Capítulo 15 - ¡Explosión!

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Katsuki Bakugō. Conocido por lo mucho que suele resaltar a causa de su mal genio o su forma tan explosiva de ser, aquel joven determinado en convertirse el número uno más allá de sobrepasar al gran All Might. Sí, aquel muchacho de cabello rubio cenizo y unos ojos de un vivaz e intenso color rojo enfrentándose sin licencia ni permiso contra un villano... En una sociedad así, en un lugar así, podría recibir un severo castigo.

Las explosiones estaban ahuyentando a las personas del área que bien si algunos se quedaban era para grabar con sus celulares y al mismo tiempo agregar cosas como "¡¿Están viendo eso?! ¡Parece que dos villanos se están peleando por territorio!" Pero estaban equivocados, Bakugō no era ni un villano, solo un joven estudiante tratando de derrotar a un cabrón que se había encargado de colmarle la paciencia no sólo por sus acciones, si no, por haber secuestrado a su compañero de clases, no dejaba de repetirse ¿En qué momento pasó? Bajo la guardia y se sentía estúpido, todo lo que pasó en frente de sus narices... El peso le caía en los hombros.

Su respiración estaba agitada, sin embargo no dejaba de correr por las calles persiguiendo a Dabi quien parecía marcar la distancia entre ambos con ataques de bajo alcance haciendo que Bakugō sintiera que no le estaba tomando en serio. Las explosiones no sólo estaban deteriorando el concreto a sus pies, por lo que tratando de mantener el daño bajo en la ciudad había decidido seguirle el juego al azabache de ir persiguiéndose a las afueras de la ciudad, con tener unos metros más de terreno limpio podría ir con todo.

— No luces muy bien. —Comentó Dabi sin dejar de correr lanzando otro manotazo con una ráfaga de fuego ocasionando así la explosión de dos autos, el rubio se impulsó con ambas manos en una explosión generada por estas mismas, así logrando pasar por encima de esa cortina de humo.

— Tú no lucirás bien en unos momentos maldito bastardo. —Gruñó esquivando todos los obstáculos que se estaban formando a causa del fuego y explosiones, poco bastó, el rubio se deslizó ferozmente sobre la tierra apenas llegaron a campo abierto ignorando las fábricas que también se establecían ahí lejos de la ciudad, arañó el pasto tomando un fuerte impulso antes de irse sobre el azabache dando un giro en el aire soltando así una fuerte patada. Le demostraría que no sólo dependía de las explosiones en sus palmas, sus brazos temblaban ligeramente...

— ¡Hey! No te contienes. Hay que admirar ese jodido coraje. —Apenas logró bloquear esa patada con ambas manos, le sujetó de inmediato el tobillo para dar una fuerte voltereta arrojando al rubio contra la tierra, el menor salió rodando llevándose un fuerte golpe en la espalda, eso no le detuvo, de inmediato volvió al ataque, explosión tras explosión, alguna debía alcanzar al azabache que esquivaba con una sonrisa traviesa en los labios dándole empujones a las manos del rubio quien buscaba a su vez cuidarse de las manos del azabache, pues... En cualquier momento estas podrían desprender una flama. — Pues... Yo tampoco lo haré. —Añadió sujetando firmemente la mano derecha del rubio quien levantó la izquierda contra el rostro del azabache sin embargo la mano de Dabi impactó primero contra su rostro soltando una gran cantidad de fuego.

Fue un momento, escasos segundos que Bakugō tomó para cambiar su dirección con una explosión en su mano izquierda ganándose quemaduras en la mitad del cuerpo, su ropa no hacía más que humear y él jadear...

— ¿Lo sabes? Shōto te admira, y detesto eso. —Habló el azabache caminando alrededor como si a propósito dejara que el rubio se recuperara. — Así que he decidido acabarte de la peor forma posible, matarte en un instante sería una bendición hasta para ti... Pero, Yo pienso que todos los Quirk son peligrosos incluso el más insignificante, ¿Sabías que incluso tus dichosas explosiones son más para matar que para otra cosa? Destruyen tu cuerpo si sobrepasas el límite, ¿No? A mí me gustaría ver como tus manos quedan inservibles... —Agregó con una tosca sonrisa mientras en su mano derecha se hacía presente de nuevo ese fuego. Bakugō pasó saliva antes de gruñir y ponerse en posición, no le daría ese gusto al azabache.

Go Fuck YourselfWhere stories live. Discover now