Estrella Leonada se detuvo junto a un abeto, jadeando. Hoja Plateada y Patas Rojas se pusieron junto a ella, un poco preocupados. Finalmente el ave se había detenido en un árbol. Luego de tanto correr, a la líder le escocían las almohadillas. <<Tendría mejor físico si no estuviera esperando cachorros.>>pensó la hembra.<<Espero que todo este esfuerzo valga la pena.>>
-Hoja Plateada, creo que debes volver. Hay muchos heridos por la batalla. Necesitan tus cuidados.-razonó Patas Rojas.
-Bien. Regresaré al campamento. Ahora que lo pienso, ambos irán a buscar a Cola Lluviosa. Alguien debe estar al mando, ¿cierto?
-Cierto.-contestó la gata leonada.-Yo regresaré. Llamaremos a Cola Manchada y a...Tormenta Moteada.
Estrella Leonada respiró hondo. Casi nombraba a Nublosa. La líder todavía no podía creer que hubiera fallecido.
-Vamos, Hoja Plateada. Patas Rojas, buena suerte.
- - - -
Patas Rojas se acercó al roble en el cual el halcón tenía su nido, y a la curandera, Cola Lluviosa. <<Esto no va a ser fácil. ¡Este árbol es gigante!>> exclamó mentalmente. Pero no se iba a rendir. Estrella Leonada le había dado esa tarea porque confiaba en él.
-¿Patas Rojas?-llamó una suave voz.
El gato rojizo giró. Se alegró al ver el sedoso pelaje de Cola Manchada y el familiar rostro de Tormenta Moteada.
-Estrella Leonada dijo que tal vez necesitarías ayuda.-murmuró la hembra blanca con manchas.
Luego de decir aquello, Cola Manchada chocó su hocico contra el de Patas Rojas. Tormenta Moteada dio un paso adelante, riéndose.
-Hum...Veo que ustedes son muy amigos...-maulló.
La gata atigrada marrón le guiñó el ojo a Patas Rojas, como si supiera algo más sobre ellos, como si supiera que lo suyo era más que una amistad.
Cola Manchada se separó del lugarteniente con delicadeza. Patas Rojas se desanimó un poco, pues le gustaba mucho sentir el contacto de la gata tricolor y percibir su agradable aroma.
-Hum...Me iré un momento. Quédense aquí los dos solos.-pidió Tormenta Moteada, enfatizando la palabra "solos".
Patas Rojas y Cola Manchada suspiraron a la vez. La hembra negó con la cabeza.
-Lo siento. A veces Tormenta Moteada puede ser un poco...un poco...
-¿Pesada? Lo sé. Sólo espero que no se ponga así cuando la moleste con Manto Rocoso.-bromeó Cola Manchada.
La gata tricolor asintió, riendo. A Patas Rojas le agradaba mucho la risa de la gata, tan suave, tan contagiosa y tan armoniosa. El lugarteniente exhaló, disfrutando de la compañía de la guerrera.
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#2: El primer gato
Teen FictionLa segunda parte de "Un nuevo amanecer" Es recomendable leer la primera parte si quieres entender. Zarpa de Nogal y Hoja Plateada reciben profecías misteriosas, mientras que un nuevo grupo se forma y se prepara para atacar los clanes. Leer consider...