Capítulo 8: La señora Gregson.
" —Dylan, corre más rápido —grite mientras corríamos por ese callejón.
Teníamos nuestro botín, caramelos.
Los más pequeños del orfanato estaban muy mal porque adoptaron a Karin, una niña de 4 años y han estado muy desanimados. No entiendo si es porque adoptaron a Karin o porque no los adoptaron a ellos, pero de todos modos les afecta.
— Falta poco —grito Jay, otro chico del orfanato que tenía nada más 13 años.
Dylan movió un poco la reja Lara dejarnos entrar, y yo la sostuve para que él pasara.
Caminamos lento hasta la sección de menores y la primera en venir corriendo es Carly, una niña rubia de 7 años.
— ¡Ann! —gritan todos corriendo hacia mi y haciéndome que caiga. Ríen y también lo hago.
— Ya, ya. La están matando bodoques —sonríe Dylan llegando a mi.
— ¿Alguien quiere... ¡Dulces!? —grite. Los niños también.
En mi litera, mientras jugaba cartas con Jay mientras Dylan dibujaba.
La puerta se abrió fuertemente y la vieja directora Hank entró hechando humo por la nariz.
— ¡Annabelle, Dylan y Jay salgan ahora mismo! —grito hecha furia.
Los tres salimos de la habitación de los mayores y fuimos a la oficina de la directora.
Una señora, algo mayor, rubia y con un traje algo antiguo pero muy elegante estaba sentado ahí.
— Ella es Marie Gregson, dueña de las dulcerías Gregson... —joder...— y vino porque una de sus dulcerías fue robada hoy.
— ¿Y que tenemos que ver en esto? —preguntó Jay. Dylan lo golpeó con el codo.
— Pues, a menos que tengan dobles o gemelos —saco unas fotos de cámara de seguridad, de nosotros.— quiero dos cosas a cambio de no llamar a la policia ... Amanda, ¿puedes dejarnos a solas?
La directora Hank se fue.
— Una es que respondan una pregunta. ¿Porque lo hicieron? —fue la primera.
— Los pequeños estaban muy desanimados, tristes. Y no tenemos dinero para comprarles dulces —hablo Dylan.
— ¿La directora nos compra raciones de golosinas para ustedes? —preguntó.
— Nunca nos ha dado dulces —habla Jay.
— ¿Que es la segunda cosa? —preguntó.
— Tienen que trabajar para mi hasta que paguen los dulces que robaron —hablo.
— Está bien —dijimos todos a la ves."
La señora Gregson fue como una madre para nosotros el tiempo que estuvimos trabajando para ella, nos regalaba dulces y nos invitaba a comer casi siempre. Estuvo a cargo de la adopción de Jay a unos amigos muy buenos de ella y también nos ayudó a que la directora Hank fuera menos, cruel.
Corrí a abrazarla.
— Señora Gregson —casi llore al abrazarla.
— Pequeña Annie, te dije que te adoptarían un día —beso mi cabeza.
— ¿Se conocen? —preguntó Henry.
— Annie y yo tenemos una pequeña historia ¿no, cariño? —sonrió la señora Gregson.
— La señora Gregson es la mejor qué hay —sonreí aún abrazándola.
— Ella fue la que me dijo que te adoptara cariño —sonríe Samantha.
— ¿Y Dylan? —pregunte.
— Unos amigos míos de la ciudad continua lo adoptaron, son familia amiga de los Williams —hablo ella sonriendo.
Los Williams son la familia que adoptaron a Jay.
— Muchas gracias señora Gregson —la abrace.
— Eres una gran chica Annabelle, te mereces a una buena familia y a unos buenos hermanos y no hay familia ama correcta para ti que la de mi hija —sonríe mirando a Samantha.
— Bien, bien ¿cenamos?
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Nolan en multimedia
Corto, perdón lo sé.
El próximo será mejor. #458 en novela juvenil, que genialllllllllllll.
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Adoptada por los Marshall.
Teen FictionVivir con los Marshall es algo...peculiar, por no decir raro. No solo por su casa, si no por ellos desde Henry Marshall el típico Playboy cliché, solo que con un extraño secreto, hasta Travis Marshall el Nerd jodidamente sexi de la casa. Se estarán...