21 de Octubre
Me despierto a las 10.00 y me levanto de la cama.
Anna todavía está durmiendo, así que voy a ir a desayunar y cuando ella se despierte que desayune.
No vamos a alcanzar a hacer ese afiche, si nos tenemos que ir a las 11.00, ya son las 10.00 y aún no desayunamos.
Saco la choco torta de la heladera y me corto una, muy generosa, porción. Es que está tan rica que es imposible resistirse.
-¿Anna todavía duerme? – Me pregunta mi mamá.
-Sí, que ella desayune después.
Me siento a desayunar tranquila y por mientras reviso Facebook.
-Vamos a buscar el vestido a la modista. – Dice mamá.
-¿Qué? – Hoy día ando media distraída. - ¿No lo íbamos a buscar mañana en la mañana? – Le pregunto un tanto confusa.
-Sí, pero hay cambio de planes.
-Ok. – Respondo sin más que decir.
Tan solo faltan horas y me están agarrando los nervios.
Emma: Voy a ir a retirar el vestido. ¡Qué emoción!
Le tecleo ese mensaje por WhatsApp a Adam, dejo el celular sobre la mesa, salgo de mi casa y me subo al auto.
Cuando me estoy por sentar me encuentro con el banner y el porta banner, que me impiden ir sentada cómoda.
-¿Les entregaron el banner? – Le pregunto a mi papá.
-Sí.
-¿Y ya lo vieron? – Le vuelvo a preguntar, con el objetivo de conseguir una respuesta un poquito más larga.
-Sí, y mañana lo vas a ver tú. – Esta vez responde mamá.
-¿Y está lindo? – Espero que me responda que sí.
-Sí, quedó hermoso. – Ok, esa respuesta me tranquiliza un poco más.
El trayecto se hace un poco largo, pero al llegar los segundos se pasan volando.
A simple vista ya no me llamó mucho la atención el vestido.
El vestido es muy simple y no es lo que yo me imaginaba. Sin embargo pongo la mejor sonrisa falsa que tengo y digo un "me encanta".
Me miro en el espejo y no me gusta lo que veo.
La falda es hermosa, pero a la parte de arriba le falta algo. Es muy simple.
-¿Te gusta? – Pregunta la modista.
-Sí, me gusta. – Mamá me mira y no dice nada, pero sabe que mi cara no dice lo mismo.
-Ok, ¿entonces lo ponemos allí? – Dice señalando una caja de regalo que trajo mi mamá.
-Sí. – Responde ella y la ayuda a meter el vestido ahí.
Luego de intercambiar un par de palabras con ella y hablar sobre mañana, nos despedimos y nos vamos.
Esta vez el viaje se me hace corto.
Llego, y me dirijo a mi habitación para guardar los zapatos.
Vuelvo a la cocina y reviso mi celular para ver si tengo algún mensaje de él, pero solo tengo su visto.
ESTÁS LEYENDO
El final es el comienzo
Teen FictionDos personas completamente distintas. Una historia que los entrelaza. Un sentimiento no tan mutuo. Amistades que resultan no serlo. Adolescencia y madurez juntas. ¿Destino o casualidad?