Adoptada por los Marshall.

Capitulo 35: No tan cumpleaños de m...

Capítulo 35: 

No tan cumpleaños de m...

«— Travis... ¿Ella no era tu-

— Cállate, Henry.»

Recordé ese momento y mi reacción después de lo que sucedió. Corrí a mi habitación, me encerré una hora y el único que se quedó conmigo fue Marcus. Me espero y nos fuimos juntos.

— Este no es el camino a casa —dije, mirando por la ventana.

Marcus sonrió aún mirando a la carretera.

— Te llevaré a un pequeño lugar especial —me miro.— se que todo esto te está abrumando, sé que después de lo del chico de hoy en la mañana te dejo mal. También se que tú y Travis no han hablado en todo el día. —tomó mi mano.— te apoyo hermana.

— Odio mi cumpleaños, Mark. Siempre sale algo mal, siempre —apreté su mano. — ¿podemos irnos hoy? Regresar mañana como si nada hubiera pasado.

— Mamá se esmeró mucho para organizarte esta fiesta. No le rompas el corazón —pidió.

Tiene razón.

No puedo romperle el corazón de ese modo a Samantha, ella puso demasiado empeño en hacerme esta fiesta.

— ¿A donde me llevarás, Mark? —pregunte.

— Cuando tenía 9 años y llegue a la casa, no podía ver a nadie —comienza a explicar.— mi orfanato no era el mejor Ann, nuestro director era un completo... animal.

Suelta mi mano y mueve la palanca de cambios.

— Me violaron. —mis ojos se abren grandes. Noto como aprieta el volante— mi director violaba a los niños, tenía algo con los niños y el bastardo lo hacia.  No quería a nadie, no soportaba que alguien me tocase o abrazara. Hasta que llegaron los Marshall, Henry, Nolan y Brayden fueron de vacaciones. Jugué con Brayden un rato con la pelota en un parque cercano a mi orfanato hasta que Samantha me vio, se acercó a mi y me invitó un helado.

— Samantha es la mejor del mundo —hable yo.

— Lo se. El problema fue cuando Oliver se intentó acercar, corrí y me aleje del lugar llorando. Me encontraron horas más tarde en un callejón llorando, Samantha preguntó por mi mamá y no le respondí, solo hablé con Brayden.

— ¿Le dijiste?

— Le explique que mi director era malo y que nos lastimaba, jamás le expliqué como —note como comenzó a sollozar.— me adoptaron a mi. Tarde años de terapia poder acercarme a un hombre adulto, pero lo logré. Con ayuda de Oliver y Samantha.

— ¿Porque me cuentas esto? —pregunte.

— Me desvíe del tema, mis primeros días aquí, sin saber que hacer escapaba. Como tú. —sonríe mirándome.— pero yo iba más lejos, tomaba un autobús con la intención de no regresar jamás. Pero siempre me detenía y bajaba en el mismo punto. —apenas le di cuenta que el auto estaba detenido.— te traje a mi lugar especial. Este es el único lugar donde me podía calmar, podía gritar, podía llorar sin que nadie me escuchara.

Baje del auto lento, sabiendo que algo grande está cerca.

— Cuidado —toma mi mano.

Caminamos hasta la pequeña barda que se encontraba frente nuestro y nos sentamos ahí.

— Es hermoso Marcus —sonrió.

— Lo se. Podía estar horas aquí, sin preocupaciones —suspira.— ahora es tuyo, tu lo necesitas más que yo.