#2: El primer gato

8: La Laguna Lunar

Cola Lluviosa y su aprendiza, Zarpa Plateada, se preparaban para ir a la laguna lunar.

-Finalmente, llegó la media luna. Vamos, Zarpa Plateada, el Clan Estelar nos espera.

-Aguarda un momento. Todavía no he tomado las hojas que me diste.-masticó las hojas y las tragó con una mueca.-Uh. La vez anterior no estaban tan malas.

-Sí, lo sé. Es difícil encontrar buenas hojas en plena estación sin hojas.

Las gatas se dirigieron a la Laguna Lunar.

Luego de mucho caminar y poco hablar, llegaron al sitio de reunión. No muy lejos se veía la Laguna Lunar, con las estrellas reflejadas en su superficie. Nube Sombría, del Clan de la Sombra estaba allí. También estaba Ciprés, del Clan del Río. El curandero del Clan del Río había venido con su aprendiza, Menta. Sin embargo, Viento Helado no estaba.

-Hola. Me alegro de verlos.-saludó Cola Lluviosa.

-Hola a todos.-Zarpa Plateada bajó la cabeza respetuosamente.

-¡Zarpa Plateada!-exclamó Menta.

-¿Qué tal, Menta?

-Bien. Ciprés me ha enseñado el uso de unas cuantas hierbas.

-Cola Lluviosa también. ¿Habías escuchado del bergamoto? ¿O de la agrimonia? ¿Sabes los beneficios que trae la lavanda?-preguntó la gata blanca.
-No. Pero me gustaría saber. ¡Cuéntame!

Las gatas hablaron todo el camino hasta la laguna.

Al llegar, Menta se quedó fascinada por la belleza de la laguna. Era su segunda vez allí. Zarpa Plateada ya había estado en la Laguna Lunar muchas veces, pero en todas ellas se quedaba boquiabierta.

-Uffff...Uffff...Lo siento por llegar tarde. ¡Uffff!-resolló Viento Helado.-De verdad lo siento. Había un herido que curar.

-No te preocupes. Estás aquí, eso es lo que importa.-maulló Nube Sombría.

-Bebamos el agua.-sugirió Ciprés.

Se inclinó y bebió unas gotitas a la vez que todos. Zarpa Plateada sintió cómo el agua helada pasaba por su garganta. El suelo donde se paraba pareció desvanecerse, y los sonidos y olores se esfumaron.