La plaza más cercana a la escuela era un lugar lujoso. A pesar de ser la más cercana en esa área tenía que admitirse que la distancia era un poco dolorosa al tratarse de una zona bastante amplia y sumando a ello el amplio territorio de la escuela tan prestigiosa UA.
Era normal que esas plazas estuviesen repletas de grandes locales, todo era increíblemente variado, había desde locales para tomar un café, algún bocadillo, postres, ropa, accesorios, en fin, extensa variedad de productos y cosas, por eso mismo las personas solían concurrir a esos lugares tan animados, aún más en fines de semanas. Siendo viernes después de clases, ésta estaba al menos un poco concurrida. Las personas caminaban, metidos en sus asuntos, platicando y de más...
Los jadeos de dos muchachos que llegaron corriendo fueron notorios, al menos para ellos pues el resto de las personas ni siquiera voltearon a ver, cualquiera pensaría que eran simples adolescentes llegando a prisas para jugar algún juego o estar un rato por ahí perdiendo el tiempo. Todoroki aun trataba de regular su respiración mientras tenía su mano derecha en su muslo, y su izquierda aún sujetaba la mano de Bakugō quien permanecía firme con la respiración agitada, asegurándose claro de que el azabache no los hubiese seguido.
En ese momento el rubio se preguntaba si había hecho bien, ¿Qué pasaba si ese sujeto era algún familiar de Todoroki? Aunque lo dudaba, de ser así, Todoroki no tendría que comportarse de esa forma tan extraña como si buscara huir.
— Bien. Creo que no nos ha seguido. —Habló por fin el rubio al mismo tiempo que soltaba la mano del menor.
— Te debo una... En verdad. —Suspiró el de cabellos bicolores reincorporándose para recuperar su firme postura, extendió su mano hacia el rubio para estrecharla, sin embargo este respondió con un manotazo.
— No me vengas con estupideces. Contigo nada quiero, solo hice lo que me pareció correcto ya que parecías estar en problemas con ese sujeto. —Gruñó el mayor, sus ojos rojizos se desviaron para no mirar al de cabellos bicolores, le parecía que era más estúpido de lo que parecía.
— Y lo estaba. —Susurró el contrario apartando también la mirada y bajando su mano rechazada de una vez. El rubio chasqueo la lengua con molestia llevándose de golpe las manos a su holgado pantalón.
— Como sea. Yo me largo, estarás bien por tu cuenta. —Le irritaba tener que pasar un segundo más con ese sujeto de mitades por lo que se dio la vuelta dando pasos largos. Pensaba que si ese sujeto se tragó ese cuento no molestaría a Todoroki, eso ya tendría que comprobarlo el lunes cuando regresaran a clases, pero ¿Acaso se estaba preocupando por ese maldito mitad y mitad? ¡Claro que no! Si quería volverse el héroe número uno tendría que soportar salvarle el trasero incluso a idiotas como ese, que le fastidiaban, parecía un buen oponente, por lo que no entendía porque diablos se sometió de esa manera con ese tipo, ¿Qué no le resultaba sencillo rebelarse con semejante Quirk doble que poseía?
Iba metido en sus pensamientos. Pero había algo que le estaba enojando más y más... Poco a poco su enojó incremento, pero si explotaba ahí, la gente se asustaría por lo que se vio en la necesidad de entrar por un callejón entre esa plaza, este era espacioso, limpio y de colores claros como todo en ese lugar. Ya ahí se giró de golpe soltando una explosión en la palma de su mano haciendo que su "acosador" retrocediera unos cuantos pasos.
— ¡Deja de seguirme, maldito!—Gritó en un gruñido áspero, el de cabellos bicolor se mantuvo distante, dejo que el rubio pasara de largo a su derecha, de reojo notó como este abandonó el callejón. No pasó más de minuto y medio cuando el de cabellos bicolores salió del callejón para continuar siguiendo al rubio...
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Go Fuck Yourself
FanfictionIrónicamente, tras una salida tarde de clases, Todoroki Shōto tiene la casa sola para él, sin embargo su privacidad y planes se ven arruinados cuando alguien más yacía ahí tomando tranquilamente un té.