Capítulo 9

23 1 0
                                    


21 de Octubre



Me despierto a las 10.00 y me levanto de la cama.

Anna todavía está durmiendo, así que voy a ir a desayunar y cuando ella se despierte que desayune.

No vamos a alcanzar a hacer ese afiche, si nos tenemos que ir a las 11.00, ya son las 10.00 y aún no desayunamos.

Saco la choco torta de la heladera y me corto una, muy generosa, porción. Es que está tan rica que es imposible resistirse.

-¿Anna todavía duerme? – Me pregunta mi mamá.

-Sí, que ella desayune después.

Me siento a desayunar tranquila y por mientras reviso Facebook.

-Vamos a buscar el vestido a la modista. – Dice mamá.

-¿Qué? – Hoy día ando media distraída. - ¿No lo íbamos a buscar mañana en la mañana? – Le pregunto un tanto confusa.

-Sí, pero hay cambio de planes.

-Ok. – Respondo sin más que decir.

Tan solo faltan horas y me están agarrando los nervios.

Emma: Voy a ir a retirar el vestido. ¡Qué emoción!

Le tecleo ese mensaje por WhatsApp a Adam, dejo el celular sobre la mesa, salgo de mi casa y me subo al auto.

Cuando me estoy por sentar me encuentro con el banner y el porta banner, que me impiden ir sentada cómoda.

-¿Les entregaron el banner? – Le pregunto a mi papá.

-Sí.

-¿Y ya lo vieron? – Le vuelvo a preguntar, con el objetivo de conseguir una respuesta un poquito más larga.

-Sí, y mañana lo vas a ver tú. – Esta vez responde mamá.

-¿Y está lindo? – Espero que me responda que sí.

-Sí, quedó hermoso. – Ok, esa respuesta me tranquiliza un poco más.

El trayecto se hace un poco largo, pero al llegar los segundos se pasan volando.

A simple vista ya no me llamó mucho la atención el vestido.

El vestido es muy simple y no es lo que yo me imaginaba. Sin embargo pongo la mejor sonrisa falsa que tengo y digo un "me encanta".

Me miro en el espejo y no me gusta lo que veo.

La falda es hermosa, pero a la parte de arriba le falta algo. Es muy simple.

-¿Te gusta? – Pregunta la modista.

-Sí, me gusta. – Mamá me mira y no dice nada, pero sabe que mi cara no dice lo mismo.

-Ok, ¿entonces lo ponemos allí? – Dice señalando una caja de regalo que trajo mi mamá.

-Sí. – Responde ella y la ayuda a meter el vestido ahí.

Luego de intercambiar un par de palabras con ella y hablar sobre mañana, nos despedimos y nos vamos.

Esta vez el viaje se me hace corto.

Llego, y me dirijo a mi habitación para guardar los zapatos.

Vuelvo a la cocina y reviso mi celular para ver si tengo algún mensaje de él, pero solo tengo su visto.

El final es el comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora