-¿En qué clase vas a ir?-Dijo una voz claramente femenina. Demasiado chillona para un hombre.
-Al D... ¿Tú? -Contestó otra. Fue lo único que entendí mientras observaba la multitud de personas que hacían un circulo al rededor del tablón de anuncios, donde estaban apuntados todos los nombres de los alumnos y a que clase irían este curso.
-Primer día de colegio ¡Que guay! -Dijo mi amiga Nare con ironía.
-Ojalá nos toque juntas... -Siguió Audrey. Sus rodillas temblaban un poco, aunque no sabía si era del frío o de los nervios.-Ni lo digas... -La cortó Yuri .
-Escuchad, promesa de meñiques. -Tras decir estas palabras, mis amigas unieron sus meñiques al mío. -Aunque nos toqué en diferentes clases, siempre seremos amigas. -Dije yo. No podía perder a aquellas chicas... Habíamos ido juntas a clase desde infantil, y desde entonces, eramos prácticamente inseparables... Aunque nunca habíamos sufrido lo de que no fuésemos a la misma clase... En mi colegio, había cinco por curso. Lo que hacía cada año más difícil que coincidiésemos.
-No puedo esperar más. ¿Alguien me acompaña? -Dijo Nare decidida.
-Sí, creo que... si espero un minuto más me va a dar algo. -Respondió Yuri .
-Vale, vamos... Que sepáis, que siempre os recordaré. -Dije en tono divertido. No creía que pudiésemos meternos entre aquella multitud de gente como si tal cosa sin salir heridas de muerte... Y no exagero, tendríais que bajar un día al patio en nuestro colegio. Parece una estampida... Pero es lo que tiene 1000 personas bajando las escaleras a la vez...
Todas comenzamos a caminar hacia el tablón de anuncios. Yuri se metió por una esquina mientras que Nare y Audrey empujaban a la gente para hacerse un hueco. Yo tenía pensado esperar a que la gente se retirase para ver la lista... Pero me dio la ligera impresión de que la espera iba a ser larga. Tras esperar lo que me pareció una eternidad, conseguí colarme como lo había hecho mi miga Yuri, y estaba buscando mi nombre en el uno de los folios blancos que estaban enganchados a un enorme corcho por chinchetas rojas cuando...
-Ey! estaba buscando mi nombre. -Le dije a un chico rubio que me había empujado hacia un lado mientras buscaba a alguna Kira en el tablón.
Él se limitó a girar la cabeza hacia mi para mirarme un segundo, dedicarme una sonrisa ladina a modo de burla y volver a girarse hacia el corcho para buscar su nombre.
-2ºA -Me dijo cuando se retiró del tablón. Fui tras él.
- ¿Qué? -Pregunté yo. Estaba confusa.
- Que vas a 2ºA. -Se limitó a decir él.
- ¿Cómo lo sabes?
- ¿No es obvio? Lo miré en el papel.
-Me refiero a que cómo sabías mi nombre.
-Lo vi en tu uniforme. No te creas importante por eso.
-¿Qué? -¿¿De que iba ese chaval?? No lograba entender a los hombres... -Idiota... -Susurré por lo bajo con la esperanza de que no me oyera. Pero parece que lo hizo. Cuando terminé de decir eso se dio la vuelta para que quedásemos frente a frente, ya que antes parecía que yo estuviese hablando con su espalda.
-Ya verás dentro de dos meses...
-¿Qué quieres decir con eso?
-No creo que esta sea nuestra última charla...
-Y ¿Por qué se supone que no lo será? -Aquel chico me sacaba completamente de quicio. Era repelente y arrogante. La clase de personas a las que detestaba.

ESTÁS LEYENDO
Como matar a un ángel.
RomanceCuando Kira, una chica de 19 años, comienza un nuevo curso en su instituto, conoce a dos chicos, a cada cual más intrigante... Pronto se dará cuenta de que no son personas como tú o como Kira... Un secreto enorme hará que la vida de Kira se vuelva d...