The Soul →【Blindshipping】

XL

"Dentro de la oscuridad comienza el seductor sonido de la tranquilidad en el que la luna desciende y toca el violento legato, solo los sueños pueden resonar en mi corazón vacío para ti mi querido interpretó la canción de la oscuridad"

La tarea que previo seria sencilla no lo fue, todo gracias a esa Sheut que había dividido su corazón en dos, dos mundos que corrían al mismo tiempo, uno de ellos detenido al robar al niño que debía de morir a la par cuando su misión terminara.

Cuando aquel niño que oculto la Sheut para que la parte incorrupta de Ib tuviera una vida normal fue liberado no sintió pena al verle ser destruido, es más una sonora carcajada se hizo escuchar, pero ahora que veía los recuerdos no pudo evitar derramar un par de lágrimas.

El fusionarse con su Ib le estaba volviendo débil a su punto de vista.

—¿Interrumpo? —escucho su voz jovial, alzo la vista, nuevamente ese traje de humano, miro de reojo el pelo castaño y aquella vestimenta de monarca ¿Ni al tomar la forma de un simple humano podía dejar de hacer lucir lo que alguna vez fue y sus propios hijos habían confabulado para quitarle? No, Amón Ra debía siempre ser un monarca sea la forma que tuviera, pero ahora mismo parecía el mismo Horus siendo su guardia real cada vez que tenía que embalsamar a alguien. Esto era frustrante para Anubis sin lugar a dudas— Sigues con la máscara a pesar de que Osiris ya no está en el Duat ¿Por qué? —Mas no dice nada, el Dios resopla— Tienes visitas —sonríe— él de nuevo.

Suspira con pesadez, esta es su quinta vida y aun así no se cansa de buscar a lo que jamás debió ser.

Escucha sus pasos firmes, la misma forma en cada vida, ya van cinco vences que renace y en cada una viene en su búsqueda pero él ya no existe, nunca debió de existir, es más no debían de adquirir forma.

Pantalón caqui, botas altas, una chamarra del mismo tono, debajo una camisa color negra y el jodido collar con el nombre escrito que por azares del destino siempre logra conseguir, su cabello luce igual al de él, solo faltarían las plumas al frente y sus orbes dorados que son reemplazados por el violáceo tono de las amatistas como las que tuviera en su reencarnación falsa.

Mirada al frente, semblante sereno, como siempre conserva el porte de alguien que gobernó alguna vez Egipto sea Dios o sea Faraón.

—Atem —dice solemne, inmutable, solo es un humano reflejo de la tragedia que nunca pudo ser con Osiris y nuevamente las misma petición es hecha.

"Déjame ver a Yugi"