Capítulo 39: No es lo que parece.
Mi atuendo era un pantalon negro, botines del mismo color y una simple blusa blanca. Me encontraba caminando al parque del centro, donde vi a Ken por primera ves. Nos reuniriamos hoy, todos, Ken Clary y yo.
Estaba muy ansiosa, tanto que casi todo el ejercito Marshall viene conmigo. Seque el sudor de mis manos con mi pantalon y tome asiento en una banca. Nos reuniriamos despues de casi 10 años.
En primera me tope a Clary llegando junto a Robin, su hermano mayor quien cargaba a Fanny la pequeña de ellos.
— Mi mama no me dejo venir sola, pero Rob jugara con Fan mientras — me hablo timida, asenti y vi como Robin se iba junto con la niña.— ¿por fin vere a Kennedy?
Note el brillo en sus ojos, en las anteriores reuniones que tuvimos, junto a su familia y la mia siempre me pedia que le platicara acerca de nuestra vida, de como era Ken, nuestros padres y estar juntos ya que en ese entonces ella era casi un bebe.
— Asi es, ya es todo un hombre. Tiene los ojos de mama — le sonrei, ella conserva unas fotos de nuestra familia.
— ¿Verdes?
— Tan intensos que te ciegan.
Tranquilas, sin sentir incomodo el silencio seguimos esperando.
— Aiden ya no llega a la escuela ¿Esta enfermo? — me pregunto, eso me hizo caer en cuenta. No le habia dicho que me ire a California.
— No, Clary... debo algo que contarte... ¿por donde empezar? ¿sabes? mi meta en la vida siempre fue encontrarte, ver que estuvieras bien y si no fuera asi, yo intentar darte estabilidad — tome su mano.— y te encontre, te vi, estas bien y con una hermosa familia... estas perfecta, sin mi.
— No es asi, Ann, yo todavia te necesito — me sonrio.
— Mi familia esta pasando por una crisis economica, nos tendremos que mudar.
— ¿A otra casa?
— A otro estado — dije, ella solto un pequeño "oh".— Pero vendre a visitarte en las vacaciones de verano, lo prometo Ann.
— Con saber que estas bien y que tendremos contacto me basta —suspira y me mira.— sobreviví años sin ti, podré soportar unos meses.
Sonreí y ma abracé, al momento de abrir los ojos me topo con Ken.
— Kennedy —susurró, y eso hace que Clary salte.
— ¡Ken! —se gira, topándose con nuestro hermano mayor. — ¿Ken?
— Así es pequeña, soy yo —saca un ramo de su mano derecha y la entrega a Clary.— ¿crees que me olvide de ti? —saca otro ramo y me lo tiende. — ¿de que hablaban?
— Annie se muda —la atención de Ken cayó en mi.
— ¿Ah si? —me miro.— ¿a donde, específicamente?
— California.
— ¡Mis papás tienen una casa de playa ahí! ¡Te podré ir a ver cada verano! —sonríe Clary, pero noto la mirada de Ken .
— ¿Sucede algo, Kennedy? —pregunta Clary.
— No es nada, escarabajo —revuelve su cabello.
(...)
Le page al taxista y con muchas bolsas en mis manos llegue a la que fue mi casa, ya había pasado lo de ver a Ken y Clary, después de eso fui a comprar frituras que Nolan me encargo.
Ahora estoy aquí, frente a la que fue mi casa sin saber que hacer.
Suspire.
De paso a paso fue caminando hasta llegar a la puerta principal.
Y es sentido comun, tu te enamoras de un lugar, ves por primera ves ese espacio que puedes llamar hogar y piensas que siempre permanecerá así, pero no es así. Cambia, suceden cosas, tragedias o desgracias pero algo siempre lo estropea pero no siempre significa que es para mal, es para aprender y reforzarnos. Saber que podemos sacar algo de eso que fue oscuro en su tiempo, podremos iluminarlo, puede ser conociendo a tu nueva familia o volviendo a ver a personas que creías que jamás volverías a ver. Muchas cosas, pero es depende como las tomes. Puede ser del lado bueno, aprendiendo de ellas o del malo desquitándote con quienes no tienen la culpa. Solo uno mismo sabrá cómo hacerlo.
Yo no sabía cómo hacerlo al principio, pensaba que todo lo que sucedía o lo que pasaba era completamente mi culpa, la muérete de mis papás, que me separaran de mis hermanos biológicos, que nos trataran mal en el orfanato, Shane, carreras y accidentes. Todo. Pero, luego entendí, si es mi culpa en partes, pero debo saber hasta qué punto es mi culpa, hasta qué punto debo sentirme mal, hasta qué punto debo atormentarme.
— ¿Estas bien?
Mire al frente para toparme con Holly, una chica del grupo de Brayden.
— Si, si ¿haz visto a mis hermanos? —pregunte.
— Están en la piscina, bueno, la fiesta es ahí.
— ¿Que haces aquí?
— Vine al baño, Nolan me digo que había dos abajo pero solo entro a la cocina y alas oficinas —se rascó la frente.
— Alado de las escaleras —señale.
Ella asintió, aún con las bolsas en mis manos caminé directo al patio trasero. La gente estaba ahí, pero no era demasiada.
— ¡Ann! —gritó alguien entre la multitud, Justo detrás de la piscina estaban mis hermanos sentados en las sillas de playa, otros parados y unos bailando con unas chicas que estabas ahí.
Pero alguien faltaba.
— Las frituras —les tendí las bolsas. Nolan las tomó.
— ¿Donde está...
— ¿Travis? —completó la oración Henry.— no lo hemos visto desde que esto inició, pensamos que te había ido a buscar.
— No, puede que esté por ahí. —me encogí de hombros, tome una cerveza.
— Disfruta, esto este es nuestro último día —choco envases conmigo Brayden.
Tiene razón, no me debo de preocupar. Este es mi último día y debo pasarlo bien.
Me sentía bien, me siento bien con ellos, con mis hermanos y amigos, con Nolan jugando beer pong contra Brayden.
Esto no puede ser mejor.
(...)
5 A.M.
La mitad de las personas se habían ido, aún seguía en ese mismo espacio junto a la piscina. Pero, aún me faltaba alguien.
Travis.
Nuestro vuelo sale a las 7 de la mañana y ya debemos estar partiendo en 30 minutos.
Me levanto de la silla, y comienzo a caminar a la entrada. La sala está vacía, nuestras cosas están arriba, comienzo a subir las escaleras.
Al caminar por el pasillo escucho algo, no cualquier cosa, y no en cualquier habituación.
Sin saber que esperar, abro la puerta.
— ¿Travis?
— ¡Ann! ¡N-no es lo que parece! —se para de la cama.
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Adoptada por los Marshall.
Teen FictionVivir con los Marshall es algo...peculiar, por no decir raro. No solo por su casa, si no por ellos desde Henry Marshall el típico Playboy cliché, solo que con un extraño secreto, hasta Travis Marshall el Nerd jodidamente sexi de la casa. Se estarán...