Go Fuck Yourself

Capítulo 2 - Blackmail.

— Muere... Todoroki Shōto...

Aquellas palabras resonaron en la mente del menor, aterrado de tener esa mano en el rostro, sintió el calor, su cuerpo no reaccionó para defenderse, de repente todo se volvió negro... Se había desmayado.

— ¿Eh?—El azabache retiró su mano del rostro del menor sin hacerle daño para confirmar lo que había pasado, no pudo creer que este se hubiese desmayado, a causa de eso soltó una risa suave pero burlona. Ahora que lo pensaba, podría no tener otra oportunidad como esa... Sujetando al de cabello bicolor lo recostó en la cama observándole detenidamente.

Sin pedir permiso bajo los shorts del menor mientras este yacía inconsciente sin poder oponerse.

— Siempre he tenido curiosidad por saber algo... —Murmuró, que a pesar de eso empleada una especie de tono juguetón y curioso. El de cabello bicolor no reaccionó, quien sabe cuándo despertaría. Mientras tanto, su pierna derecha fue completamente despojada de su short.

Dabi se tomaba su tiempo, estaba seguro que podría hacer algunas travesuras antes de que Todoroki recuperara el conocimiento. Aunque fácilmente podía romper el short, no quería comportarse grosero con el menor, al menos no más, tras sacarle el short de al menos la pierna derecha y dejarlo a la mitad de la izquierda procedió a pasar sus dedos por el elástico del bóxer, si lo pensaba, le hubiese gustado ver que reacciones tendría el menor en esos momentos, gustoso, Dabi querría verlo en primera fila y hasta fotografiarlo para recodarlo, y nada mejor que someter a alguien que se cree indomable.

El azabache le sacó el bóxer dejando escapar una suave risa entre dientes pasando sus dedos por el abdomen bajo del menor.

— Es increíble que incluso aquí... —Murmuró Dabi con esa sonrisa traviesa observando la entrepierna del menor, siempre se había preguntado si el vello púbico del muchacho de cabello bicolor también seria de ese modo, blanco y rojo, y para su sorpresa si resultó ser así. Deslizó su dedo índice por el muslo desnudo del menor y se inclinó por mera curiosidad, quería sentir esa piel y comprobar si ésta también se sentía igual de suave que en sus dedos.

Sus labios rozaron el torso del menor hasta subir a su cuello y dar una suave mordida, aunque le hubiese gustado marcarlo, prefería darle la sorpresa después... No podía dejar escapar ese momento. Por supuesto que no tendría sexo con él, al menos no en ese momento... pero si le tomaría bastantes fotos comprometedoras. Jalando de su cabello mientras besada la comisura de sus labios procedió a tomar la primera fotografía con su celular... Así sucesivamente fueron subiendo de tono. Antes de marcharse se aseguraría de no dejar rastro de él, y claro, vestiría de nuevo al jovencito. . . Así tras finalizar su travesura se marchó.

                                                                       
                                                                 .  .  .

Despertó en un brinco... Había tenido una pesadilla horrible que le resultaba casi imposible de explicar, recordaba vagas imágenes de como trataba de huir de alguien que le perseguía y le acorralaba con un fuego brutalmente poderoso. El muchacho de cabello bicolor se sentó lentamente en su cama llevándose la mano izquierda a su rostro... De golpe vinieron imágenes a su mente, un hombre joven de cabello azabache con algunas heridas impactando su mano en su rostro, podría jurar que había sentido el calor del fuego quemarle el rostro... O tal vez al final de cuentas no había sido más que un horrible susto que se llevó antes de perder la conciencia, ¿Aquello realmente había pasado? Temía levantarse de la cama y salir a la sala a confirmarlo, presentía que ahí estaría aún ese sujeto tomando el té tan descaradamente como si fuera su casa.