Capítulo 27: Finalizando con una lección de magia a mitad del baño.

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Parte 1.

"¡Rápido, mocoso, rápido!"

"¿Por qué tanta insistencia con esto?"

Dentro de uno de los baños más alejados de los dormitorios del palacio la conversación de dos personas puede ser escuchada.

Siendo más específicos, se tratan de Merlín y Teitoku que han tomado el baño para ellos solos y lo han cerrado para evitar que alguien más entre, principalmente para que nadie sepa de la existencia de ese mago que ha estado al lado de Teitoku todo el tiempo, pero nadie más ha sido capaz de ver.

Merlín, que se encuentra inusualmente feliz, agita sus manos de un lado a otro como un niño pequeño desde el interior de la ¿bañera? Por así decirlo, porque el baño, que es mucho más grande de lo normal, cuenta con una parte "subterránea" en donde se almacena el agua como una piscina y es calentada a una buena temperatura por varios cristales de fuego al interior y costados del lugar, por cierto, el agua también proviene de cristales acomodados perfectamente como una regadera.

Decir que ese lugar tiene la pinta de una casa de aguas termales no está muy lejos de la realidad, es todo un lujo poder bañarse ahí, algo de lo que Teitoku no había podido disfrutar porque es incapaz de usar su mana. Sí, como se puede pensar, todo ha sido activado por el alegre mago que ha tomado por primera vez -desde que llegaron a la capital- su forma "humana".

Despojándose de su ropa junto de un agotador suspiro, Teitoku finalmente se sumergió en el agua separado por un par de metros del mayor.
Con una sonrisa burlesca, Merlín cubrió su boca con sus manos y llevó su mirada a Teitoku como si dijera "Hey, ¿te avergüenza tanto estar aquí con otro hombre".

Ignorando esto, Teitoku prefirió relajarse un poco y dejó caer sus hombros liberando toda la tensión que había acumulado la noche anterior. Incluso si sus heridas ya estaban parcialmente recuperadas, todavía podía sentir estrés y frustración que era mejor dejar escapar. Para su suerte la temperatura del agua lo ayudaba mucho, tal vez Merlín quiso que fueran a ese lugar para que Teitoku pudiera olvidarse de todo.

Lo cual era casi imposible, porque tan pronto como cerraba sus ojos la imagen de Mila llorando golpeaba su mente y agitaba su corazón, la verdad, se preocupaba más de lo necesario por algo que ya había pasado, pero la "culpa" lo carcomía por no haber hecho nada antes cuando se dio cuenta de que algo iba mal.

Sumergiendo su cuerpo lo suficiente para no ahogarse él mismo, Teitoku cerró sus ojos con fuerza y-

"¡Mabrditabbb seadbbbb!"

Exclamó tan fuerte como pudo, pero su voz fue distorsionada por el agua, así que eso le ayudó a no llamar la atención de las personas que casualmente llegaran a pasar cerca del baño.

Al ver esto, Merlín fue el que suspiró y cerró sus ojos algo decepcionado como si dijera "¿todavía sigues con eso?"

"...¡Ah!"

Fue entonces que Merlín golpeó la palma de su mano con el puño de la otra y abrió sus ojos de golpe.

"¡Por fin lo he comprendido!"

"¿...?"

La afirmación de Merlín provocó que Teitoku ladeara su cabeza algo confundido, ¿de qué estaba hablando? Bueno, sobre eso...

"¡La pubertad te ha llegado tarde, ¿no es así, mocoso!?"

"¿...Qué?"

Un silencio incomodo inundó el lugar al instante. Entre Merlín que tenía una sonrisa triunfal en su rostro y Teitoku -que incluso perdió el brillo en sus ojos- no hubo otra cosa más que el choque de miradas entre ambos.

Isekai no VigilantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora