Las clases de ese día viernes habían acabado por fin. Todos los alumnos se marchaban a sus respectivos hogares, de entre multitudes de alumnos saliendo uno tras otro o hasta en grupitos, salió cierto rubio chasqueando la lengua con molestia. Bakugō Katsuki.
Estaba enfurecido, aunque claro eso ya era algo típico de él. Escucharle gritar, maldecir, explotar cosas, patear y gruñir, a pesar de esa actitud siempre ponía atención en clases siendo así uno de los mejores. Ese día lo que le había frustrado más que nada había sido el puntaje que había tenido Midoriya, tan cercano al suyo. Le resultaba desagradable en exceso que un maldito nerd como ese inútil le alcanzara tan fácilmente en pruebas físicas empleando su Quirk.
Se giró sobre sus talones acomodándose la mochila sobre su hombro derecho gruñendo y maldiciendo entre dientes. Se detuvo un momento para cruzar la calle principal, sin embargo al voltear a la derecha para asegurarse de que ningún auto o algo similar pasará, le sorprendió ver a otro idiota... Específicamente uno de cabellos bicolores. Hizo una clara mueca de desagrado, aunque le sorprendió un poco que alguien más estuviera con él, hasta donde sabía Todoroki no era de los que se iba con alguien después de la escuela, ¿Algún hermano? Como sea, aquello era lo que menos le importaba en ese momento. Retomando su vista al frente iba a cruzar cuando un movimiento brusco llamó su atención por el rabillo del ojo, se giró de inmediato notando como Todoroki parecía reaccionar de forma molesta contra el muchacho de cabellos azabaches... Bakugō notó algo extraño ahí.
No debería interferir al ver como ambos, Todoroki y ese azabache se marchaban, sin embargo notaba como el de cabellos bicolores llevaba la mirada agachada, como si hubiese sido sometido. El rubio frunció el ceño con recelo, aquello era problema de Todoroki, no suyo... Entonces, ¿Por qué estaba caminando hacia esa dirección? ¿Por qué sus pasos eran cada vez más rápidos?
— Oye, estúpido Mitimiti. —Gruñó el rubio extendiendo su mano para lograr jalar al de cabellos bicolor por el hombro, se llevó una mirada de sorpresa por parte de su compañero, pero del acompañante de este se llevó una mirada... Extraña, una especie de enojo y desagrado. Todoroki no esperaba que aquello fuese a pasar, era la peor situación posible, debía pensar en algo.
— Bakugō... ¿Qué es lo que sucede?—Su voz fue bastante apagada, casi como de costumbre, pero a pesar de la apariencia explosiva del rubio, este no era tonto. Algo andaba mal. En cambio Dabi, parecía correr con la mirada al rubio, le estaba quitando valioso tiempo...
— Has olvidado la reunión que teníamos hoy tú y yo. —Soltó repentinamente el rubio señalando al de cabellos bicolor frunciendo el ceño y haciendo una mueca casi imposible de creer, tragándose su orgullo pero mostrando su claro desagrado.
— ¿Eh?—Todoroki ni siquiera entendió a qué se refería el rubio, ¿Una reunión entre ellos? Ni siquiera recordaba haber acordado algo así entre ellos. Para empezar lo único que recibía de Bakugō eran gritos, amenazas de que iba a aplastarlo cuando se enfrentaran y entre un millón de cosas más, todo, menos eso.
— No salgas con putadas como "¿Eh?"—Gruñó agarrando al contrario por el saco del uniforme, Todoroki frunció el ceño ante ese agarre tan confiado por parte de su compañero rubio, y Dabi con molestia colocó su mano alrededor de la muñeca de Bakugō.
— Suéltalo. —Ordenó el azabache sin titubear. Las miradas de ambos se enfrentaron en ese momento, entre ambos con cabellos tan similares, pero uno azabache y otro rubio. Era como tener a la Oscuridad y a la Luz reunidos en esa calle.
— ¿Tú que te has creído, eh?—La voz del rubio representaba con claridad su molestia, por muchos motivos tenía esa molestia, claro. Uno de ellos era que estaba ayudando a Todoroki, pero no podía evitar sentir esa especie de desconfianza hacía el sujeto de negro...
— Créeme, si no quieres tener problemas es mejor que te apartes de nuestro camino. —Añadió el azabache. Por su parte Bakugō se cuestionaba si Todoroki era realmente listo ¿Tan difícil era haberle dicho algo como "ah, sí, nuestra reunión."?
