente como si estuvieran llenos y sólo se han dedicado a beber una bebida transparente que pidieron con antelación, una especie de jugo de "no sé qué" que incluso cuando no tiene color, su sabor podría ser comparado con el jugo de una uva.

La razón de que ambos tengan esa actitud y sólo beban ese "jugo de no sé qué" es una pequeña bola de pelos que no ha dejado de comer desde que llegaron.

Carne, carne, carne y más carne, parece que es lo único que pasa por la mente de Regu cuando la hora de la comida llega. Es impresionante pensar que toda la comida que se ha terminado no afecte su físico y siga manteniendo esa apariencia agradable a la vista, pequeña y compacta como un peluche.

"¿Qué diablos hay dentro de ti? ¿Un hoyo negro?"

Con una mirada despectiva, Teitoku suspiró con molestia y recargó su rostro encima del dorso de su mano derecha.

En silencio, Mila siguió sus movimientos y prefirió dejar de prestarle atención a Regu por el momento.

"¿Está bien que coma así? Quiero decir, tú no tienes tu parte del encargo..."

"Ah, no hay problema, por el momento el dinero no es nada. Supongo que tendré que preocuparme en un par de años si ella sigue comiendo a este ritmo todos los días."

Tal como lo dijo, el tesoro de la cueva no era poco dinero, si se le diera una estimación basándose a simple vista, se podría decir que el oro y artículos valiosos que ahora poseía podrían darle una vida de viajes por unos 10 años sin problemas. No obstante, esto no incluía las comidas interminables de Regu, así que quiso dejar el conteo de "no hay nada de que preocuparse" a un par años.

Moviendo su cabeza de un lado a otro con decepción, regresó su mirada a Mila y guardó silencio un segundo, viendo tanto como podía cada parte de su cuerpo, casi como si estuviera admirándola.

...Por lo menos eso pensó ella, que se puso un tanto nerviosa y evitó su mirada algo avergonzada.

"......¿O-ocurre algo?" Preguntó con voz baja.

Afirmando con su cabeza, Teitoku se cruzó de brazos y recargó su espalda en el respaldo de la silla.

"¿Tu cuerpo se encuentra bien? Incluso si has tomado algo de medicina y tus heridas fueron tratadas cuando estuvimos en el pueblo, ¿es seguro que te esfuerces por las mañanas practicando con tu espada? Podría decir que entiendo que sea una rutina para ti, pero sólo han pasado unos cuantos días desde que peleamos contra esa cosa y tu condición no es la mejor. Quiero decir, incluso los demás se mantuvieron en reposo los días anteriores."

Esta era la primera vez que Teitoku mostraba abiertamente su preocupación de forma tranquila.

Por supuesto, Mila se sorprendió y mostró una expresión de confusión en su rostro. Después bajó su mirada y jugueteó un poco con su cubierto y la comida en la mesa.

Isekai no VigilantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora