3: Cosa de dos

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Zarpa Plateada estaba clasificando las hierbas que habían recogido.

-¡Cola Lluviosa! No hay suficiente caléndula y enebro.

-Hum... Más tarde iré a conseguir más.-maulló la mentora.

De un momento para otro, la patrulla de caza del mediodía llegó cargando a Naranjo. Lo dejaron en la entrada. Tormenta Moteada llamó:

-¿Cola Lluviosa? ¿Zarpa Plateada?

-Aquí estoy yo. ¡Por el Clan Estelar! ¡Naranjo!-exclamó la aprendiza.

Examinó a Naranjo mientras que parte de la patrulla se iba. Tormenta Moteada y Brisa se quedaron. Garra Veloz se aproximó.

-Tiene un corte muy feo aquí. Voy a traer telarañas, quédense aquí.-pidió la gata clara.

Se internó en la guarida.

Luego de un rato, le aplicó las telarañas y llamó a Cola Lluviosa, que vino con un montón de hojas y hierbas. Las dejó a un costado. Naranjo ya estaba despertando de su inconsciencia.

-Brisa, trae esa planta de ahí. Zarpa Plateada, más telarañas.-Salió corriendo del campamento a toda prisa.

Al volver, trajo varias flores y hierbas que la aprendiza de curandera no conocía.

-Zarpa Plateada, estas son lavanda, bergamoto y agrimonia. Aliviarán el dolor y el nerviosismo de Naranjo. Además, evitará que se infecte la herida.-Dicho esto, se las aplicó a Naranjo sobre el corte, que ya no sangraba.-¿Cómo te sientes, Naranjo?

-Mejor. ¿Qué pasó? Recuerdo unos zorros atacándonos. Uno me aplastó. Brisa me salvó y luego...Hum...no me acuerdo.

-Tengo buenas noticias, Naranjo.-empezó Brisa.-¡Al parecer, nos convertiremos en guerreros!

-¿En serio? ¡Eso es genial! Tiene sentido. Ambos tenemos doce lunas.

-No es por eso, tontito. Es por lo de los zorros.

-Tiene razón. Mañana recibirán sus nombres guerreros.-Estrella Leonada habló esta vez.-Ya hablé con sus mentores, Garra Veloz y Tormenta Moteada.

Los dos futuros guerreros se miraron rebosantes de felicidad.

                                                      - - - -

Patas Rojas estaba en una patrulla fronteriza con Cola Manchada, Manto Rocoso y Nublosa.

De pronto, un susurro entre las hojas los alteró.

-Quietos.-ordenó el lugarteniente.

Una sombra corrió entre los árboles y siseó.

-¡Divídanse!-gritó.

Así los hicieron. Cola Manchada se fue con Patas Rojas y Manto Rocoso con Nublosa. El lugarteniente suspiró de alivio. La verdad era que Manto Rocoso y él no eran muy amigos. El gato marrón se burlaba de él y lo llamaba "gatito".

Los guerreros corrieron hacia la casa de Dos Patas abandonada. Al entrar, un cuervo voló sobre ellos, rozando sus cabezas.

-¡Brr!-se quejó Cola Manchada.

Subieron por las escaleras, que crujían bajo su peso.

Al llegar, vieron a un gato negro en la esquina más alejada.

-¡Manto Oscuro! Pensé que habías ido a la granja, ya sabes, por lo de tu hija.

El líder anterior del Clan de la Sombra, Estrella Oscura, había sido desterrado unas lunas atrás por atacar al Clan del Trueno sin razón. Corazón Sombreado, su lugarteniente, había subido al mando, convirtiéndose en Estrella Sombreada. Manto Oscuro era el nombre de guerrero de Estrella Oscura.

-No trates de ser amable. Carbón no lo fue. Me echó de su granja. Lamentablemente, sigue guardándome rencor por haberlo capturado.-murmuró tristemente.

El gato negro saltó y se dirigió a las escaleras, empujando a Cola Manchada. Esta habría caído de no ser por Patas Rojas, que la salvó agarrándola de la nuca. La levantó y ambos terminaron en el suelo de la segunda planta, resollando. Patas Rojas estaba sobre Cola Manchada. Se quedaron allí por un momento. Patas Rojas miró a la gata a los ojos. De pronto la gata manchada parecía mucho más atractiva de lo normal.

Seguro ella pensaba lo mismo de él, porque no trató de zafarse de él. Siguieron así por unos instantes. El pelo de Cola Manchada olía a manzanilla. A cada segundo que pasaba, la gata parecía más bonita. Era lo mismo que había sentido por su pareja anterior. Patas Rojas ronroneó.

De repente, la madera crujió. A Cola Manchada y Patas Rojas se les erizó el pelo. Un gato estaba subiendo por las escaleras. Trataron de separarse, pero no funcionó. Las garras de Patas Rojas estaban clavadas en la madera. Cola Manchada miró a Patas Rojas con los ojos llenos de pánico.

Sin embargo, el gato era Manto Rocoso. Patas Rojas gruñó. ¿En serio debía ser él? Cola Manchada suspiró de alivio. Nublosa llegó tras él, atónita.

-Oh... ¿Quieren privacidad?-se burló el gato marrón.

-¡No!-gritaron los dos gatos al unísono.

-Oye, Manto Rocoso, no es lo que parece. Cola Manchada se iba a caer así que...

-No trates de ocultar lo evidente, Patas Rojas.-el gato soltó una carcajada.-Te encanta Cola Manchada. Por eso te fuiste con ella.

-Grr. Solo quítame las garras de aquí. Están clavadas.-ordenó a regañadientes.

-Está bien, está bien. Lo siento, es que es tan gracioso. ¿Patas Rojas, enamorado? ¿De nuevo?

Nublosa, la mejor amiga de Estrella Leonada, miró a Patas Rojas con pena.

Patas Rojas no se quejó de las burlas de Manto Rocoso. Era verdad. Se había enamorado de nuevo, esta vez de Cola Manchada.

#2: El primer gatoWhere stories live. Discover now