— El único que va a tener problemas eres tú si sigues interfiriendo en mi discusión con este bastardo. —En ese momento el rubio apartó la mirada del azabache para mirar a su compañero el cual estaba desconcertado. Todoroki notó como la mano del rubio y la del azabache temblaban, una por ejercer fuerza sobre otra, y la otra por no dejarse someter, fue entonces que entre ese mar de pensamientos el de cabellos bicolores fue reaccionando poco a poco...
— ¡Ah! Bakugō, sé que estás enfadado, pero de verdad había olvidado la reunión de hoy. He estado muy ocupado. —Trató de sonar lo más creíble posible, para su sorpresa el azabache soltó la mano del rubio.
— ¿Es tu amigo?—Cuestionó el mayor con una mirada inexpresiva, le habían jodido sus planes. No sólo eso, ese tonto rubio parecía ser amigo de Todoroki. Su presa se le escapaba de las manos, pero si forzaba las cosas tomaba en cuenta la posibilidad de que uno de ellos huyera a alertar a todos los profesores posibles, y cabe recordar que todos eran héroes profesionales.
— S-Sí... Se me había olvidado que teníamos un compromiso hoy después de clases. —Todoroki rogaba en ese momento en que algo no fuera a salir mal. Estaba nervioso, apretaba los puños y sentía como sus manos sudaban...
— Ya veo. Entonces los acompaño. —Aquella respuesta fue como un balde de agua fría para el de cabellos bicolores.
— Ni de coña, odio las salidas en tríos. Además esto es una salida entre nosotros dos, ¿Si entiendes o te lo deletreo, cabrón?—Inmediatamente se opuso el rubio. Definitivamente no permitiría que ese tipo les siguiera... No después de la fuerza que ejerció en su muñeca dejándola algo adolorida en ese momento. Dabi sentía unas ganas enormes de quemarle el rostro a ese mocoso entrometido que vino a derrumbarle todo en un instante, tenía a Todoroki en la palma de su mano y ahora... Ese desgraciado le había frustrado su glorioso chantaje.
— Ya, tranquilos. Lo de Bakugō es algo impostergable pues ya llevábamos tiempo planeándolo, entonces ¿Te parece si te veo a ti después?—Intervino Todoroki pasando al lado del rubio sin mirar a los ojos al azabache. Dabi soltó un largo suspiro de desprecio hacia el rubio, chasqueando la lengua y llevándose las manos a los bolsillos del pantalón se rindió. Por ese momento...
— Claro. —Aceptó. Todoroki sintió que se quitaba un peso de encima, había creído que sería mucho más difícil, aunque... Dabi tampoco era idiota o fácil de engañar. Podía notar que al rubio no le agradaba Todoroki, ¿O es que acaso así era su actitud con todos incluso sus amigos? Era extraño, por lo que teniendo eso en cuenta no se movió de su lugar, observando a ambos menores parados frente a él, estáticos, sin hacer un movimiento más. — ¿Y a dónde irán?—Decidió adentrarse en el tema al ver que ni uno ni el otro tomaba la iniciativa de marcharse a dicha "reunión." Comenzaba a sospechar que ni siquiera se hablaban en el aula. El de cabellos bicolores maldijo, ya sabía que el azabache estaba sospechando...
— Eh... —Y los nervios de Todoroki no hacían más que afirmar eso, después de todo este sabía muy bien como era Bakugō hacia su persona.
— ¡A la plaza!—Gritó el rubio frunciendo el ceño de modo exagerado, apretando los dientes por la furia. El azabache apenas y abrió un poco la boca para hacer otra pregunta cuando el rubio, tragándose nuevamente su enorme orgullo, tomó la mano del menor de cabellos bicolores y se lo llevó a rastras. — ¡Nos vemos, y te jodes!—Añadió el rubio sin voltear a ver al azabache. Todoroki en cambio poco a poco se giró hacía el frente para evitar tropezar al ir de reversa a causa de los jalones de Bakugō, esperaba que aquello de verdad alejara al azabache, y sin querer, de forma inconsciente, con su mano algo sudorosa apretó la del rubio para acelerar el paso junto a él, así ambos corriendo lejos del lugar...
YOU ARE READING
Go Fuck Yourself
FanfictionIrónicamente, tras una salida tarde de clases, Todoroki Shōto tiene la casa sola para él, sin embargo su privacidad y planes se ven arruinados cuando alguien más yacía ahí tomando tranquilamente un té.