26: Malas noticias

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El sol se ocultaba, dando paso a la noche. Hoja Plateada vigilaba la maternidad con las garras listas para atacar. Una bonita gata marrón de ojos verdes se acercó.

-Déjame pasar.

-Tendrás que pelear conmigo. No le harás daño a estos cachorros.-maulló Hoja Plateada firmemente.

-¿Cachorros?-la voz de la hembra se suavizó de un momento para otro.

La curandera asintió. De repente, la hembra marrón soltó un murmullo de sorpresa.

-¿Qué es eso? ¿Es una gata?-cuestionó la forastera, distraída.

La hembra blanca y gris claro siguió su mirada. Lo que vio la dejó boquiabierta de asombro. Un cuerpo atigrado había caído sobre un arbusto espinoso cerca de la pared del acantilado.<<Si no me equivoco, ¡esa es Cola Lluviosa!>> pensó, mientras se acercaba. Varios guerreros habían dejado de pelear para ver qué había pasado. Hoja Plateada empujó a los gatos en su camino, ignorando las protestas y los siseos de la multitud.

-¡Estrella Leonada!-llamó Patas Rojas.

La gata dorada apareció al instante. Su cuerpo, delgado por la falta de comida, estaba lleno de heridas e incluso algunos mechones de pelo habían caído de su cola. Sin embargo, a la líder no parecía importarle aquello. Observó a Cola Lluviosa con detenimiento. El cuerpo de la curandera estaba extremadamente maltratado y su pelaje, ahora alborotado, contenía manchas de sangre y tierra. Sin previo aviso, abrió los ojos.

-¿Clan Estelar? Me alegra verlos...¿Estrella Leonada? ¿Has muerto?-preguntó la gata.

Hoja Plateada suspiró de alivio.

-¡Estás viva!-exclamó Corazón de Naranjo.

La gata blanca percibió cansancio y felicidad en su voz. Cola Lluviosa cerró los ojos.

-¡Vamos! ¡Tenemos que proteger la maternidad!

El gato atigrado jaló la pata de la gata gris con sus dientes.

-Venga, vamos a defender a esos cachorros de los proscritos.-insistió con voz temblorosa.

La curandera no se movió. Su costado se movía muy lentamente.

-¿Cola Lluviosa? No nos dejes. Necesitas enseñarme muchas más hierbas.-le recordó Hoja Plateada.

-Oh no. Ya no despertará.-dijo Estrella Leonada, pesimista.

De pronto, un halcón enorme bajó y agarró a Cola Lluviosa. Empezó a elevarse, pero Hoja Plateada y Corazón de Naranjo lo bajaron al suelo con su peso. El ave, furiosa, se sacudió, y los dos gatos cayeron al suelo. La hembra blanca sintió que todos sus huesos estaban rotos, pero se levantó y persiguió al halcón. Estrella Leonada y Patas Rojas corrieron a su costado. Corazón de Naranjo se quedó en el suelo, resollando.

-¡Estaré bien!-los tranquilizó.

#2: El primer gatoWhere stories live. Discover now